Las frases y las palabras se entrelazan a ocho voces en maravillosa armonía, pero lo realmente conmovedor es la música, música sobrenatural, trascendente, transida de emoción; música, si es que esto es posible, divina. Podría seguir escribiendo sin llegar a transmitir su mensaje; sólo el lenguaje musical es capaz de hacerlo, y Bach es el instrumento elegido por Dios para interpretar su sinfonía.
Lo mejor es escuchar el motete en una iglesia y con los ojos cerrados, pero mientras surge la oportunidad sirva esto de muestra.
11 comentarios:
Una vez más , me alimente de lo que leo , de lo que escucho Aquí y Ahora , me emocioné , vibro y lloro .
Maravillosa entrada Ridao san , en la música Todos nos reencontramos , la música toca el corazón del hombre .
Mi propuesta musical de hoy es : Chopin .Walzt .Op.64 n2.Artur Rubinstein .
Le envio un abrazo con los sonidos de esta música desde Oriente .
Rosna
José Miguel, muchas gracias por tus comentarios y por el enlace, estoy leyendo poco a poco tu blog y tengo pendiente mi teoría sobre los calcetines desparejados (tema que siempre me ha hecho pensar, no es broma, y me sorprendió encontrar como objeto de reflexión en una entrada)pero hoy me acerco aquí porque tengo un amigo que se apasiona hablando de poesía y mantiene que la poesía es música y lo demás son ganas de hablar, que ese lenguaje cuenta verdades como puños.
Música sobrenatural, dices tú, trascendente y que te acerca a la idea de Dios. Le recomendaré tu entrada.
Un saludo.
Me alegro, Rosna, de que te gustara tanto la música. Buscaré ese vals de Chopin.
Sé bienvenida por estos andurriales, Olga. Coincido con tu amigo en la poesía de la música. Cuando encuentres una explicación a lo de los calcetines dímela por favor, aunque sea en verso.
Un abrazo.
Querido José Miguel: yo creo que, aun cuando Dios no existiera, el hombre es un ser místico que no se resiste a ser sólo un cacho de carne con ojos y ese ser místico despierta con la belleza, el amor, Dios y la alta música. ¿Has oído el Ave verum corpus de Mozart?
Ex corde,
Jesús Cotta
No sólo lo he oído, Jesús, sino que lo he cantado decenas de veces. Cuando no llevaba un blog tenía tiempo libre y cantaba en un coro polifónico. El ratito en que cantaba el Ave Verum me hacía creyente, pero se me pasaba luego tomando las cervecitas con mis amigos del coro.
Un abrazo.
Sí, suele ocurrir. Un abrazo
Vengo a leer esta entrada desde tu comentario en mi blog, feliz concidencia mucical en estos dias.
No me extraña que digas que este motete habla de Dios, o que Dios la ponga en los pentagramas de Bach. Siempre que escucho música barroca tengo esa sensación de divinidad inexplicable, así que entiendo de lo que hablas.
Un abrazo y encantada de conocer tu blog.
A mí esa sensación me viene sólo con Bach. No es que en el barroco no haya otros músicos, pero lo de Bach no es normal. Es como si no fuera humano.
Un abrazo, y gracias de nuevo por la visita.
Estoy de acuerdo contigo: lo de Bach no es normal.
Por otro lado, pensando en Mozart, tengo la impresión de que tampoco es normal, aunque ya no por el lado divino como Bach, sino por el humano. No sé si me explico.
Te explicas perfectamente, Mozart es el ingenio, la perfección, el talento en grado máximo, pero al mismo tiempo tremendamente humano. Bach, sin embargo, parece que componía por orden expresa de Dios. Sospecho que a principios del XVIII ya se había agenciado el Altísimo un ADSL apañao, y camufló a Bach el Internet debajo del clave.
Nice Blog
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