skip to main |
skip to sidebar
Amaneceres rojos
Si las nubes perdieran su grisura
y las heladas tardes del invierno,
preludio anunciador de un tedio eterno,
brillaran con el sol de la hermosura;
si el peso abrumador de la amargura
y el brillo deslumbrante del infierno,
seco, desnudo de calor fraterno,
se tiñesen de cielo y de blancura,
no tendría ya más, de madrugada,
que esconderme debajo de tus ojos
para espantar el miedo con la almohada
y conjurar amaneceres rojos.
Bebería tu luz todos los días
para ahogar mi dolor con tu alegría.
9 comentarios:
Monsieur RIDAO:
¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhh!
Salu2.
Pues ¿qué decir?
Que me encanta ese "bebería tu luz todos los días".
Felíz fin de semana
Muchas gracias a los dos. Me acabo de dar cuenta de que el primer verso tenía doce sílabas. Cambio mañanas por nubes; total, lo que importa es que eran grises.
Un abrazo, y feliz fin de semana.
Joder, Ridao:
¿ que tas fumao?
Cuidadín, cohones,
de tanto revolcones
que andas viejo
...y pellejo.
Precioso, amigo. Entre Enrique GM y su merced me están ustedes vosotros aficionando a la poesía. Gracias and welcome.
¡Ay, que me derrito! ¡Otro, otro, otro...!
Aplausos, medalla y beso, Ridao, te lo has merecido.
Es usted sorprendente, Sr. Ridao.
Vaya, en esta entrada habéis conseguido abrumarme, y bien contento que quedo, me lo voy a creer y todo. Bienvenida a Teresa, NGG que salga del armario poético, y a Liliana un besazo por argentina, por salerosa y por ser tan cariñosa siempre conmigo.
Abrazo-beso-beso.
Por el bien de la poesía en general y el tuyo en particular, he decidido seguir siendo un gran mariconazo (poeticamente hablando, claro)
Vaya, yo que te veía ya con unas florecillas en el pelo y una lira en la mano...
Publicar un comentario