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Tirando piedras
Ayer estaba dando clase a mis alumnos
y les tiré una piedra a cada uno.
No para darles, ni para asustarles,
sino para despertarles, para llamar su atención
y hacerles vivir.
Todas las piedras rebotaron en los pupitres
y cayeron al suelo,
menos una, que fue a parar a un pequeño estanque
encima de un pupitre de la cuarta fila,
y el agua se llenó de surcos
que se reflejaron en los ojos de su dueña.
Al menos una piedra
había dado en el blanco.
Pero no, no estaba en clase,
era un sueño causado por la fiebre,
que me tenía en cama casi delirando.
No fue una pesadilla, sino un sueño hermoso
del que me acordaré pronto,
cuando empiece de nuevo a tirar piedras.
14 comentarios:
¿No habrá depresión postvacacional a estas alturas? Estoy convencidísimo de que tanto tú, como tus alumnos, estais deseando...¿cómo era aquella película?..."Voooolveeerr a viviiirr".
Ay, y yo que comienzo hoy mis vacaciones. De verdad que no puedo con tanto sufrimiento...
Abrazos.
Eso se llama "deseo" y "ganas". Ya queda poco, amigo, ya queda poco para agosto de 2010.
Un abrazo.
Con que dé sólo una en el blanco basta a veces ¿no, José Miguel?
Y el tipo ese de más abajo que se va de vacaciones podría no pasárnoslo por las narices, digo yo, amos, home.
Ay, ay, ay, si es que sólo quiero compartir mi sufrimiento con los amigos...no se me enfaden.
Noto cierta guasita en tu comentario, Juanma, aunque igual estoy hoy un poco susceptible. Por si acaso ándate con ojo, que tengo el número del Manteca, que se suele ganar dinero extra con ciertos trabajitos...
No te creas, Javier, que algo de eso hay. Ten en cuanta que he pasado el verano con cuatro churumbeles sin colegio.
Pues sí, Aurora, tal como están las cosas ya basta. Como siga así ese sujeto vamos a tener que ir todos a su blog a ajustarle cuentas.
Ah, y es verdad que ayer estuve en cama un fiebrón y tuve ese sueño.
Un abrazo yafaltamenospalcoledelosniñero.
Sigue así, se necesitan muchas piedras para que algunas caigan dentro de los estanques. La pena es que ya quedan pocos lanzadores. Me recuerda a la parábola de la semilla que caía en tierra buena y fructificaba.
Y el poema tan bueno como de costumbre.
Un abrazo
Qué buena esa imagen de la piedra lanzada contra el pensamiento de una alumna. Y qué peligrosa. Para bien o para mal, un auditorio menor de edad es un campo blanco sobre el que dejar marcas.
Seguro que tú dejas las que a ellos les convienen.
Un beso.
Qué bien, Capitán, alguien que habla del poema, con lo contento que yo estoy, que me ha salido en momentos de delirio febril. Me sentía como uno de esos poetas románticos hartos de absenta, aunque reconozco que algo debe a Sánchez Rosillo, que estoy leyendo ahora.
Es verdad que tiene cierto peligro, Olga. Yo procuro transmitir vaores positivos, pero es inevitable la subjetividad. En cualquier caso, mejor que lo que ven en la calle será...
Abrazos dos.
Es un reto y un privilegio,esperanza y frustración,quien tienen en su mano trasmitir conocimiento y valores debe insistir.
Por supuesto es hermoso el poema,pero el mensaje le supera y la reflexión llega mas rápido.
Abrazos.
Lo del poema me pareció de una ternura nostálgica y para colmo, con un tinte de parábola.
Habría que analizar si es una metáfora o tus alumnos realmente se duermen en tu clase de Economía...
Un cariño grande Ridao.
Tienes razón, América; hay poemas que tienen un mensaje tan claro que eclipsa un tanto su valor estético; es la vieja dicotomía entre el fondo y la forma. Y sí, la profesión docente tiene algo de todo lo que dices, aunque por desgracia la frustración lleva mucho tiempo ganando terreno, al menos en España.
No había pensado en lo de la parábola, Liliana. Siempre eres muy aguda. Y es metáfora, ¿cómo lo dudas? ¿Quién podría dormirse con las maravillas de la microeconomía, ciencia apasionante y entretenidísima?
Y ahí estamos, preparados, listos...Curso 2009/2010.Espero que, como siempre, traiga un poco de todo y que lo sigamos contando.A ver qué poemas de economía les regalas y qué versos te sugieren(y tú tienes lo mejorcito, como le digo a mi prójimo, que sois unos "previlegiaos") Besos para todos
José Miguel,seguramente la fiebre no te dejó ver que las piedras rebotan y se reflejan en más ojos de los que creeis aunque los alumnos no os lo digan o el profesor no se dé cuenta.Bonito y romántico sueño.
En Economía poemas y versos más bien pocos, Marisa, tendré que seguir buscándolos en el blog. Y sí, lo reconozco, somos unos "previlegiaos", y yo más, que estoy en el nocturno.
Hola, bambu. Creo que tienes razón en lo que dices, muchas veces nuestros mensajes llegan más lejos de lo que creemos. Aunque no lo parezca, algunas piedras que parece que caen lejos también salpican a los alumnos.
Un abrazo.
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