Nos hemos encomendado a una repetición de las elecciones en un país menor. Aunque el resultado debería ser positivo, los indicadores económicos en el corto plazo empeoran en lugar de mejorar.
Se habla de que una intervención masiva del Banco Central Europeo puede estabilizar la situación, pero tampoco es seguro.
Hace una semana se anunció a bombo y platillo un rescate millonario a los bancos españoles, y el mercado, en lugar de acoger la noticia para calmar las aguas, presionó aún más a la prima de riesgo de la deuda española.
Las declaraciones del presidente español afirmando que no se trataba de un rescate sino de un préstamo y que a él no se lo habían impuesto, sino que era él quien lo había solicitado, así como su posterior marcha triunfal a ver el partido de la selección española de fútbol, no contribuyeron a que los acreedores nos vieran como un país serio.
A muy corto plazo, los mercados se mueven por rumores, corazonadas y sensaciones.
Los países ya rescatados (Portugal, Grecia e Irlanda) protestan porque las condiciones aplicadas a España son más ventajosas que las que se le aplicaron a ellos.
Italia se aproxima peligrosamente a la línea roja.
La famosa prima de riesgo está a merced de los mercados, y no tiene por qué responder a la situación real de las economías que solicitan financiación.
Estamos envueltos en una espiral especulativa que amenaza seriamente con la expulsión del euro de al menos cinco países, lo que sin duda generará pobreza durante un tiempo indeterminado.
No deja de ser triste que la especulación acabe con un proyecto tan consolidado como el euro.
No hay que negar el problema estructural del proyecto euro: la tremenda desigualdad entre distintas economías
El sistema económico capitalista no parece que esté en peligro: las grandes economías están saliendo de la crisis.
En el futuro inmediato las marejadas se fabricarán en China.
18 comentarios:
"No deja de ser triste que la especulación acabe con un proyecto tan consolidado como el euro".
Ni es especulación, ni el proyecto del euro ha estado nunca consolidado, Ridao.
Nuestro sistema financiero era el más robusto del mundo....y los malvados especuladores no se lo creyeron simplemente porque era falso.
Austeridad, austeridad, ¿austeridad? ¡y un mojón!.
Ni los más ricos de la familia nos avalan ¿y queremos que nos presten nuestros vecinos?
Hemos hecho todo lo que podíamos hacer como país, De Guindorrr y Rajoy dixit y redixit, y resulta que no sólo no hemos hecho ni la mitad de la mitad, sino que enviamos una carta a Europa mirándonos el ombligo y con más lamparones que un papelón de churros.
¿Especuladores? Si hombre, la culpa siempre es de los demás....
Abrazos conspiranoicos
más morfina para los griegos... perdimos nuestra piedra de toque...
esta panda de mamones europeos que semos, nos aferramos a las tetas de la Merkel como garrapatas... para mí que la primera en salir del euro va a ser Alemania...
La segunda vez en 30 años que unos sociatas muu suciatas nos dejan en la más absolutas de ruinas (moral y económica, y sin comentar lo del 36) y se salen de rositas los siusdelagran... El problema es de credibilidad, estoy de acuerdo, y en este bendito país mientras esos capullos de la rosa "roja" sigan y los de las gaviotas no tengan lo que hay que tener para limpiar la administración de tanta mierda, grasa y corrutos(Pepiño dixit)vamos apañaos, Ridao Bacalao.Pero como dice er disho populá: mientras haigaa vida ¡ay! Esperanza, o argo azín, pisha.
Menos mal que después de salir al rescate de nuestros compañeros italianos, nuestra Selección Nacional( y naa de La Roja, tronco ) se va a comé con papas a los gabachos o a la perfidia Albión, y gritaremos todos juntos We want the Peñón! o el Napoleones, cabrones trincarnos los coj... !
Hombre, Tato, reconoce que hay un montón de listos jartándose de ganar dinero a muy corto plazo gracias a los bandazos que está dando la Economía. Que la situación es mala: de acuerdo, pero ello no impide que haya especulación, que además es muy dañina. En este caso los mercados no son malvados, sino perjudiciales. Fallan, como de costumbre, y en los dos sentidos del verbo, aunque no tanto como los políticos. Dicho esto, lo de Rajoy y Guindito no tiene nombre, están dejando nuestra imagen por los suelos, y ahí sí que el mercado no se equivoca, huele la sangre.
No creo, eresmicruz, al final van a ser los alemanes y los franceses los que se agarren a nosotros y los italianos para salvarnos: como caigamos la crisis que les va a caer va a ser de aúpa.
Bacalao: ¡¡El fútbol nos salva! Aunque sea por un ratito (en minúscula). Eso sí, Rajoy que no se deje ver saltando en nuestros goles, que es lo que está esperando la prensa extranjera para crujirnos.
Abrazos sin especular.
Pues seguimos sin estar de acuerdo, Ridao.
La especulación es inherente al sistema de libre mercado y al capitalismo. Sin ella, no existiría la bolsa, ni los Estados podrían financierse emitiendo deuda, porque es precisamente la especulación la que da amplitud, profundidad y liquidez a los mercados de capitales. Si las acciones o los títulos fueran poco líquidos porque los mercados carecieran de las características anteriores, casi nadie compraría acciones o deuda pública porque no podrían deshacerse de ellas cuando quisieran. Reprochar que la especulación sirva para ganar dinero cuando ésa es su propia esencia es como reprochar a un empresario que quiera obtener beneficios o a un trabajador que quiera cobrar su salario. Por otro lado, hay gente que gana mucho dinero especulando, igual que hay gente que también lo pierde, pero de éstos nadie habla. La especulación siempre se construye sobre una realidad más o menos probable, o más o menos consistente. Pero claro, es mejor que sigamos buscando culpables y canallas. ¿Hay alguien especulando con la deuda alemana? Claro que no.
Dices que en este caso los mercados son perjudiciales... ¿Qué mercados? Bastaría con que hoy el BCE comprara deuda española -como lleva haciendo por cierto de manera intermitente desde el 2010-, para que la prima de riesgo bajara de manera espectacular. ¿Significaría eso que el mercado habría fallado? No, significaría que el libre mercado no existe, que es todo una pantomima, como de hecho lo es. Resulta curioso que llamemos malvados a unos mercados que ni siquiera son mercados. La prima de riesgo informa de que quienes nos prestan no confían en que podamos devolver el dinero en tiempo y forma, y esa falta de confianza -basada en realidades palpables-, no desaparece porque el BCE intervenga, simplemente se camufla y nos hacemos trampas en el solitario para después, eso sí, echarle la culpa a los malvados especuladores. Es como echarle la culpa a la policía de que un asesino mate...
Abrazos
No echo la culpa a los especuladores, evidentemente hay un problema de fondo, y muy grave. Dicho esto, sigo pensando que la especulación, entendida como "a río revuelto..." es perjudicial y dañina. A mi juicio constituye uno de los fallos del mercado más importantes, y no está suficientemente estudiado su efecto. Todo deriva, como siempre, de la asimetría, del desequilibrio. Los especuladores (los grandes) están en una posición ventajosa. Además, si no se le pone coto se llega a desastres como el de España: no me negarás que la especulación en el sector inmobiliario ha tenido gran parte de la "culpa" de la situación. Ello no significa que los mercados sean "malos", sino que es necesaria una vigilancia exhaustiva y, en casos extremos como el de ahora, una intervención decidida. Está claro que la imagen que estamos dando no ayuda. Por otro lado, seguramente habrá quien especule con la deuda alemana, pero las grandes ganancias (y pérdidas) a día de hoy están en los bandazos que dan las economías PIGS. Si las aguas bajan revueltas, la especulación las convierte en remolinos.
O asín...
Pedazo de imagen que me he buscado para el perfil, ¿ehnnn?
Verás, Ridao, según yo lo veo, hay dos tipos de fallos en los mercados cuando éstos se dejan a su libre albedrío.
Una categoría de fallos que afecta al propio concepto de libre mercado, relacionada con la información asimétrica de las partes o las tendencias monopolísticas, y que deben ser corregidos con contundencia por el Estado, precisamente para que se les pueda seguir aplicando el adjetivo de "libre". Es lo que yo llamo regular el mercado, que no intervenirlo. Velar por unas reglas de juego que, al menos tendencialmente, acerquen al mercado a la libre competencia. Y yo, desde luego, no incluyo a la especulación como uno de los errores del mercado que debe ser corregido por los Estados, salvo que la misma se vea afectada por información privilegiada o asimétrica, o acciones monopolísticas, que no considero que sea el caso.
Y otra categoría de fallos -aunque yo preferiría llamarlos errores de los agentes-, que forman parte precisamente de la propia esencia del libre mercado: las decisiones erróneas de los agentes económicos. El mercado debe purgar al mercado, sin intervención estatal alguna. Es la asunción de las consecuencias -positivas o negativas-, de las decisiones de cada agente la que aproxima a un mercado cualquiera al libre mercado.
O asao...
P.S.: A mí me gustaba más el aire canalla de tu perfil anterior.
Y ya puestos con mi pedazo de perfil, también he actualizado el apartado "intereses".
Pero es que la especulación sí tiene información privilegiada, todo gran capital la tiene. Además, aunque no la tuviera, el hecho de que actúe libremente no garantiza su inocuidad: un tornado es un fenómeno natural, pero destruye poblados, y cuando la especulación entra en una espiral se lleva todo por delante. Hay que perevenirla y, si no se ha hecho, frenarla llamando a Superman si hace falta.
Yo entiendo que la segunda categoría a la que te refieres no son fallos del mercado; más bien son la constatación de que la mano invisible no existe. Sí son fallos, sin embargo, los que cita la teoría económica: externalidades, ciclos, desigualdad, bienes públicos... Los mercados hacen aguas. A partir de ahí, que se necesite regulación o intervención es una frontera muy fina, el principal punto de discrepancia entre keynesianos y liberales.
P.S. La imagen anterior tuve que quitarla porque aparecía mucho mayor de lo que soy, y uno es algo presumido...
Pues si a que Grecia, Portugal y España van como el culo, o que los 100.000 millones para rescatar a los bancos van a empeorar las cuentas públicas de España, lo llamas tú información privilegiada... Nada es inocuo, Ridao, y mucho menos la intervención del Estado para que la libertad sea inocua. ¿Que el Estado prevenga? Le asignas al Estado unas cualidades que la lamentablemente no tiene.
En cuanto a la mano invisible, ahora resulta que la mano invisible que incentiva que el propio mercado -si lo dejaran...-, haga perder a quienes invierten y gestionan mal, y ganar a quienes lo hagan bien, es la constatación de la inexistencia de esa mano invisible. ¡Acabáramos...!
Y la frontera entre regulación e intervención es muy nítida, Ridao. Si se quiere ver, claro. Precisamente ahora voy a buscar unas declaraciones que le acabo de escuchar en la radio a la Consejera de Hacienda para ilustrar mi próxima entrada en la taberna. Me ha parecido escuchar al mejor Keynes con voz de mujer.
Lo dicho, me gustabas más con el cubata. No sé, se te ve más keynesiano. ;-P
Un abrazo con las dos manos
No es esa la información que hace ganar dinero a los especuladores, por supuesto. Si no sería yo quien especulase. Ya sabemos cómo están las cosas, pero las posiciones a corto plazo pueden empeorarlo todo, la especulación puede ser dañina, igual que el Estado. La diferencia es que el Estado se puede más o menos controlar. Coincido contigo en que para como está el nivel estatal, mejor que se queden quietecitos. El Estado sí puede prevenir, tú mismo lo has dicho más de una vez: una función de control del BCE o del BE para que los bancos no se dediquen a hacer barbaridades. Eso es prevención, pero no se ha hecho. Lo de la mano invisible me lo envaino, se me ha hecho la churra un rollo. Sigo pensando que la intervención está muy cerquita de la regulación, todo depende de donde se sitúe cada economista, y yo siempre tiendo al término medio. A lo mejor me equivoco, pero en una de nuestras conversaciones opinabas así, cualqwuiera la busca ahora.
Voy a tener que volver al cubata, el puro y el sombrero para que me tomen en serio.
Se me olvidaba:
Enviado desde mi PC universitario, mientras vigilo a 50 alumnos el segundo parcial de mi asignatura, sacando partido a los recursos públicos y al mismo tiempo permitiendo que suba el porcentaje de aprobados vía copieteo, a mayor gloria de la excelencia de la enseñanza universitaria española.
Que conste en acta para la posterioridad.
Me miro en este Simpson de Van Gogh y no me encuientro. No sé, no sé...
No le des más vueltas, Ridao, lo del Simpson es una mariconada que no te va nada. No se van a tomar en serio ni tus poemas.
Endíñales a tus alumnos un buen modelo econométrico de esos que ni con el libro por delante, ya verás lo que nos ahorramos en becas... ¡Ah, no, que tú enseñabas cosas de márketing y mariconadas de esas...! ;-P
Un abrazo tocapelotero
A tomar por culo el Simpson, más vale una vez azul que ciento gilipollas.
No te pierdas lo que me dice un nota (ojo, 4º curso), al entregarme el examen: "Maestro, ¿cuándo sale la nota?". Decidido: dejo el marketing y opto a un puesto en teoría económica: al menos allí no se enteran tampoco, pero no se andan con tantas confianzas.
¡País...! ¡Universidad...! ¡UPO...! ¡Marketing...! ¡Sus mulas...!
Mejor ahora, pero de verdad que a mí me gustaba tu foto de antes. Sin coñas...
¿De verdad te ha dicho maestro? ¿En un examen de marketing? Yo le hubiera puesto un cero sobre la marcha y que reclame la revisión del examen.
Oye, cuando empieces a dar Micro o Macro, ¿me podría matricular en tu asignatura? Me lo iba a pasar como un enano en clase..., maestro. ;-P
Porlagloraimimadre, Tato, me ha llamado maestro, y no al modo con que uno se dirige a un director de orquesta o a un campeón de ajedrez, no, sino como al maestro que tuvo con cinco años, con todo el respeto. Si le pongo un cero pone un recurso y el rector me llama a su despacho. Quita, quita, no sabes cómo se han puesto las cosas...
Si me aceptan en Micro te aviso, pero en Macro ni de coña, que te conozco...
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