viernes, 23 de octubre de 2009

Crepitar


Crepita la soledad

en el hogar del silencio.
Arden leños de memorias
semienterradas, tan viejos
que crujen y se deshacen
solos, como si ya fueran
ceniza antes de arder.

Crepita la soledad,
y en el fondo de las llamas
chisporrotea la pena
negra, tan fría y desnuda
que nunca podrá quemarse.

16 comentarios:

Liliana G. dijo...

Guaaauu, José Miguel, es de ver el arte que tenés para pasar de la guasa a la profundidad de este poema, hasta me ha hecho acordar a Machado...
Sí señor ¡eso es arte!

¡Que aprendan los detractores! :)

Besazos.

Liliana G. dijo...

Como en la entrada anterior llegué última, para hacer honor al refrán, hoy soy la primera, no sea cosa que tiremos por tierra toda una tradición por culpa mía, jajajaja

Chuic

Máster en nubes dijo...

Oye, me gusta mucho esto, con chimenea incluída y leños, la soledad servida, la pena. Mucho mejor ver así que con la televisión encendida, una soledad más fea.

Buen fin de semana

Aurora

Ángeles dijo...

Buenos días, con lo bien que me lo paso yo con los ripios, volvemos a la seriedad.
Me gusta la forma y como has tratado el tema, cambiaría el último verso para que chisporrotee más.
Un beso

José Miguel Ridao dijo...

Palabras mayores, Liliana, Machado. Si eso fuera verdad ya estaría yo en el papel. Por ahora no llego ni a Ridado. Las últimas siguen siendo las primeras, muchas gracias como siempre.

Dices bien, Aurora, vaya soledad más triste la que tiene de fondo la televisión. Para eso, mucho mejor los blogs...

Me alegra mucho tu comentario, Ángeles, pues coincidimos. Resulta que tenía escrito el poema en el cuaderno ese que estrené el otro día (lo escribí este fin de semana en Alájar), y a última hora y sobre la marcha cambié el último verso, que no me convencía: "que nunca podrá prender". Éste que he puesto no me convence tampoco. Quizá estaría mejor "que jamás se extinguirá".

Gracias y un abrazo para las tres.

Dyhego dijo...

Monsiur RIDAO:
Ojalá esa pena crepitante no te alcance nunca.
Salu2 destellantes.

Capitán dijo...

Escrito en verano, no me cabe duda de que es un llanto de la chimenea por su perdido fuego.

Dile que no se preocupe, que ya se acerca el tiempo del ardiente amor.

José Miguel Ridao dijo...

Eso espero, amigo Dyhego. Bon weekend.

En verano no, Capitán, que hay que leer bien. Fue este fin de semana, el que vosotros fallasteis. A lo mejor si venís no lo escribo, ya habrían sido muchos niños...

Abra2

América dijo...

Tu entrada fue la primera que leí muy temprano,no hay mejor manera de comenzar el día que leyendo tan hermoso texto,me quedo con esa expresión de mi amiga Liliana Guaooooooo,es usted polifacético y profundo e inspirador.

Un cordial saludo.

Juanma dijo...

Alucinante, todo el poema es una imagen. Y ese verbo, crepitar, que ya crepita cuando se pronuncia. Me gusta "crepita la soledad"...me parece un verso/diagnóstico absolutamente certero.

Enhorabuena y un fuerte abrazo.

Juanma dijo...

Por cierto, ¿esta noche también habrá chat?

Lo digo porque estoy en el trabajo...tal vez me coma un danone...el edificio que tengo al lado tiene una claraboya...mis zapatos están tan limpios que parecen nuevos...

José Miguel Ridao dijo...

Hola, América. Debe de ser una costumbre americana leer blogs a las 7 de la mañana. Para mí es un halago, para qué negarlo, y tus palabras me llenan de orgullo (espero no envanecerme).

Muchas gracias, Juanma, me basé en palabras con una fuerte carga sonora. En cuanto al chat, espera que llame a Octavio a ver si está disponible, que por lo que veo yo solo no voy a dar abasto.

Dos abrazos.

Máximo Silencio dijo...

Yo solo puedo decir que este poema crepita angustia y belleza. Crepitar... has acertado completamente en mi opinión.

Saludos

Javier Quiñones dijo...

Bravo, José Miguel, es este tuyo un poema muy, pero que muy logrado.

Un abrazo, Javier.

¿Por qué se extraña Liliana de que pases de la guasa a la expresión de sentimientos íntimos, más serios, más profundos, como dice ella? Para mí, desde que leo tus cosas, es una constante. Y tan auténtico es el José Miguel de los ridaukus, como el del poema de hoy.

Olga Bernad dijo...

Llevo dos días en cama y confieso que venía a reírme un poco, porque eso me anima (vaya pasada con el chat, me puse totalmente de parte de Juanma;-)
pero sabes que me gustas serio. Date permiso de vez en cuando, porque sacas lo mejor.
Un beso pachucho.

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, Antonio. Me ha gustado el empleo que haces del verbo crepitar como transitivo.

Agradezco mucho tus palabras, Javier. Creo que Liliana piensa lo mismo que piensas tú. Ambos sabéis que lo "auténtico" no tiene por qué ser serio. La profundidad no está en el tono.

Vaya, Olga, siento que estés enferma. No voy a hacer el chiste fácil de si tienes la gripe B, que ya le dimos bastante a Juanma. Muchas gracias por los ánimos, y que te mejores pronto.

Un abrazo a los tres (bueno, a Olga le doy la mano, no vaya a ser que me contagie).