Decidió abarcar el mundo con la vista, y allí donde posaba
la mirada tan sólo descubría un gran vacío blanco. Los tiempos remotos, apenas
intuidos, de la niñez eran una lámina de agua plateada surcada por un cuerpo
inerte tumbado en una balsa. Pasaban los años uno a uno, en hilera, idénticos
como cuentas de un rosario transparente. Sintió cómo le atropellaban con unas tablas
romas, le subían a bordo para atarle a un mástil, y un niño de ojos pequeños le
miraba largas horas sin cerrar los párpados. El tiempo echó a correr de nuevo,
y se encontró sentado con la espalda apoyada en el respaldo de una cama. Pensó
en dormirse, porque tenía miedo, pero no pudo encontrar un solo sueño que le
hiciera olvidar por qué tenía que cerrar los ojos. Volvió a mirar atrás, para
aferrarse a algo, y ya no había en el lago ninguna balsa, ni siquiera un cisne
al que poder contemplar en su belleza cruel. Abrió más los ojos, vio el futuro,
y tampoco allí pudo aferrarse a nada, ni siquiera a un tronco a la deriva.
Aún no ha perdido la esperanza. Todas las noches despierta
unos segundos de la inquietud que le aniquila y atisba el temblor de un pétalo
de primavera, o levanta la cabeza para sentir cómo bajan lentamente a la tierra
las primeras gotas de rocío. Estallará la paz en el reino de los hombres
sencillos. Dichosos aquellos que no buscan, porque no tienen nada que
encontrar.
3 comentarios:
Monsieur Ridao:
Muy existencialista está usted hoy.
Salu2 reales.
Muy bello, y muy real en algunos párrafos.
Al menos, aún no ha perdido la esperanza. No es poco.
Espero que Chiquito de Guindos tampoco la haya perdido.
Perdona la vulgaridad de meter aquí al ministro Nopuedor, pero uno está pelín acojonao y hasta existencialista e insomne, cuando lee determinados augurios.
Un autobofetón existencial, Dyhego.
Escasso: Chiqiguindor, o Guindito de la Calzada, la esperanza que tiene es retirarse de ministro y pasar a una empresa pública a cobrar dietas. Y si vienen mal dadas, seguro que le coloca Merkel en Deutschland.
Abrazooooor
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