viernes, 26 de agosto de 2011

Apuntes (126): El arte inefable (2)


Ojalá se pudieran agradecer las cosas sin decir nada, sólo con el sentimiento.


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Se habla mucho del canto de los pájaros, pero la música es de los poquísimos campos, acaso el único, en que el hombre ha superado a la naturaleza.

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Eso que llamamos vida es una materia blanda, moldeable, que a veces se estira y otras veces se vuelve rígida como el tronco de un roble. Y la vida está hecha de tiempo. La vida es tiempo habitado, habitado por rocas, pájaros, animales... Sólo la música de un genio consigue dominarla.

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Al fin y al cabo, la literatura no es más que una serie de abstracciones nacidas de la vida, y que en el mejor de los casos logran recordárnosla.

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Vale más un motete de Bach que todos los libros que han escrito los hombres en la historia.


9 comentarios:

L.N.J. dijo...

Hola encanto, suelo acompañar mis escritos con música. Para mí es primordial, siempre prefiero la radio a cualquier otro medio (chapada a la antigua). Radio Nacional de España me la bebo, sobre todo cuando cuentan toda la historia que hay detrás de estas hermosuras.
Brindo por esta entrada José Miguel, hay que entender lo que dices para llegar a la plenitud de ambas mezclas: música y literatura.

Besos a tierra mojada, ese post tan precioso que nos has ofrecido.

José Miguel Ridao dijo...

Pues venga ese brindis, Lourdes.

Er Tato dijo...

La vida es tiempo habitado...

A veces, una frase justifica todo el tiempo que pierdo en leer tu blog... ;-P

Un abrazo, poeta

José Miguel Ridao dijo...

Conque tiempo perdido, ¿eh? No podía ser empleado, invertido, gastado, dedicado, echado... ¡Perdido! Como si algo como el tiempo se pudiera perder... Sólo a un liberal, que somete todo a los mercados, se le puede ocurrir algo así;-))))))

¡Gracias!

Ladrillo dijo...

¡Qué razón tienes! De mi última época de descubrimientos musicales, te recomiendo el concierto para violín de Samuel Barber y cualquier cosa de Myaskovsjy, sobre todo sus Sinfoniettas (un genio demasiado desconocido).
Un saludo.

El alegre "opinador" dijo...

Por si el "Ladrillo" no te suena, que sepas que soy yo.
Saludos.

José Miguel Ridao dijo...

Hombre, ladrillo, cuánto tiempo. Cómo se notan los melómanos... Es lo que hace la escuela coral, que compartimos.

Un abrazo.

Muñoz Escasso dijo...

Ridao, qué bueno Bach.Exquisito de cojones, el tío.
Buen apunte sobre el hombre, la música y la naturaleza.
Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, Escasso. Si se le presta la debida atención, Bach siempre sorprende.

¡Qué poco verano nos quea...!