Las ideas que tenemos de noche mientras velamos, y no anotamos porque nos da pereza levantarnos, se pierden para siempre en el limbo de los sueños.
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Esa mosca que avanza encima de la mesa, se frota las patas y despega, ¿que pensará mientras vuela?
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Para mí no hay mucha diferencia entre matar una mosca porque nos molesta, un pollo para comérnoslo o un toro para cortarle una oreja. Quien diga que no hay crueldad en matar a los animales para comer, sino necesidad, que lea los relatos de exploradores que acabaron en una marmita hirviente para el festín de los caníbales.
14 comentarios:
Pero....un león mata con una gran crueldad a una cebra....incluso, se la come mientras está viva...es lo normal....
¿por qué no va a ser normal que un ser humano mate un cordero?
El miedo, la inadmisión de que en la vida hay sufrimiento y que el final de todos es la muerte, es lo que es anomal.
Besossss
Ahh...y no te preocupes de lo que piensa la mosca....si admitiéramos, hipotéticamente , que piensa...fijo que piensa aún menos que yo....
Más besos de domingo.
Ridao cariño,no vayas por ahí que a mi me encanta comerme un buen lechal,un buen filete y darme también el filete.
Besos hambrientos.
La próxima vez te levantas de la cama y las anotas, que ya estás bajando el nivel, Ridao. Pero claro, después de lo del Blas... ;-P
Un abrazo
P.S.: Por cierto, un alajareño con una cámara y una conexión a internet es un peligro
Yo no digo que sea normal, mangeles. Ni siquiera digo que sea cruel. Jeje, cómo me escaqueo...
Pues anda que a mí, Paqui... Con decirte que como piernas de cerdo momificadas que cuelgo del techo. Habrá algo más bestia...
Ay, ay, ése es mi Tato, dando caña. Lo de Blas es insuperable, tienes razón.
Abrazos jamoneros.
Vaya, vaya hoy si que me siento noqueada ante tus reflexiones.
Lo de la noche siempre me ha dejado una duda, porque yo por la noche suelo ser muy negativa en mis pensamientos o tal vez sea que soy más realista, y procuro olvidar lo pensado y sentido.
En cuanto a lo de lo animales es mi eterna controversia, soy carnívora, lo disfruto y me horroriza ver dañar a un animal, ¿hipocresia social?
Saluditos y seguiré pensando....
Señor Ridao, ya hablo usted una vez de colocarse una grabadora en la mesilla de noche por si acaso. ¿No lo hizo?... ya veo que no. sigue pensando que lo que nace en sueños se pierde. Pero no lo crea... se almacena para la vigilia. Pero estoy segura de que si una mosca no le dejara dormir no dudaria en levantarse y sacrificarla, por el bien de la humanidad, claro, y de su siesta, claro tambien.
Si somos capaces de matar (a una mosca, se entiende) por una buena siesta, ¿que no seriamos capaces de hacer por comer?
Mi padre me dijo una vez "si te contara como se hacen los donuts, no los comerias nunca mas", y ya ve usted... yo sigo comiendo donuts. Prefiero ni imaginarlo siquiera.
Besos mi señor.
¡¡ Qué bien soy vegetariana !!
Tienes razón,pero incomoda...
Un beso
Lo de la libreta en la mesilla de noche, tiene más peligro que una piraña en el bidé. Yo la puse una vez y no me volví loco de milagro.
Yo he pensado muchas veces que las moscas quese frotan las patas están diciendo: no te voy a dar na mamón.
Y con la tecera me acabas de joder.
Pensaba comerme unas chuletitas de cordero y ahora lo tendré que cambiar por una lechuguita. ¿No te jode el filósofo de Alájar?
Un abrazo.
Susana: yo creo que si lo asumes dejas de ser hipócrita.
Lo recuerdo perfectamente, Maile, y no lo hice. Yo sigo comiendo dónuts... y solomillos.
Es verdad, Veridiana. Volvemos a la hipocresía que dice Susana.
Eso es lo que hay, Rafael. Tú a comer lechuguita mientras yo me jinco una presa con patatas.
Abrazos solomíllicos.
El primer apunte lo he rumiado muchas veces...Hay días que me despierto y lucho por recordar una frase, una imagen, algo que vino en el duerme vela y se fue para siempre.La verdad es que en el limbo de los sueños hay poemas inéditos como para escribir toda una antología...Un beso
Yo también le llevo dando vueltas mucho tiempo. Digo yo que algo se podría hacer para guardar esos poemas. Lo de la libreta en la mesilla no vale; en cuanto se enciende la luz el poema desaparece.
Un beso.
Sorprendente, José Miguel: una mosca que piensa mientras vuela.
Saludos.
... y más que los zapateros (libélulas).
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