Navidad: ese invento cruel del cristianismo durante el cual, independientemente de tus creencias, tienes la certeza de que la persona que daba sentido a tu vida jamás volverá, y eso duele lo mismo que el primer día, da igual el tiempo que haya pasado. El resto del año es más fácil engañarse, pero en la maldita Navidad quisieras que la tierra te tragara o, mejor aún, sería preferible que no hubiera nacido nunca ni ese niño ni, por supuesto, tú mismo.
Fugaz como un sueño
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*Red head. 1980. Susan Rothenberg*
Miro el firmamento, su inmensidad
revela la fugacidad del tiempo,
como las estrellas que se desvanecen,
como las ...
Hace 12 horas