Hay que tener la mente en el invierno
para admirar la escarcha y las ramas
de los pinos cegados por la nieve;
y haber pasado frío mucho tiempo
para contemplar los enebros estragados de hielo,
los abetos ásperos en el lejano resplandor
del sol de enero; y no pensar
en ningún mal al escuchar el viento,
al escuchar unas pocas hojas,
que es el sonido de la tierra
llena del mismo viento
que sopla en el mismo sitio desnudo
para el oyente, que escucha en la nieve,
y, siendo nada, contempla
la nada que no está allí y la nada que está.
gh
One have a mind of winter
To regard the frost and the boughs
Of the pine-trees crusted with snow;
And have been cold a long time
To behold the junipers shagged with ice,
The spruces rough in the distant glitter
Of the January sun; and not to think
Of any misery in the sound of the wind,
In the sound of a few leaves,
Which is the sound of the land
Full of the same wind
That is blowing in the same bare place
For the listener, who listens in the snow,
And, nothing himself, beholds
Nothing that is not there and the nothing that is.
8 comentarios:
Yo es que la mente cariño,siempre la tengo en otro sitio,pero verlo lo veo tó.
Muy hermosa reflexión.
Saludos,
Celosias
Y con rayos X, Paqui.
Gracias, Todo. Mejor dedícate a otro negocio, que con la falta de vocaciones lo de las celosías está jodido...
Abrazos conventuales.
No conocía este poema, un bello descubrimiento en español y en inglés.
Gracias
Para mí también lo ha sido. La búsqueda del autor se la debo a MLL.
¿Sol de junio o sol de enero?
¡Gracias! Valiente traductor estoy hecho...
Muchas gracias por compartir~
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