jueves, 9 de mayo de 2013

Aforismos sapientes


Sabiduría: freiduría de ideas.

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El objetivo de un sabio no es el saber, sino la felicidad, pero para buscar la felicidad hay que ser sabio.

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Los verdaderos sabios no son reconocidos, o como mucho la posteridad los reconoce a su pesar.

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No hay más necio que el que no quiere saber.

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La mayoría de los sabios, desde Sócrates, han sido analfabetos.

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No se reconoce a un sabio por lo que dice, sino por lo que hace.

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El ingenio es la sabiduría de los vanos.

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Sólo sé que sí sé algo.

15 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
No estoy de acuerdo con el penúltimo aforismo: "El ingenio es la sabiduría de los vanos".
El ingenio es inteligencia, frescura de ideas, rapidez de pensamiento, conocimientos varios y variados...
(yo mismo, por poner un ejemplo cercano...).
Salu2.

José Miguel Ridao dijo...

¡Pues agárrame el banano!

A eso lo llamo yo ingenio...

gatoflauta dijo...

Yo creo que el ingenio puede ser todo lo que dice "Dyhego", pero usualmente tocado de superficialidad. Se trata de la capacidad de jugar con las ideas, o con las palabras muchas veces, pero sin profundizar en ellas. Algo así como el patinaje. Y puede ser, en efecto, basto y de sal gorda, como en el ejemplo; pero no siempre lo es.

Se trata de una cualidad, digamos, "brillante". Pero es justa y muy penetrante la objeción que hace Joubert, quien en uno de sus aforismos (que cito por la edición de Carlos Pujol: es el 223) dice: "Cuando luzco... pierdo mi aceite". Es generalmente, y corre el riesgo de ser siempre, algo así como gastar la pólvora en salvas.

Tiene Pedro Salinas un texto (pertenece a su "Poética" en la antología de Gerardo Diego) en el que dice: "Estimo en la poesía, sobre todo, la autenticidad. Luego, la belleza. Después, el ingenio". Creo que tiene razón, y que lo que dice es aplicable no sólo a la poesía, sino a cualquier forma de expresión literaria. Ejemplo máximo de escritor ingenioso es Wilde. Para la belleza pone él como ejemplos a Góngora y Mallarmé. Y de la autenticidad, a San Juan de la Cruz, entre otros.

José Miguel Ridao dijo...

Leí hace tiempo a alguien criticando duramente a Oscar Wilde precisamente por eso, por su ingenio. El ingenio nunca es profundo.

Dyhego dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dyhego dijo...

Monsieur Ridao y Monsieur Gatoflauta:
El análisis de Gatoflauta es detallado y preciso pero no termino de ver claro eso de la "superficialidad". Creo más bien que el ingenio es pragmático y directo. Pero esconde sabiduría e inteligencia (para lo bueno y para lo malo). Alfonso Guerra es ingenioso-malvado cuando calificó a la extinta Margaret Thacher como una señora que usa tres en uno como desodorante. Ramón de la Serna es ingenioso-poeta en cualquiera de sus greguerías. Macgiver es ingenioso-práctico cuando te hace un helicóptero con unas ramas y el motor de la batidora...
El otro día me contaron un chiste malísismo que me costó mucho tiempo comprender. En su momento me callé como un puto y reí como un memo para esconder mi falta de reflejos...
"Le cuenta un compadre al otro: no sé si mi mujer tiene sida o alzheimer. Y le aconseja el otro: abandónala en el monte y si vuelve a casa no te la folles..."
(Ya sé que es malísimo. Perdón).
Salu2 a ambos.

Elías dijo...

Pues yo, Ridao, tengo una variación sobre el último de estos "sapientes" (y sobre Sócrates, hala ya lo he dicho): "Ya no sé si sé lo que sé."

Abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Dyhego: me ha costado, pero creo que lo he cogido. No estoy muy seguro, demasiado ingenio para mí. Hay gente que además de ingeniosa es sabia, pero si lo son realmente, suelen tener el ingenio como un divertimento.

Elías: no te digo que muy ingenioso, que hoy es casi un insulto, pero vamos, mucho mejor que el mío.

Abrazos achispados.

Paco dijo...

¡Marchando un cucurucho de esas frituras de ideas!!

Fernando Moral dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando Moral dijo...

Esto del ingenio tuvo, tiene y tendrá siempre el mismo problema en cuanto a su consideración: es innato. Quiero decir con ello que aquel que no lo tiene se jode porque ni con toda la perseverancia del mundo lo obtendrá. Ahí es donde duele y por esto mismo los carentes barnizan de menosprecio su envidia.

Que el ingenio sin el esfuerzo o el oficio no da grandes frutos es ya otro tema, pero no niega lo que he dicho anteriormente.

Abrazos cadaunoarrimaelascuasusardineros.

PD: Ese aforismo del ingenio en tu caso es autolesivo y lo sabes, mamona.

gatoflauta dijo...

Se equivoca completamente Fernando Moral. Conozco a un escritor a quien suelen elogiar por su ingenio. Y él siempre contesta lo mismo: que el ingenio le parece una cualidad menor, un simple pasatiempo, pero lo que le importa a él son otras cosas. Se puede, pues, tener reconocidamente ingenio, y menospreciarlo, por motivos que nada tienen que ver con la envidia.

Fernando Moral dijo...

No, Gatoflauta, yo no he afirmado eso. Si ese autor es reconocido por su ingenio no es un "carente" (ver arriba), por lo que puede menospreciarlo con todas las de la ley. Todo este asunto me recuerda a un compañero de trabajo que solía mofarse de la excesiva longitud de mi pelo. Y la verdad es que eso no me habría importado de no ser por el hecho de que el tío era calvo como una bombilla.

José Miguel Ridao dijo...

Lo cojonudo es ser calvo y cachondearse de la falta de adorno tan prescindible. Ayer mismamente fui a hacerme una foto para la orla y al salir y pasar por la cola de alumnos (me colé impunemente) les dije: "Menos mal que me han prestado un peine, si no a ver cómo pongo en orden mis lanas", acompañado de un giro de cabeza.

No sé si fue ingenioso, pero me echo flores en la calva, y de paso los chavales se ríen, y ya no tienen cojones de reírse de mí cráneo pelón...

José Miguel Ridao dijo...

Ah, Paco: Marchando una de "orteguillas" (es malo, ¿eh?).