domingo, 5 de agosto de 2012

Apuntes (172): Ebook: Una de cal y otra de arena


Es tremenda la descripción que hace Vallejo-Nájera de la depresión endógena intensa: "El paciente queda inhabilitado para disfrutar de la vida; sólo puede padecerla".


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Una ventaja de los libros de papel frente a los electrónicos en la que no sé si alguien ha caído: cuando tenemos entre manos un libro tradicional lo abarcamos entero, y en nuestra mano derecha descansan las hojas que aún quedan por leer. Un libro electrónico, sin embargo, no es más que una pantalla lineal en la que pueden aguardarnos lo mismo cien páginas que mil. La evolución de la lectura la conocemos únicamente por el mensaje inferior que nos indica la página por la que vamos y el número total de páginas, pero la pantalla es fría, siempre igual, no importa el libro.

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Y para equilibrar el asunto, que ya se sabe que la batalla del papel está perdida, hago notar la facilidad de realizar subrayados y anotaciones y buscarlos posteriormente usando el lector electrónico. A su lado, los subrayados a lápiz y notas apresuradas al margen mantendrán el encanto de lo artesano, pero poco más.

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El pobre Gonzalo ha caído hoy de una de esas telas de araña que tanto le gusta escalar, con lo chico que es, y se ha lastimado el pie izquierdo. Es duro, y seguía jugando por la playa gateando, pero ya dormido le ha despertado el dolor. Duerme otra vez. Veremos...

5 comentarios:

Rafael Hidalgo dijo...

Vallejo-Nájera era un genio, y como tal, dotado de un potente sentido común.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Precisamente el otro día descargue "Locos egregios" y está en mi lista de próximas lecturas.
Siento mucho lo de Gonzalo, espero que mejore pronto, las vacaciones son mala época para accidentarse.
Saludos.

José Miguel Ridao dijo...

Sí, Rafael, y además que no es nada común ese sentido, como ya se sabe.

Pues yo lo estoy empezando, Rafael, y te lo recomiendo. Lo de Gonzalo se quedó en un esguince. La pata en alto una semana. Él se dedica a gatear, recordando sus tiempos de bebé.

Abrazos.

El alegre "opinador" dijo...

Sigo con los libros en papel. Me encanta su olor... Veo en los comentarios que lo de Gonzalo se quedó en un esguince. En unos días, otra vez escalando... Un saludo.

José Miguel Ridao dijo...

Ya está trepando el tío. Entiendo que cueste dejar el papel, es como otros avances, que la gente se resiste. Yo creo que en la próxima generación leerán en papel menos del 1%

Otro abrazo.