martes, 29 de septiembre de 2009

Recuerdos del futuro


¡Qué terrible la soledad desértica
de los que al fin alcanzan el Olimpo!
Esas almas dejadas a su suerte,
enterradas en vida con honores
de estatua venerada los domingos
por bandas de palomas indecentes.

Y más injusta es otra soledad:
la de aquellos que nunca pretendieron
durar en los recuerdos del futuro,
y vieron que tampoco en el presente
podían reconocer ningún recuerdo,
que no eran más que hoyos en la arena
esperando a que suba la marea
para llenarse... y desaparecer.

Nada se gana con esa mirada
atrás, a lo que ya nunca seremos.
Quien se asoma a ese pozo sólo encuentra
agua turbia y recuerdos solitarios.

18 comentarios:

Julio dijo...

La caña, Ridao. Me ha gustado mucho.

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
En la calle donde nací vivía una señora (de Sevilla, casualmente) con su sempiterno acento que le decía a siempre a mi hermano menor: ¿qué se dice? Y él tenía que responder: "se dise jolines capullines".
Eso digo yo: jolines capullines, qué entrada más "megaguais" (ha tardado usted un par de día pero el alumbramiento ha sido bueno).
Recuerdo las estrofas de Edith Piaff cuando cantaba: Con todos mis recuerdos / he encendido el fuego.
Si pudiéramos deshacernos de los malos recuerdos y conservar los buenos...
Salu2.

Juanma dijo...

Qué poema más inteligente, José Miguel. Me ha encantado "de estatua venerada los domingos/ por bandas de palomas indecentes".
Lo tengo que releer, da para detenerse, para pensar...y mucho.
Lo dicho: un poema muy inteligente.

Un fuerte abrazo.

Mery dijo...

Como ya apuntan delante de mí, este poema hay que releerlo.

Todo en él se adivina relativo, la gloria ya en soledad tras la muerte, y la mirada atrás de los mediocres. Terreno baldío.

Me ha gustado, y mucho.
Un abrazo

Alejandro Muñoz dijo...

Lo peor de leerte a estas horas es que puedo perder el sueño.
Muy profundo, José Miguel ...y acertado.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¡Mery no digas lo de "y mucho"!

¡Tú no, mujer!

Ridao, chapeaux.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Buenos endecasílabos, sobre todo la primera tanda. Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Muchas gracias, Julio, valoro mucho tu opinión.

Qué buena Edith Piaff, Dyhego. Ah, y lo de jolines capullines no lo he oido nunca por estos lares.

Esos versos son mis preferidos también, Juanma. No pensé que el poema fuera inteligente; lo releeré yo también.

Mery, la mirada atrás de los mediocres y de los no tan mediocres. Mejor no mirar mucho atrás desde el futuro a nuestro presente. Total, ¿qué ganamos con eso?

Gracias, Álex. Yo ahora me estoy yendo a la cama antes de las 12, precisamente para no perder el sueño.

Javier, lo de "y mucho", viniendo de Mery es un halago. Gracias por el sombrerazo.

Gracias, Jesús, tomo nota, me das información muy valiosa (iba a decir feedback o retroalimentación, pero la palabra es horrible).

Un heptaabrazo.

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO:
No sé si era una expresión sevillana o no, lo cierto es que esa señora, Rosario, lo decía y con su acento sevillano (que no lo ha perdido porque hace poco la volví a ver y después de lo menos 40 años en Murcia) y eso le daba una dimensión especial.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Casi da igual lo que se diga , si está tan bien dicho, las palabras justas el ritmo preciso es lo que queda en la primera lectura, lo profundo ya lo veremos en la segunda.
Un beso

José Miguel Ridao dijo...

Entonces habría mantenido el acento con nuevas expresiones. Es interesante, Dyhego, como si un bilbaíno me llama pisha o miarma con acento vasco.

Pues qué bien que me digas eso, anónimo. Yo hago mío el lema de Darío, y sigo persiguiendo una forma.

Abrazos formales.

Anónimo dijo...

Según mi calendario Voltaire dijo "Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento"

Anónimo dijo...

La paradoja del título vale por todo el poema. Enhorabuena.

José Miguel Ridao dijo...

Muy bien traída esa frase de Voltaire. Muchas gracias.

Gracias, Octavio. Los títulos importan más de lo que parece, ¿verdad?

Abrazos.

Marisa Peña dijo...

Lo he leído varias veces y , a pesar de que la última estrofa ahonda en la necesidad de mirar adelante, hay un tono melancólico y doliente en ese "lo que ya nunca seremos"...El agua turbia y los recuerdos solitarios son dos imágenes poéticas muy certeras.
Buen trabajo Jose Miguel.Un beso

Liliana G. dijo...

Esa soledad es el precio que se debe pagar por pretender perdurar en el recuerdo... no perdura el que quiere sino el que se atiene a lo que quiera el otro.
Es bueno volver la vista atrás, pero para no repetir los mismos errores (ayuda a que no seamos necios).

Un par de días que no paso por aquí y te me has descolgado con tamaño poemazo :)

Como siempre estupendo José Miguel, como se dice por aquí "este poema, la gasta".

Besazos.

José Miguel Ridao dijo...

Qué bien lo has visto, Marisa. Y yo sin verlo. Una melancolía inconsciente, sin duda. Gracias.

Un beso.

José Miguel Ridao dijo...

Hoy hilas fino, Liliana. El primer párrafo de tu comentario no tiene desperdicio, transpira inteligencia.

Me ha encantado lo de "la gasta", y me ha recordado el diccionario andurrialero, que tengo algo abandonado. A ver si mañana cae una entrega.

Un beso.