jueves, 14 de noviembre de 2013

El espejo de Eichmann


Hannah Arendt tenía razón: el mal en su faceta más terrible no es radical; son muchos los que tienen dentro un Eichmann. El holocausto sólo fue posible con la complicidad y la participación más o menos activa de millones de alemanes normales y corrientes afliados al NSDAP; hoy también se afiliarían si se dieran las circunstancias. Y no es porque fueran alemanes: el genocidio acecha en cualquier pueblo y lugar, desde Uganda hasta Rusia pasando, por qué no, por toda Europa Occidental. La historia del mundo civilizado es la historia del mal. El ser humano se aliena ante los hechos consumados, renuncia a su condición, prefiere dejarse llevar por la corriente que bogar en contra y perder el calor de los camaradas. Sólo unos pocos héroes levantaron la voz, y se hizo todo lo posible por silenciarlos. Algunas de esas voces aún resuenan, pero su eco es débil frente a la sangre inveterada y dócil.

7 comentarios:

Javier dijo...

La historia del mundo civilizado es la historia del mal. Si cambiamos mal por hombre, puede que encontremos más sentido a la expresión, ya que el mal no existe en sí mismo, pero el hombre sí. La famosa banalización del mal no es sino una de las mil formas en que el hombre se refiere a sí mismo.

No importa que acusemos a los nazis de tamañas atrocidades contra la humanidad, porque, como dices, Ridao, pueden resurgir por doquier, no por ser nazis, sino por ser hombres; no por ser malos, sino por ser...

Un abrazo

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
El poder de la masa es onmímodo y omnívoro.
Salu2 buenos.

Anónimo dijo...

Lo que ocurre hoy día con el aborto es exactamente lo mismo... pero sin hacer ruido.

Anónimo dijo...

Y también existen los valientes:http://www.hazteoir.org/alerta/54625-libertad-expresion-poder-informar-aborto-estudiantes?m=5

Martín López dijo...

Amén.

Anónimo dijo...

La frase que Javier cita en cursiva, al menos así, fuera de su contexto (que no conozco), es una barbaridad. ¿Acaso no pertenecen a "la historia del mundo civilizado" logros como la Divina Comedia, la obra de Shakespeare, las de Bach o Mozart (que citaba ayer), o tantas otras (baste añadir a Velázquez); y no sólo artísticas, sino filosóficas (¿es Sócrates parte de "la historia del mal"?) o científicas (¿lo son Newton o Darwin, o bien Pasteur o Fleming?). La historia de la civilización lo es de lo mejor y de lo peor. Y es absurdo (y quizá peligroso) quedarse sólo con lo segundo.

José Miguel Ridao dijo...

Eso es, Javier, solo que yo he cargado las tintas en el mal para dar más fuerza a la entrada.

Hay que huir de las masas, Dyhego. Pitando...

Hombre, anónimo 1, me parece pelín excesivo comparar el aborto con el holocausto. Es mi opinión.

Martín: ¿Amén a la entrada o al último comentario? Jeje...

Anónimo 2: ¡El contexto es la propia entrada! Que no basta con leer los comentarios, home...

Abrazos contextualizados.