martes, 24 de abril de 2012

Ideas manzanilleras


Iba yo el domingo caminando por el Real de la Feria de Sevilla -oficialmente comienza el lunes por la noche, pero eso no se lo cree ni el Tío Pepe- cuando, en vez de estar a lo que tenía que estar, me puse a elucubrar con las chorradas a las que me suele conducir el caletre, y parece ser que estaba inspirado, pues me salió un aforismo agudísimo, o al menos así me lo parecía, sin que por supuesto hubieran influido en su pretendida brillantez los mejunjes que los amigotes te obligan a beber en estos días. Traté de memorizarlo para anotarlo al llegar a casa, que tampoco era plan sacar una libreta y mancharla de albero, y seguí a lo mío: arrolito, caseta, nada de baile por supuesto, y calle del infierno con coches locos, noria y gusano loco incluidos, a 20 euros el pelotazo por atracción, teniendo en cuenta que hay que multiplicar por seis. Conseguimos escapar de ese averno inundado de decibelios a una hora prudente, llegamos a casa, baños, cenas, niños a la cama, relax, y es entonces cuando me acuerdo de mi genialidad de la mañana. Me siento delante del ordenador, abro con mimo el procesador como si fuera un pliego de papel verjurado... Blank page syndrom! Un mojón pa mí, no me acordaba ni de qué palabras contenía; sólo estaba seguro de que era bueno, de eso no puede sacarme nadie, ni el señor Alvear, ni la señora Argüeso. Como las cosas están así, y para no desperdiciar la idea, no me queda más remedio que filosofar.

Cuando uno tiene una idea de tal magnitud y trascendencia caben varias posibilidades, a saber: que se te olvide y pase al limbo de las ideas perdidas; que te acuerdes, la anotes y se quede para ti y la eternidad (lo que dure el soporte donde se anotó), o que la anotes y la publiques, mismamente en un blog como éste, que aunque no mucha gente alguno que otro lo lee. En ese caso la idea se difunde, la mayoría de las veces se olvida, pero en algunos casos se transmite y se deforma, hasta llegar a ser ese chiste malo que todo el mundo conoce pero nadie sabe quién inventó. Pues bien, yo afirmo, y tampoco se me ha caído el pelo que me queda, que da exactamente igual el destino de esa idea nacida de la vanidad: ni seguramente será tan brillante, ni a nadie le va a importar un pimiento, ni va a arreglar el mundo ni lo va a estropear: las ideas no son ni peligrosas ni beneficiosas, ni calan en la gente como algunos pretenden hacernos creer. Sin Aristóteles y Platón el mundo sería parecido al que tenemos, si no igual, y la Revolución Francesa fue un acto de voluntad, la idea de igualdad y fraternidad nos la quisieron vender luego. ¿Que no estáis de acuerdo con mi tesis? Pues consideradla como una idea y os habré convencido.

P.S. Y aunque no viene a cuento, hoy me han llamado para firmar en la Feria del Libro de Sevilla mis libros de Blogueína y Duérmeme Papi, el 17 de mayo a las 20:30 h. La última vez que fui con otros libros firmé cinco ejemplares en dos horas, y como eran amigos míos se los regalé. En fin, supongo que hay que pasar por estos trances...

5 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
¿Y no le habrá pasado a usted que se le ocurre algo gracioso y cuando se pone por escrito pierde todo el encanto? No sé qué da más pesambre si que se olviden las genialidades o ver cómo se convierten en gilipolleces.
Salu2 finos.

Juan Fco Romero del Castillo dijo...

Hay veces que se me ocurren cosas que me gustan y luego, al pasarlas a la pantalla no me gustan tanto, como refieren antes. Y otras que se me olvidan. Supongo que serán las buenas, que se evaporan de la neurona. La verdad me da rabia que se pierdan, porque me gustaría que quedaran por ahí. Quizá no sean la panacea, pero por lo menos te alegran un instante la existencia.

Mery dijo...

Y ¿cuándo se te ocurren por la noche y crees que lo recordarás por la mañana?
¡JA!
Hay que encender la luz corriendo y apuntarlo.
Que usted lo pase bien en la Feria....y olé.

eres_mi_cruz dijo...

es como con los sueños... siempre piensas que harías un peaso de película y...

en la feria del libro me ha pasado varias veces que le he preguntado a algún librofirmante el precio de un troquelable para los niños... me corroyó el remordimiento...
si te pasa debes explotar este sentimiento y responder: amigo, sólo soy un librofirmante con el corazón renqueante por su lacerante error... mas todavía puede devolverme algo de mi alma mutilada en comprándome este librito... anda resalao, que no son ni diez euritos... y la voluntad...

José Miguel Ridao dijo...

Pues eso no me pasa, Dyhego, soy tan gilipollas que me creo que todo lo que escribo es bueno.

Es verdad, Juan Fco, da mucha rabia. Yo aún trato de recordar la del otro día, y no descarto que vuelva.

Lo de la noche es mortal, Mery, te crees que eres Tolstoi, y cuando te levantas no pasas de Corín Tellado.

Lo tendré en cuenta, eresmicruz, gracias. Es más, acudiré de andrajos y corbata (esta última para que sepan de quién se trata).

Abrazos andrajosos.