Anton Bruckner
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*Anton Bruckner. Caricatura de Pablo Morales de los Ríos *
Parece que actualmente Anton Bruckner (1824-1896) no está muy de moda.
Tiene detractores y es...
Hace 26 minutos
El cuaderno de José Miguel Ridao
7 comentarios:
Ahora que ya he visto el origen de estos andurriales, vengo a dejarte mi último comentario, que es el primero de tu primer día.
Qué extraño resulta a veces el propio vocabulario y qué contrasentidos ofrece la vida.
Queda aclarado, pues, tus orígenes. En estas épocas de inauguración tuya no te conocía aún. Unos cuantos meses después te doy la bienvenida a estas tierras (otro contrasentido).
Un abrazo
Se me hace raro recibir tu último comentario en mi primera entrada, pero pienso que eres la más indicada para hacerlo. Y no sabes cuánto agradezco tu bienvenida, en aquel entonces (parece que han pasado siglos, y hace escasamente cuatro meses) me sentía un poco huérfano. Un abrazo.
Te entiendo muy bien: los primeros pasos en el blog anda uno desorientadito. Yo era tan pánfila que no activé los comentarios hasta pasados varios dias (no sabía qué era eso).
En fin, buena andadura siga teniendo usted.
Otro abrazo
Anda, que yo abrí un blog para dejar de ser anónima (no sabía cómo, me lié, fui siguiendo los pasos y me encontré con blog propio;-) No empecé a colgar entradas hasta varios meses después, y lo tuve sin enlaces unos seis meses porque no sabía ponerlos ni tenía claro a quién poner. Me gusta mucho venir aquí hoy.
Que cumplas muchos más, mesié.
Un beso.
Gracias de nuevo, Olga. Anda que éramos listos todos en nuestros comienzos. Unos moustros de la informática, vamos.
¡Oh, qué ternura! Ésta es una entradita recién nacida...
Vine a verla como quien ve un álbum de fotos de sus hijos cuando eran bebés... ¿No es hermoso?
Felicidades en tu primer año.
Besos mil, José Miguel.
PS: Yo abrí mi blog la tarde del 31 de diciembre de 2008. ¡Sí señor! Todo estaba preparado para la noche, así que aproveché y me abrí un blog en vísperas del Fin de Año, antes del festejo...
Lo tuyo sí que tiene mérito, Liliana. ¡Un 31 de diciembre! Yo lo hice con nocturnidad y alevosía, y tú en plenas celebraciones.
Otro besazo.
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