martes, 23 de noviembre de 2010

Apuntes (XXXV): Palabras errantes, versos agradecidos


Es tan distinto escribir en papel que hacerlo en el ordenador... He olvidado mi cuaderno en Alájar, y estos últimos apuntes están hecho de bytes en vez de tinta.

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Bytes volant, y es bueno que vuelen por el cyberespacio, alcanzando todos los rincones. Scripta manent, en las estanterías cada vez más llenas de telarañas. Al tiempo.

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El tono de un poema engloba su ritmo. El ritmo es la música del poema. La música es inefable y, por tanto, superior. Cara a cara se enciende la chispa y todo se ilumina. Estoy profundamente agradecido.

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Me asegura Mr. X con vehemencia que le importa un carajo lo que los demás piensen de él. ¿Y por qué me lo dice, para que yo no piense que es un mierda?

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Otra de las ventajas de ser invisible es que se puede pasar desapercibido mientras se ve, mientras se escucha... mientras se aprende. Y no se nos puede dañar; es el mejor escudo. La gente mira a través de nosotros sin alterar un átomo de nuestra alma. La felicidad pasa a ser cosa nuestra y de quienes nosotros elijamos voluntariamente.

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Un simple contratiempo, el más leve incidente, rompe la barrera de la invisibilidad. Unas gafas rotas echan por tierra el castillo de naipes levantado como por ensalmo durante el día.

8 comentarios:

Rocío. dijo...

Bueno Ridao,ya veo que te ha dao,por escribir sobre la invisibilidad,a ver si,lo que quieres es hacerte el invisible,cuándo yo vaya a Álajar,y me dejas tirá,que yo,ya me comprado el biquini,pa la amberca,con mis chanclas a juego,mi pareo,y mi pañuelo pirata,o a juego Ridao,ansín que deja ya de hacerte el invisible.
Bueno y ahora ya,a hablar más en serio,a mi,escribir al ordenador,no me gusta nada,es que ni se,pa que veas,donde se ponga,un boli,y un blog,que se quite,la tecnología.
Y a lo de ser,invisible,eso me encanta,pasar totalmente desapercibida,perderte,entre la gente,o a solas,y que no te conozca ni dios,eso me encanta,y además tengo la suerte,de no ser,ni popular,ni na de na,vamos como a mi me gusta.
Un beso invisibilino.

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
Da que pensar.
Salu2.

Mery dijo...

Es una preciosidad el párrafo tercero y me parece digno de encomio que te sientas así de agradecido. Nos cuesta much reconocer, y mas aún mostrar, el agradecimiento.

Menos mal que tus pensamientos aquí escritos son perfectamente visibles. ¿Qué sería de mi pantalla algunas noches, si no?
Yo te estoy agradecida, mira por dónde.

Un fuerte abrazo

veridiana dijo...

Conviene ejercer al dia varias sesiones de invisibilidad,siempre hay alguien,algo,que estropea hasta la más sublime melodía.

Un beso.

Alejandro Muñoz dijo...

Te presto uno de mis Moleskines.

Me alegro de que te hayan venido bien los consejos de Mr.X Pensaba que era Guerra, y no González, el experto en poesía.

Mejor no dejo por escrito las cosas que se me ocurrirían hacer de ser invisible... que tengo esposa y dos hijos.

Un abrazo.

¿Estaba constipado Mr.X? Debe de ser un tío muy vivo.

Juanma dijo...

Magnífico el último apunte.

Yo escribo, siempre, en el ordenador. Le estoy muy agradecido a esta maquinita que, casi, sólo uso como máquina eléctrica.

Abrazos, querdio R.

J.

José Miguel Ridao dijo...

Rocío: en Alájar soy bien visible, no como otras, que van a trabajar a Bollywood de incógnito. El ordenador es práctico, por eso lo uso.

Eso es bueno, Dyhego, pero sin excederte.

Pues muchas gracias, Mery. Hay que ser bien nacido.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Así es, Veridiana. Hay que reforzar el escudo invisible hasta que reboten las piedras.

Álex: los moleskines son un camelo; es como un polo Ralph Laurent pero en literatura en vez de moda. Cómprate unos iguales que valen la mitad, coño. te equivocas en la identidad de Mr. X.

Gracias, J. Casi siempre prefiero el Toshiba al Moleskine.

Más abrazos.