jueves, 26 de enero de 2012

En aquellos días


En aquellos días la lluvia era distinta;
llegábamos a casa con los rostros mojados,
oliendo a tierra.
Vestíamos la luz con nuestras risas,
y a la tarde mirábamos pasar
filas de niñas con sus uniformes
rojos y azules, igual que nuestros sueños.
Parece mentira tanta dulzura.
Por la noche jugábamos al fútbol
como héroes, sin salir de la cama,
y poníamos esposas a los malos
para luego amanecer radiantes,
dispuestos a bebernos la mañana,
en aquellos días…

Ya no quedan buenos a este lado de la calle,
las noches se han poblado de jinetes
que pisan con sus cascos nuestros ojos
llenos de cieno,
y nadie viene en nuestra ayuda.
El sol asoma por detrás del bosque,
amanece,
hace tanto frío, duele tanto…
y nadie viene en nuestra ayuda.


10 comentarios:

Dyhego dijo...

Me gusta, Monsieur Ridao.

José Miguel Ridao dijo...

Mersí bocú...

enrique baltanás dijo...

A mí también me gusta, Ridao.

Ángeles dijo...

Y a mi también me gusta mucho
Un beso

Martín López dijo...

I remenber Wilfred Owen.

José Miguel Ridao dijo...

Enrique, Ángeles, ¡gracias por los ánimos!

Sactamente, Matín: Disabled. The giddy jilts. En realidad es un tributo a Owen, ese poema me marcó. Pero esto es otra guerra.

Abrazos.

El alegre "opinador" dijo...

Hermosos versos... Pero inquietantes.
Un saludo.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, alegre. A mí la poesía me inquieta. Un abrazo.

Mery dijo...

Pedazo de corazón puesto en este pedazo de poema.
Un beso

José Miguel Ridao dijo...

te lo agradezco de veras, lo he puesto todo en este poema, precisamente.