De vez en cuando cogías tu guitarra junto a la chimenea y los trémolos brotaban como por encanto. Y me mirabas de hito en hito. Y al final me sonreías. Y simplemente así éramos felices. Nadie ha vuelto a coger esa guitarra que tú tocabas ya de niña. Descansa apoyada en un rincón del salón de Alájar, junto con otra que era mía pero jamás aprendí a tocar, esperando unas manos que ya nunca la acariciarán, y yo esperando una sonrisa y unos ojos dulces que sólo subsisten en mi recuerdo.
Bombonas de butano
-
Creo que en una bombona de butano caben unos 12,5 kg. de este gas licuado.
Considero que las bombonas de gas butano han significado un avance
tecnológ...
Hace 4 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario