domingo, 4 de septiembre de 2011

Si (versión 2.0)


Si hubiera alguna forma de escribir en las nubes y en los cielos
vendría cada tarde a soplar suavemente mis palabras.

Si fuera como un pájaro que vuela por encima del océano
cortaría los vientos con mis alas inmensas desplegadas.

Si las olas remaran y abarcasen el mundo con su estruendo
me haría espuma blanca para viajar encima de sus crestas.

Si supiera qué piensas al sentarte en la cama mientras duermo
me acostaría contigo hasta que el sol bañase nuestras almas.

Si el mar de aquellas horas viviese para siempre en nuestro pecho
pondría cada noche un beso de jazmines en la almohada.

Si el rumor de tus lágrimas no fuera turbio, y remontara el vuelo,
podría descubrirte mirándome en el fondo de tus ojos.

Si el cielo fuera rojo y en mayo florecieran los recuerdos
llenaría de rosas blancas todas las cumbres de la tierra.

Si pudiera gritar fuerte sin despertar ángeles negros
te contaría historias que ni yo mismo puedo desvelarme.

Si el agua de septiembre cayera lentamente en los desiertos
la tierra tibia y suave disiparía todas las penurias.

Si todas las mañanas me despertara el frío del invierno
ya nunca lloraría como un niño perdido en una playa.

Si al sentir que me miras saliese de la gruta de mis sueños
podría darme cuenta del aire que respiras cuando callas.

¿Recuerdas esa tarde que caímos de repente y quedamos
en el suelo riendo como niños?
Si no hubiera limpiado el agua de tu cara con mis dedos
la luz de aquel instante no hubiera vuelto ahora a iluminarnos.

2 comentarios:

Liliana G. dijo...

¡Qué hermoso! Me encanta el dulce romanticismo que se desprende de tus versos, Ridao, deja un sabor a plenitud al leerlo que uno se convence (porque lo sabe) que sos un estupendo poeta.

¡Enhorabuena!

Besos.

José Miguel Ridao dijo...

Qué bonitas palabras, Liliana. Te las agradezco de verdad. Un beso muy fuerte.