Resulta extraño oír a un sueco cantando en italiano, pero si hablamos de uno de los timbres de voz más bellos que han existido lo de menos es la nacionalidad. Björling fue un tenor lírico puro; llegó a ser un ídolo en el Metropolitan de Nueva York, donde mandó durante dos décadas. Debutó allí en el papel de Rodolfo, de la Bohème, cuando contaba con 26 años. Ése es uno de los momentos en que a los melómanos les gustaría dar marcha atrás en el tiempo para sentarse en aquellas butacas en 1938 y escuchar esa voz privilegiada desgranando la melancolía de las notas de Puccini.
La estructura ósea de la cara de Björling recuerda mucho a la de Fritz Wunderlich, otro de los grandes tenores de la historia, un talento innato, como el del sueco, lo que hace pensar en la importancia de una buena caja de resonancia. De todos modos lo importante es el resultado, y cuando ponemos una de sus grabaciones nos olvidamos de todo, incluso de su triste final (muríó alcoholizado).
Como muestra de su arte dejo la famosísima aria de Turandot "Nessun dorma", cantada por Calaf en el último acto. Los incondicionales de los tenores italianos dicen que las mejores versiones son de Gigli, Corelli y Pavarotti. De esta terna yo me quedo con el primero (Pavarotti no es santo de mi devoción), pero en mi opinión Björling les supera a todos.
Casa Schröder
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La casa Schröder es patrimonio de la humanidad y aquí, en nuestras
ciudades, la contemplamos con admiración mientras nos quejamos de las
malditas pared...
Hace 20 horas
10 comentarios:
Me ha gustado mucho. En realidad me gustan todos los que nos pones. Muchas gracias.
Un beso
Lo primero que he hecho después de desayunar ha sido venir al ordenador a buscar en tu blog la música de los sábados por la mañana. Ya me tienes enviciado.
Lo que nos traes hoy me ha encantado. Una voz muy hermosa. Nunca había oído hablar de él... Además, esta semana estuve viendo Turandot en el Maestranza el martes y se me ha puesto el vello de punta al escuchar el aria. La representación que vi el otro día fue fantática y el tenor, Marco Berti, con una hermosa y poderosa voz, bordó su papel de Calaf.
Un fuerte abrazo y gracias por estos deleites musicales.
Es muy bueno, pero quizá algo lenta. Pavarotti, que sí es santo de mi devoción, creo que tenía respecto a todos los que escuchado un timbre prodrgioso, que luego no acertara a usar este don natural con la máxima expresividad, puede ser. Pero era maravilloso.
Gracias por el regalo sabatino.
Me gusta la música que nos pones porque ¡no me gritan¡. No sé explicar..a mi PAVAROTTI ME GRITA, y a mi no me gusta que me griten...
Pues eso...todo lo que nos pones me gusta porque me cantan...no me gritan...NO SE EXPLICAR MÁS...porque no entiendo...pero sé cuando me gritan...
En este blog se canta, no se grita...por eso me gusta.
Más besos
Magnífico, José Miguel, aunque le falla un poco el final (no a Björling... al vídeo).
Ducharse con este tío tendría que ser la leche.
Muchas gracias a ti por venir, mangeles. En cuanto a Pavarotti, a mí también me parece algo gritón, pero mejor no decirlo muy fuerte que nos apedrean. Sus fans son legión.
Me alegra alegrar tus mañanas, Alegre, valga la redundundundancia. Yo fui a ese montaje de Turandot hace diez o doce años y me gustó mucho. Creo que en esta ocasión las voces han sido mejores, aunque la Turandot de aquella representación era magnífica.
Yo también la veo algo lenta, José María, pero me quedo con la voz de Björling, maravillosa. En cuanto a timbres vocales el mejor tenor de los que he oído es Wunderlich, seguido quizá por Björling y Kraus. Son talentos naturales; igual que el de Pavarotti, pero sucede que no me gusta especialmente su timbre, aparte de que su interpretación era muy fría.
Álex: con el pinganillo no puedo ver ahora el video; ya lo haré otro día. Me dejas frío con eso de que te gustaría ducharte con Björling; no tenía ni idea. Bueno, al menos no has elegido a Pavarotti...
Abrazos eximieros (esta vez sí que sí).
No te preocupes por el vídeo. Lo único que le pasa que la música se para de golpe... como si hubiera entrado Pavarotti.
Yo no he dicho que me gustaría ducharme con ese señor, José Miguel. Hubiese preferido escucharlo cantar desde el baño al tiempo que yazco con su señora; que no es lo mismo... alajote.
No sé qué pensar, Álex...
Sí, mi madre le vió actuar en el Metropolitán, y le pareció fantástico.
Un abrazo
Vaya envidia, Veridiana, ver y ecuchar a una leyenda en directo. ¿Qué ópera cantaría?
Un abrazo.
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