A la mayoría de personas que tratamos las conocemos poco, pero a veces hacen algo que las delata, o dejan de hacer alguna otra cosa, o las sorprendemos hablando en la intimidad, y entonces ya sabemos quiénes son.
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La chimenea llena de leños. Al lado un cochecito azul de plástico y muchos otros juguetes alrededor. Por desgracia, nuestros niños no tendrán un Rosebud para añorarlo en el futuro.
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Escribir de sentimientos es pura ficción.
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Lucho contra el impulso de liberar a través de este diario todo lo que me reconcome y la prudencia de guardarme muchas cosas que sólo me interesan a mí o interesan demasiado a los demás.
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La tentación de abandonarse, de dejarse mecer por la dulzura de la nada y que ella rija nuestro destino...
12 comentarios:
Veo que has vuelto a tomar apuntes en copa de balón con mucho hielo y vuelve el espíritu del portugués. El tercero y el cuarto, espectaculares, señor Ridao.
Un abrazo
Bueno, bueno,bueno.
Un " abraXo".
Vaya, buenos apuntes para darle trabajo a mi mente que con el coletazo final del verano se está volviendo perezosa.
Sin duda como haces referencia en el último.
Saludos.
En mi experiencia, lo que más delata a una persona no es lo que hace, sino lo que deja que hacer. Buenísimo el segundo apunte.
Me da envidia, de la mala, lo claro que lo tienes y lo bonito que sabes decirlo.
Un abrazo.
En ocasiones cuando creo que conozco a nadie pienso en mi... ni a mi me conozco (imposible conocer)
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Mi infancia junto al hogaril, no recuerdo juguetes pero si gatos y mover las brasas con la tenaza y miles de chispas sobre fondo negro...
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Cuando no se donde dejar mi melancolía la dejo sobre un papel
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Todos tan centrados en si mismos que aunque aquí diera los números ganadores lotería nadie lo compraría... y es que lo cierto es que como mucho esto lo vas a leer tu. ( porque en la vida lo que a veces parece un diálogo solo es un monologo)
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Estás llegando a un refinamiento fantástico en tus apuntes. Me encanta el último.
Un abrazo.
Ya ves, Tato, cada vez que me acerco a la frontera portuguesa me pongo mustio. Muchas gracias, machote sin premio.
Gracias a ti también, RamónXo.
Un crucigrama bloguero, Susana.
Abrazos.
Lo mismo me pasa a mí, Susana... y yo tampoco tengo un Rosebud.
No es que lo tenga claro, Rafael, es que lo suelto tal como me viene.
No creas, MPVX2, que nos leen atentamente los que nos quieren bien y los que nos quieren mal.
Muchas gracias, Alegre. Todavía me estoy riendo con tus legionarias.
Más abrazos.
Estás brillante y acertadísimo en esta entrada, sobre todo en el primer párrafo, para mi gusto.
En efecto, el carácter de cada uno aflora en cualquier acto que hacemos o dejamos de hacer y no podeos ocultarlo jamás.
No hay nada de ficción en escribir lo que sientes, ya lo sabes. La prueba está en cómo respondemos todos a tus inclinaciones, por identificación o discordancia.
Me alegra volver a leerte después de mi parón.
Un abrazo
Yo creo que la ficción está en la inexactitud, en la ambigüedad de lo sentido. Un beso, Mery, y rebienvenida.
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