jueves, 2 de septiembre de 2010

Apuntes (VIII)


Esas rubias eslavas que han aparecido por todos lados no se parecen mucho a las rubias de toda la vida, las que salían en las películas de Hollywood o las alemanas y las suecas que venían a nuestras playas. Tienen el mismo color de pelo, las misma piel blanca, pero... no sé, hay algo que las afea, un rictus que no pueden evitar, como si hubiesen salido de Ucrania o de Rusia con el telón de acero puesto.

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Aquellos emigrantes que abandonaron la sierra para acabar en una triste fábrica de Cataluña perdieron sus raíces. Lo perdieron todo.

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Nunca me he creído que Mozart escribiera el Requiem por encargo para los funerales de un noble. Esa música era para él, y flotaba en el aire mientras lo arrojaban a la fosa común.

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El silencio me trae la paz... cuando no estoy solo.

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¡Cuánta mezquindad hay en el mundo! Y quien critica a los mezquinos mofándose de ellos, encastillado en su integridad, es el más mezquino de todos.

21 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Las rubias de los paises nórdicos son mejores, estamos de acuerdo.

Aquellos lo perdieron todos, también hoy lo siguen perdiendo sean de donde sean.

Algo de la categoría del Requiem, sólo puede ser para uno mismo.

Demasiado silencio puede ser malo. En todas las ocasiones.

Totalmente de acuerdo en lo referente a la mezquindad y los mezquinos.

Una pregunta: ¿es aiku?

Cerveza fresca.
Chicharrones del Roig.
Feliz regreso.

Un abrazo

Máximo Silencio dijo...

No se que decir, lo único que sé, es que todo es cierto. Ni las rubias del telón son iguales a las nórdicas, ni aquellos inmigrantes recuperaron sus raíces, ni parece que el Requiem de Mozart fuera por encargo, ni el silencio solitario es bueno para los oído.

¿Por qué?

Tu no has dado respuestas, pero es como si todos supiéramos que todo lo que dice esta entrada fuera cierto.

Un Saludo

eutelia dijo...

Lo de las rubias si lo se, es el frio, que le quita sabor al cuerpo de tanto estar enfundado en abrigos. Es mas, llega a ser hereditario y todo. En todo lo demas de acuerdo, menos en lo del silencio..
saludos!

Las hojas del roble dijo...

Con la última, sencillamente flipo.
Un abrazo, Ridao.

Alejandro Muñoz dijo...

Tuyo es mi sombrero, José Miguel.

Juanma dijo...

Yo no comento porque, por si acaso no lo sabes, estoy de vacaciones...

veridiana dijo...

En Ucrania y en Rusia hay mujeres muy hermosas.

Por eso dicen que no hay nada como ser rico.

Tal vez Mozart presentía su muerte,y escribió su epitafio,con ese Réquiem tan maravillosamente increible.

Dicen que el silencio está cuando no está.

El crítico Pedro Labra dice:"Somos mezquinos con nuestros próceres,y los jóvenes atacan con gusto a nuestros escasos íconos"

Un beso

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Yo tengo debilidad por las rubias, tocayo, y las eslavas son preciosas.
Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Estoy completamente de acuerdo.Me gusta especialmente el apunte sobre perder las raíces.Es duro abandonar tu tierra, tu hogar...Lo sigue siendo para muchos.Un besote

L.N.J. dijo...

También se teñían las rubias de esas películas, la mismísima Marilyn Monroe era morena.
Es verdad que tenían otro tipo de seducción y atractivo, la mujer explotaba menos su físico y quizás por ello las que lo hacían resultaban más atractivas.

Hoy en día, explotamos todas de cualquier manera ( por favor, que esta frase resulte un chiste). Gracias.

Me has recordado esa canción de Joaquín Sabina: " Rubia de la cuarta fila ".

Siempre os fíjais en las rubias o morenas. A las castañas que nos den !!!, jeje...

En fin, habrá que teñirse.

L.N.J. dijo...

Perdón, lo demás muy bien escrito y dicho. Suena a eco, como si ya lo hubiésemos escuchado, y es bueno que a veces nos recuerden lo que olvidamos.

Saludos.

Liliana G. dijo...

Los dos últimos apuntes son estupendos aforismos, como para sacarse el sombrero y que José Narosky se vaya corriendo para un costado ;)

Por aquí hay muy pocas rubias eslavas, en cambio abundan las "desteñidas", eso sí, posiblemente de mejor humor que aquellas.

Besotes castaños.

Naranjito dijo...

Aparte del apunte del silencio, y el de las rubias tetonas, perdón, teutonas, me quedo con el emigrante que abandona la sierra para acabar en una fábrica de ......,(en los puntitos podemos poner cualquier sitio).
Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

jaiku, jaiku, Rafael, y muy nuritivo. Me chiflan los chicharrones.

Hola, Antonio. Me alegra poco para tí. Son más bien reflexiones en voz alta, que nos hacemos todos, como bien dices.

Lo del silencio es relativo, Eutelia. Hay soledades y soledades.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Bienvuelto, Julio. Muchas gracias.

Trae p'acá, Álex, que hay mucha chorla por cubrir.

No desesperes, Juanma, que ya te quea menos.

Muy agudas tus tres últimas observaciones, Veridiana.

Más abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Son como de porcelana, tocayo.

Eso creo yo, Marisa. Siempre me ha dado pena.

No se te ocurra teñirte, LNJ. Lo de las rubias es un mito. Muchos de estos apuntes son eso, un eco.

Liliana: que se vaya prepoarando ese Narosky que le desbanco.

Si son teutonas no me importa que vengan de Rusia, Naranjito.

Abrazos teutónicos.

Luis Valdesueiro dijo...

A las rubias se les nota en las raíces (del pelo). Hay mucha rubia que no lo es (y quizá se pueda decir lo mismo de las morenas).
Saludos.

mujer prevenida vale por dos dijo...

Las personas tenemos pies y vamos y venimos...

José Miguel Ridao dijo...

Es verdad, Luis. Por nuestras raíces nos conocerán.

MPVX2: Ya, pero pasa como con los submarinos, que si no tenemos una base mal nos irá...

Abrazos dasbooteros.

Mery dijo...

¡Qué ocurrencia tan gráfica, que traen encima el telón de acero! Una verdad como un templo.
¿Sabes que la palabra mezquino viene de "muskenu", palabreja siria o acadia? No lo recuerdo bien, era de mis tiempos de primero de carrera, pero vamos, que he quedado así como muy culta y tal.
Un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

No tenía ni idea, Mery. Te lo agradezco, porque a mí me gustan mucho esas cosas. Muy culta, sí. ¿Y qué? Tanto mejor.

Un beso.