jueves, 19 de marzo de 2009

Al revés

Siempre me he preguntado por qué perdemos tanto el tiempo en discusiones estériles, por qué hablamos y hablamos sin parar, nos quejamos, lamentamos nuestra suerte, criticamos, ponemos pegas a todo, decimos que esto no puede seguir así, que dónde vamos a llegar, nos indignamos, ardemos por dentro y se nos envenena la sangre. ¡Cuánta energía desperdiciada, y cuánto odio, y cuánta infelicidad! ¿De verdad es todo tan horrible? ¿No será que el horror lo llevamos dentro? ¿No es mejor conversar que enzarzarse en disputas? ¿No se aprende más escuchando que hablando? ¿No es preferible dar gracias por lo que tenemos en lugar de quejarnos por lo que nos falta? ¿No es verdad que es inútil lamentarse? ¿Acaso no es mejor un consejo que una crítica, reír antes que llorar, amar antes que odiar?

¿Por qué lo hacemos todo al revés?

15 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Cuanta grandeza hay en esto José Miguel. Hoy estaba escribiendo un texto, aún inconcluso, sobre la vida al revés, y leo tu magnífica entrada.
¡Qué te voy a decir! Que tal vez nos complicamos la vida, y todo debe ser más simple.
Aunque lo cierto es que buscamos esas complicaciones, no preguntes porqué, pero nos resultaría muy difícil esta "vida al revés", sin hacerla al revés. No hay vida derecha (sí derecha vida, y si no que le pregunten a Bibiana).
Un fuerte abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Vaya, me das que pensar, no se sabe muy bien cuál es el derecho y el revés. Bien pensado, el lado correcto es el que te hace feliz, y si estamos del otro lado deberíamos tratar de darnos la vuelta.

Juan Antonio González Romano dijo...

Blas de Otero dijo aquello de Esto es ser hombre: horror a manos llenas, que resume muy bien esa tendencia a la crítica. Yo creo que no está mal ser críticos, ni mucho menos, aunque eso no tiene que significar estar todo el día, digamos, encabronados. Yo intento aplicármelo a mí mismo: me manifiesto, por ejemplo, muy críticamente con el sistema educativo, pero luego entro en clase con mis alumnos o atiendo a compañeros y familias en mi despacho y adopto una actitud muy diferente, intentando distinguir: quien no tiene la culpa del desastre no se merece una actitud negativa. Espero conseguirlo. Un abrazo; buen post, como de costumbre.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Buen comentario Juan Antonio. En el fondo siempre eres el mismo.
Un abrazo.

Juanma dijo...

Yo creo que puedo presumir de no necesitar ni pedir más de lo que tengo hoy. A veces pienso que es conformismo o rutina, pero, si así fuera, no me molesta. Digamos que no pretendo tener una vida similar a la de Indiana Jones.
Por otra parte, esa primera mitad de tu entrada, me ha llevado a las conversaciones con cervecita y todo eso en una barra. Tiene su punto. Pero mejor sería no tomarnos muy en serio a nosotros mismos. Yo, por cierto, soy de los que se sienten a gusto escuchando a los demás...a veces me he tragado auténticos tostonazos sin que se me haya notado nada que pensaba en...bueno, que pensaba.

Un abrazo, querido José Miguel.

Javier Quiñones Pozuelo dijo...

Buena entrada, José Miguel. Quizá discutimos tanto porque vivimos dominados por el espíritu de la contradicción y porque en el fondo somos paradójicos sin quererlo ser. Por otra parte, indignarse ante según qué cosas y qué situaciolnes suele ser muy sano. Ahora bien, si criticar te envenena la sangre y te llena de odio...
Un abrazo, Javier.

Olga Bernad dijo...

Un "pero" a tiempo no viene mal, "pero" te voy a hacer caso. No me suele gustar la actitud de lamento constante ni la discusión inútil, "pero" es que hoy no le voy a dar ni la más mínima opción a esos temas. Sólo me paso por aquí para felicitarte: por la entrada, por ser padre y por llamarte José(con el José de tu nombre nunca me he confundido, reconócelo;-)
Triples felicitaciones, esto es poner en práctica tus teorías de hoy.

José Miguel Ridao dijo...

Esa actitud es muy buena, Juan Antonio. Hay que ser positivo, pero luchador. Yo criticaba, valga la paradoja, a la crítica estéril y pasiva. La critico de forma activa, por eso lo escribo en el blog. Un abrazo.

Juanma, me identifico contigo. A veces me trago unos rollos... y todo por cortesía.

Javier, pienso como tú que la indignación es sana, siempre que no te domine. En todo caso, es preferible la indignación a la resignación. De todos modos, lo ideal sería luchar sin indignarse, aunque es tan difícil... somos de carne y hueso, y tenemos corazón.

Ni un solo pero a tu comentario, Olga, muchas gracias por la felicitación, de corazón. Bueno, sólo uno... "pero" no me felicites el día de los Manueles;-)

Rosna dijo...

" Al revés" ... esta la Humanidad , tal vez debemos ser más compasivos , piadosos , generosos y solidarios ,intuir y cumplir las corazonadas sin inteluctualizar los resultados . Es simple Ridao san , enamorarnos de la vida y disfrutar a tope cada instante .
Feliz día del padre !!!
Rosna

Rosna dijo...

upsssss .... pppsssss: intelectualizar ....
Rosna (-_-)

Pasión dijo...

José Miguel, felicidades, hoy celebro mi Santo, pero nadie me ha felicitado, será porque es laborable.

Lo siento, pero me quejo de lo que nos hace falta, eso siempre por delante.

Reir, siempre nos hemos reído y también hemos llorado juntos. Y si hablamos de Amar...

El Mundo está al revés, algo tendremos que hacer.

Saludos

José Miguel Ridao dijo...

Gracias por vuestras felicitaciones, Rosna y Pasión, y felicidades a ti también, Pasión, aunque atrasadas; ahora sé tu nombre. Yo estoy de acuerdo contigo,no digo que no haya que hacer nada, lo que me parece mal es la crítica estéril, los que se quejan de vicio y todo les parece mal. Esa postura es dañina.

Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Me uno a las felicitaciones con un día de retraso. Es importante dialogar aunque no se esté de acuerda. Dialogar contigo es un placer. un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

Muchas gracias, Marisa, por la felicitación y por tus palabras. Que sepas que es mutuo. Un abrazo.

Mery dijo...

Es que el ser humano sufre de insatisfacción crónica. Somos muy puñeteros, por no decir claramente coñazos.
Un abrazo y felicidades (aunque con reatraso)