lunes, 29 de noviembre de 2010

No tan surrealista como parece (traducido)

Vuelan bajos los grajos por Sevilla, cosa rara cuando llueve. El día pertenece a los perros, que campan a sus anchas por las calles desde el amanecer, y sus filas son engrosadas por una multitud de congéneres británicos que caen del cielo en compañía de innumerables gatos. Hasta se ha visto caer a Maradona, más orondo y chaparro que nunca, que ha rebotado en los adoquines y a estas horas continúa brincando por las calles como una pelota. En la hora del recreo un colegial ha perdido un pabellón auditivo, impulsado por el dedo corazón de un compañero inmisericorde, ante la mirada atónita de sus compañeros de bocas humeantes. A medida que la mañana ha ido avanzando la cosa ha empeorado, la gente ha sacado unos cuchillos patateros y ni cortos ni perezosos han comenzado a pelarse. Después de pelarse, todo el mundo se ha bajado los pantalones, se ha puesto en cuclillas y en la misma vía pública han comenzado a soltar una especie de coprolitos que caían a intervalos regulares, al ritmo de cloc-cloc-cloc en lugar de plof-plof-plof.

En estos momentos toda la fauna urbana (racional e irracional) se encamina hacia los astilleros del puerto, donde está a punto de botarse un navío, y está buscando acomodo en los sitios más inverosímiles. No tengo más remedio que dejar esta crónica apresurada para ocupar mi puesto junto al puente de mando. No llego con las manos vacías: aporto dos parejas de animales muy animales.

Hasta la vista.

TRADUCCIÓN

En Sevillla hace un frío del carajo; un día de perros. Llueven perros y gatos (ver English dictionary). Cae un chaparrón. Hace tanto frío que en el recreo los niños echan humito al respirar. Uno de ellos le ha dado un chorlito en la oreja a un compañero y la oreja ha salido andando. La cosa ha ido a peor: un frío que pela, un frío que te cagas.

(El resto ya es una paranoia del arca de Noé).

15 comentarios:

Fernando Moral dijo...

Jonathan Miguel, te he dicho cienes de veces que no te comas los hongos esos rojos de lunares blancos.

Un aluciabrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Amanita muscaria. Abunda en la Sierra de Huelva.

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
[..han comenzco "ha" pelearse...]
¡Borre usted inmediatamente esa hache o le tiro un aerolito de esos sobre su glúteo derecho!
Salu2 surrealistas.

(Hace unos días escribí una entrada, luego me arrepentí y la borré)

José Miguel Ridao dijo...

Superastes el test hortográfico, Dhiegho. Heres el primero en darte cuenta de la errata echa aposta. Enorabuena.

A saber lo que contabas en esa entrada...

Gracias.

Dyhego dijo...

Sí, sí... y yo me chupo el dedo...

José Miguel Ridao dijo...

Er deo, Dyhego, er deo...

Dyhego dijo...

Es una broma.
Me dio la pena pensativa y escribí una reflexiones al hilo de las tuyas. Después pensé que eran estupideces y las borré.
Salu2 y te dejo ya tranquilo.

mujer prevenida vale por dos dijo...

Cuando el grajo vuela bajo, hace un frio del cara-jo!

Sr Ridao,¿ me lo permite verdad?

Jesús Cotta Lobato dijo...

Pues a mí esta entrada me parece alucinantemente hermosa.

Anónimo dijo...

En Marbella,Ridao lo que hay en mucha graja,pero como son pijas no les suda la raja.
Los pajarracos negros, no me gustan nada,dice un amigo mío que presagian la muerte,ozú que mieo.

Mery dijo...

¡ Córcholis ! ¡Cáspita!

Viva la pluma y el pensamiento libre.

José Miguel Ridao dijo...

Lo de la pene pensativa me ha gustado, Dyhego.

Faltaría más, MPVX2.

Muchas gracias, Jesús.

No tan libre, Mery.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Hay que ver, con lo fácil que era y todos me decís que estaba colocao. Parece mentira, no domináis el lenguaje en clave andurrialera.

Anónimo dijo...

GENIAL!

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, Sara. Menudo diíta hizo aquí ayer. No estamos acostumbrados.