Me detengo abatido ante la fuerza
emergente y subterránea,
antigua visitante de los hombres.
Contemplo el llanto, el grito,
la insólita serenidad del doliente,
teñida de negro y de miseria.
Sólo queda el dolor sin esperanza,
la súbita tristeza,
la desesperación.
Si no tengo dolor, yo no soy nada.
La pintura de Edvard Munch es de una belleza aterradora, como sólo se encuentra en los que tratan de cerca con la muerte. La muerte en su expresión más cotidiana pero no por ello menos angustiante; la muerte como rito antiguo, implacable y terrible; el llanto de los familiares y de los amigos; el imposible consuelo mutuo consumado en un abrazo sin esperanza; los velorios de niños muertos, más tristes que la tristeza; el luto inacabable de las viudas de antaño, cuando el muerto estaba presente toda la vida, y no se enterraba su memoria en la tumba. Y también la muerte como desesperación, como grito horrendo bajo un cielo de color rojo caldera hecho con trazos sinuosos, asomada a una baranda que da a las aguas de un fiordo que se intuye negro y profundo. Pero donde Munch de verdad se acerca al significado de la muerte para el hombre, donde condensa el sentimiento de aflicción, es en los ojos sin cara de la mujer que pintó en 1885, que aparece al fondo de la habitación junto al lecho de muerte.
emergente y subterránea,
antigua visitante de los hombres.
Contemplo el llanto, el grito,
la insólita serenidad del doliente,
teñida de negro y de miseria.
Sólo queda el dolor sin esperanza,
la súbita tristeza,
la desesperación.
Si no tengo dolor, yo no soy nada.
La pintura de Edvard Munch es de una belleza aterradora, como sólo se encuentra en los que tratan de cerca con la muerte. La muerte en su expresión más cotidiana pero no por ello menos angustiante; la muerte como rito antiguo, implacable y terrible; el llanto de los familiares y de los amigos; el imposible consuelo mutuo consumado en un abrazo sin esperanza; los velorios de niños muertos, más tristes que la tristeza; el luto inacabable de las viudas de antaño, cuando el muerto estaba presente toda la vida, y no se enterraba su memoria en la tumba. Y también la muerte como desesperación, como grito horrendo bajo un cielo de color rojo caldera hecho con trazos sinuosos, asomada a una baranda que da a las aguas de un fiordo que se intuye negro y profundo. Pero donde Munch de verdad se acerca al significado de la muerte para el hombre, donde condensa el sentimiento de aflicción, es en los ojos sin cara de la mujer que pintó en 1885, que aparece al fondo de la habitación junto al lecho de muerte.
24 comentarios:
Un amigo mío tiene en su hall de entrada El Grito de Munch ¡hala! para recibir con agrado a las visitas.
Desde luego Munch plasmó como nadie el horror y la desesperación del ser humano.
Un beso y buenas noches, sin horror alguno
Vaya gusto el de tu amigo. Como para cenar después en su casa...
Buenas noches, y otro beso.
No te había dicho nada del poema, imperdonable.
Vales para todo y todos los temas le vienen bien a tu pluma. ¿Tienes un pacto con el demonio?
Re-besos
Gracias, Mery. Eso quisiera yo, dicen que en los pactos ganan las dos partes. Ahora sí, re-buenas noches.
Cada vez te pareces más a mí. Dime ¿de dónde te ha salido ese dolor?, así tan "Munch".
Besos José Miguel-
Magnífico Munch y magnífica tu visión sobre su pintura.
Siempre ha sido uno de mis pintores destacados. Ya tendré algún día un original suyo, todo se andará, todo se andará...
Abrazos, querdio R.
J.
No sé, Lourdes. Creo que todos lo tenemos encerrado, y de vez en cuando lo sacamos a pasear para que le dé el aire.
Qué horror, J. Yo no pongo un cuadro de ese tío cenizo en mi casa ni loco, no vaya a ser que yo me vuelva eso mismo.
Abrazos ceniceros.
Desde luego la muerte es el gran enigma, el mayor reto, el interrogante superlativo. En la muerte se cifra el sentido de la vida y se la pone en jaque. La muerte es la cuestión de las cuestiones. Pero, ¿y si no fuera el final...?
"Sénancour, en la carta XC de las que constituyen aquella inmensa monodia de su Obermann, escribió las palabras que van como lema a la cabeza de este capítulo: “El hombre es perecedero. Puede ser, mas perezcamos resistiendo, y si es la nada lo que nos está reservada, no hagamos que sea esto justicia”. Cambiad esta sentencia de su forma negativa en la positiva diciendo: “Y si es la nada lo que nos está reservado, hagamos que sea una injusticia esto”, y tendréis la más firme base de acción para quien no pueda o no quiera ser una dogmático."
Unamuno. Del sentimiento trágico de la vida
Milimétrica precisión en tus palabras, José Miguel. Más parece que hubieras utilizado un bisturí, y no un teclado, para imprimirlas. (Por cierto, yo también tengo, mea culpa, El grito, en una repisa de la librería, pero en postal: Skrik (1910). No sé si el título está en sueco o en noruego, pero la palabreja parece claramente una onomatopeya.)
Saluuuuudos.
El último cuadro es muy expresivo, pero no de la muerte, sino de la pena que provoca en los deudos. Ahora no sabría decir qué pasará con nosotros cuando muramos, pero, de no disolvernos en la pura nada, estoy convencido que nos aguardará la felicidad más plena. ¡Esperanza!
Pues es un tema muy interesante (un pintor genial aunque duro)-Hemos pasado de un duelo sin límites y absurdo----a un duelo inexistente-- Ambas cosas son antihumanas y son un horror- Un ser humano tiene derecho a sufrir el sufrimiento que siente-SIN MÁS- ni más ni menos- Pero hemos pasado de tener que llevar luto por ¡narices¡ a NO PODER llorar por ¡narices¡-- UN BESO RIDAO
Por cierto RIDAO- yo creo que Miguel se merece que este año llegue PAPA NOEL A CASA- con una gran barba blanca y todo vestido de rojo y con un saco de chuches-espadas de madera-musica y juguetes de puesto de pipera ¿o no? BESOTES
Rafael: muy bien traído el texto de Unamuno. Un luchador a brazo partido contra la muerte, como lo fue, en mucho mayor grado, Tolstoi. Yo los contemplo con interés no exento de cierta admiración desde mi sillón, sin entrar en luchas que considero estériles.
Gracias, Luis. La del bisturí es mi media naranja; algo me habrá pegado. ¿Tu quoque...? Ese grito me ha recordado a Schrek.
Eso quería decir, Joaquín. Refleja la aflicción. Ojalá sea como tú dices. Prefiero no planteármelo mucho.
Entre los dos extremos quizás prefiera el antiguo, mangeles, aunque no lo tengo claro.
Saaaaaaluuuuudooooossss.
Te colaste. Se lo merece de sobra. A ver si hago las gestiones pertinentes. Besos.
Bueno Ridao,menos mal que has aparecio,ya no sabía si te habías ido de puente,ahora que ya ha acabao,o te habías tirao,por uno,como no escribías,na,de na,bueno me alegro que hables de Munch,me encanta su pintura,creo que refleja como nadie el desgarro,la angustia,el miedo,vamos si tuviera dinero,me compraba el cuadro del susto,pa cuándo viniera la Bea a mi casa,vamos salía peiná a lo punky,y gratis.
Un beso pictorico.
Con que pongas tu foto Rocío,ya me daría miedo entrar,te recuerdo que existen brillantes cirujanos plásticos que hacen maravillas.
Munch me encanta Ridao , me alegra que lo recuerdes en el blog , soy muy de ir a ver exposiciones , pero sobre toddo de ir a buenísimos restaurantes y no sorbo la sopa no es mi estilo , quizás en tu pueblo si.
Un beso elitista.
Lo del cuadro del susto es de antología. Bea, a ver si vienes a Alájar, que sirven la sopa en cuenco y ni te dan cuchara, para qué. Que se venga Rocío con el cuadro del susto comprado en las rebajas.
Dos besos sorbeteros.
Yo soy más de follar, pero vamos lo poco que conozco de Munch me gusta. tiene algo de místico y de catártico(perdón por la gilipoyed).
Y me recuerda algo a Goya,(otra idioted), así que me gusta.
Tú sí que sabes, Escasso, tanta exposición ni exposición... Si se follara más en este país otro gallo nos cantaría. Además, es gratis (para algunos).
¡Uy!,la Bea viendo una exposición,eso habría que verlo,y grabarlo,pero si la única eposición que ha visto en su vida,será la de joyas,o la de juguetitos eróticos,anda Bea,otra que a mamarla a parla,mú bien dicho a los dos del folleteo,a eso es a lo que hay que decicar,el tiempo libre,y el no libre,también,ale...a empezarrrrrr.
Un beso calentito,como los churros,pero....duros,¡uy!,hoy estoy mú desbocá,mejor que deje de escribir.
Po zi, Rocío, porque te veo acabando la noche en Parla, jeje.
Ridao encanto no hagas ningún caso a la Rocío , yo estoy hasta cansada de ir a museos , que no solo hago menear el tacón , y eso de mandar a la gente a mamarla a parla , es de lo más ordinario que han oido mis oidos , estoy perpleja de que una persona que se mueve en ambientes tan elitistas , y con gente tan importante como la Rocío , utilice ese lenguaje de camioneros , pero tampoco me extraña , dado su nivel intelectual y cultural.
Yo estoy escandalizado. Mis oídos no están acostumbrados a semejantes expresiones...
Bea hazte el favor de pasar otra vez por la primaria,y luego hablas,que no sabes ni distinguir lo ordinario de lo que no lo es,guapa,yo también estoy escandalizada de leerte.Me voy de museos esta tarde pa ponerme a tu nivel de cateta,cuándo llegues mañana a Málaga te espero en la estación,con cara pija,pa acompañarte,vaya a perderse una persona de tu categoría intelectual.
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