jueves, 27 de agosto de 2009

Reservando entradas

No me refiero a entradas para la ópera ni para los toros ni para el cine, no; hablo de las entradas en los blogs. ¿No os pasa que ahora en verano, como muchos de nuestros lectores y comentaristas habituales están de vacaciones, guardáis algunas entradas buenas para más adelante? Los que estamos en esto sabemos que hay entradas ligeras, otras que son simples divertimentos, o de transición, o de fin semana, pero también hay otras que nos hemos trabajado mucho, y de las cuales nos sentimos muy orgullosos. Yo pensaba que este verano me iba a tomar el blog en plan tranquilo, pero al final he seguido manteniendo un ritmo bastante alto. No es que haya pensado mucho en esto que os digo; de hecho he colgado entradas en las que me he volcado, pero confieso que alguna me estoy guardando. Son ésas las que queremos que tengan mayor difusión, que las lean cuantos más mejor, que las comenten y, por qué no, que nos las alaben. Al fin y al cabo el blog tiene claramente algo en común con el libro: en ambos se publica, y quien publica lo que quiere es que se conozca su obra, deseo legítimo que no hay que confundir con la vanidad.

Al final es el dilema de siempre: ¿escribimos para nosotros mismos o lo hacemos para otros? Pocos son los que optan por lo primero; yo, desde luego, confieso que no.

P.S. Ahí queda este pedazo de entrada en pleno mes de agosto, para que nadie me tache de reservón.

23 comentarios:

Er Tato dijo...

Buena entrada, chiquillo. Y nada reservona, es cierto. Aunque tienes razón -yo también escribo para que me lean-, soy incapaz de guardarme nada, como habrás comprobado este mes de Agosto. Seguramente, más de uno se va a perder mis maravillosas historias tabernarias [;-)] porque estarán pisoteadas por esas otras entradas que no me puedo guardar.

Lo mismo me pasa con los regalos. No sería la primera vez que entrego un regalo de cumpleaños una semana antes...

Un abrazo

Juanma dijo...

Pues yo, que también dije que pararía el blog en agosto, bla, bla, bla...no me he reservado ninguna entrada. Es más, me han quedado monas las publicadas. No hay nada espectacular reservado para la vuelta de los malandrines agosteños...que están al caer.
En cuanto al asunto de la escritura. Creo que lo tengo claro (qué contradicción tan fina, ay, si es que me salgo): escribo, en primar lugar, para mí, exclusivamente. Nada leerás mío que no me haya gustado a mí antes. Luego completo el círculo (otra contradicción): nada guardo, escribo para que me lean y me digan lo guapo que soy.

Un abrazo, José Miguel.

P.S.: pedazo de comentario agosteño para tu pedazo de entrada agosteña.

Capitán dijo...

Pedazo de entrada, no te preocupes, siempre nos quedará París, así que de reservas nada de nada.

Y bromas aparte, sí que has colgado entradas muy buenas en agosto, lo cual es una alegría para los que hemos podido seguir algo los blogs que quedan vivos.

Joaquín dijo...

Lo suscribo de la cruz a la fecha, como dicen los castizos. En mi caso, sí que me estoy reservando entradas, aunque están todavía en mantillas...

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Eres un genio Ridao.

Muy buena entrada.

Yo no pienso como la mayoría de los autores de Blog. No me gusta reservar entradas para que las lean más personas, o para publicarlas en tiempos mejores.

La Literatura, la escritura, es el arte de los grandes y los presagios no pueden ni contenerse ni reservarse.

Guardar algo para que te lean más, no es Literatura, es una auténtica gilipollez. Es basura. Esa es la basura que odio.

Debemos seguir a nuestro ritmo, unos dan más otros menos, un día se puede, otro no, y nunca forzar la máquina, pero ojo, nunca reservar, es de gilipollas vanidosos.

Máster en nubes dijo...

Qué curioso, qué distintos se puede ser José Miguel,

Yo no puedo escribir y reservar en el blog para una mejor ocasión o para luego. Tal y como escribo ese día o el anterior, sale siempre, nunca guardo nada en la bitácora, es un tema de impulso.

Y si no escribo nuevo es porque estoy escribiendo otra cosa y no me da la vida, pero publico todos los días porque me gusta que haya algo "nuevo" siempre, la entrada del día aunque las haya publicado ya.

Y luego espero que se entienda esto, no sé cómo explicarlo: es genial que te lean, fenomenal que guste y mejor que comenten, pero reconozco que personalmente me da igual, que si un día no entra la gente, no lee, no comenta, sigo igual, no me afecta nada, de verdad. Yo sigo, erre que erre, todos los días escribiendo.

Y eso que el blog acompaña mucho el invierno y el verano, ;-), uno se siente menos solo, claro y da mucha alegría que la gente venga y tal, por supuesto.

Pero al final para mí me es igual tener 800 páginas vistas en el día que 70, 100 nuevos visitantes que 20, 18 comentarios que ninguno. Lo digo como lo siento.

Es otra cosa, no puedo explicarlo, suena chulería quizás, pero no lo es, de verdad no lo es.

Olga Bernad dijo...

Se escribe desde dentro y hacia fuera, y en los blogs todo es gratis, tanto ir como no ir, así que ya está bien de disculparnos siempre;-)
Yo recuerdo que la entrada más trabajada y larga, a la que dediqué todo un mes, la colgué en agosto del año pasado. Pero quizá en verano sea lógico descansar, yo llegué a junio arrastrando el alma. Los críos no tienen cole pero nosotros sí tenemos trabajo, y todo nos llama a gritos, y todo nos limita.
Para mí ha sido un placer que algunos hayáis seguido, me gusta darme una vuelta por vuestras casas en las noches de verano. Aunque a veces sólo mire por la ventana y no llame.
Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Dices bien, Tato; tú en agosto has echado el resto. Se te anota el afán por compartir. Además, siempre puedes colgar las historias tabernarias más adelante, aunque sea repitiendo, o publicarlas por otro medio.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Juanma, tu círculo virtuoso en torno a la escritura es lo suyo. A mí me pasa igual: yo escribo buscando dentro de mí algo que sea tan bueno que deslumbre a los lectores (¡bien, me ha salido un aforismo! Juanma, eres una mina).

Abrazos aforísticos.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, Capitán. ¿Y por Segovia? Me temo que el tiempo no os ha acompañado para comer cordero, ¿no?

Besos para todos.

José Miguel Ridao dijo...

Joaquín, yo en realidad tampoco es que me reserve entradas, sino ideas. La entrada la suelo redactar en el momento de publicarla.

Bienvenido por mis Andurriales.

José Miguel Ridao dijo...

Joder, Javier, empiezas por llamarme genio y acabo como gilipollas vanidoso. Buscaré el término medio, je je.

Fuera de bromas, tampoco creo que sea para tanto reservar alguna cosilla. Ya digo en la entrada que no hay que confundir la vanidad con el deseo legítimo de un escritor de ser leído. Casi todos los grandes escritores han sentido esa necesidad, y algunos que no la han sentido han sido escritores mediocres. Fíjate que el caso más reciente del que he tenido noticia es el de Casanova, que en su ancianidad, recluido en un Castillo en Bohemia y olvidado por todos, comenzó a escribir el relato se sus aventuras para combatir el tedio y sobrevivir a su mísera existencia, sin la esperanza de que nadie las leyera. Creo que hay ejemplos de escritores excelsos en los dos bandos, sin olvidar el término medio.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias por tu sinceridad, Aurora. Lo que cuentas dice mucho de ti, y bueno.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias por estar, Olga, a mí al menos me da ánimos. Ya queda poco agosto, ¿eh?

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Pues por estos comentarios, y si lo tomamos como una muestra significativa, resulta que la mayoría del mundo bloguero escribe por el placer de escribir, sin pensar en sus lectores y, por lo tanto, sin reservar una sola entrada con la idea de obtener una mayor audiencia.

Ojú, me habéis dejao un tanto acomplejaíllo. Os pasaré la factura del psicólogo...

Marisa Peña dijo...

Vaya...Aquí hay pàra una larga conversación y dudo que todos estuviéramos de acuerdo. Yo a veces pienso en los lectores, sobre todo en los fieles, en los amigos,los que siempre están ahí; pero otras no, y me lanzo y lo dejo allí y punto...A veces planifico y a veces no.Creo que los blogs son como sus dueños, y yo soy muy, muy, constante, pero también inmprevisible,y de vez en cuando me gusta saltarme mis propias reglas...besos Ridao que ya nos queda poco(SNIFF)

José Miguel Ridao dijo...

Al final es eso, Marisa, que el blog se parece a su dueño, como dicen que pasa con los perros;-)

Mejor no pensar en septiembre. Yo suelo decir: "qué bien, todavía estoy de vacaciones".

Besos.

Juanma dijo...

Ay, y yo que las comienzo ahora...de mis vacaciones hablo. ¡¡Qué contrariedad!!

José Miguel Ridao dijo...

Lo siento, Juanma. Me acordaré de ti mientras dejo a los niños en el cole...

Javier Sánchez Menéndez dijo...

José Miguel, ni de coña. Eres un genio. Me solté porque me lo has puesto a "guevo".

Lo de reservar entradas lo dejamos para los "máquinas".

Un fuerte abrazo, amigo.

José Miguel Ridao dijo...

Bueno, Javier, quedamos en que soy un poco genio y un poco máquina, con predominancia de lo primero.

Abrazos.

América dijo...

Gusto en saludarte de nuevo.

Ya había leído ésta entrada por demás muy interesante,claro que queremos ser leídos,parto de la premisa (y no es la primera vez que lo comento),bastaría con que fuéramos los únicos con acceso a nuestro blog para que nadie nos leyera.

Tenemos cosas que decir,divulgar o mostrar según sea el perfil de nuestra bitácora,tratamos de dar lo mejor,comentamos y nos comentan la esencia está ahí donde nos comunicamos.

Mi mas cordial saludo y un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Me alegro de que coincidas conmigo, América. Estaba empezando a sentirma un bicho raro.

Un abrazo.