viernes, 27 de noviembre de 2020

Lección

Si tú no estás ahí, si no me acompañas, si ni siquiera me hablas, ¿de qué me sirves? Si yo nunca estoy contigo, si apenas me dirijo a ti con unas frases tímidas, ¿de qué te sirvo? ¿Es esa una manera de apoyarnos? La añoranza es peligrosa, va cavando un foso cada vez más difícil de cruzar.

¡Cómo agradezco la franqueza! Una amistad desperdiciada es una puerta abierta a la infelicidad. ¡Es tan difícil encontrar a alguien que vibra con tu misma cuerda, sin temor, sin compromiso, sin miedo, sin ir más allá de lo que surge en cada instante...! 

Una parte de mi vida es un cementerio de amor no aprovechado, una huida incomprensible del cariño más incondicional y puro. Ahora, un poco tarde, he aprendido la lección.

1 comentario:

Juanma dijo...

Un fuerte abrazo...mi querdio viejo amigo.