Dicen que en España matar sale gratis, pero yo veo que sale carísimo. La prueba es el asesinato de Marta del Castillo. Vaya por delante que una vida humana no tiene precio, y que el drama de unos padres que han perdido a una hija a manos de un asesino no se puede medir en euros. Pero como todo en nuestra vida está regido por la economía, y yo me dedico a esto, no puedo dejar de pensar en la cantidad de dinero y recursos que se han movido a cuenta de ese crimen. Helicópteros peinando el río, buzos, equipos de salvamento, policías... y todo porque un mal nacido asesinó a una niña inocente y dijo que la arrojó al río. Y ahora dice que no, que era mentira. ¿Verdad que no pagará la factura? Claro que no, la paga el Estado, el mismo que protege su intimidad y le alojará en la cárcel unos años, y eso en el mejor de los casos.
Y ahí no queda eso, pues hay que añadir el dinero generado por las cadenas de televisión, entrevistas, publicidad, récords de audiencia. Como ya dije en una ocasión, el mercado de la muerte. Un mercado como otro cualquiera, lucrativo como el que más, que genera puestos de trabajo, que satisface las necesidades de ¿información? de los espectadores. Se me revuelve el estómago de pensarlo.
¡Cuántas obras buenas se podrían hacer con el dinero del mercado de la muerte! Serían obras llenas de vida, de ilusión. De eso, de ilusión, también se vive.
El pensamiento de suma cero
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Por Antonia Díaz, @antoniadiazrod.bsky.social Confieso a los lectores que
he tenido grandes problemas para ponerle título a este post, que debería
llamarse...
Hace 56 minutos
11 comentarios:
Con las penas que se imponen en este país al asesino le va a salir todo muy baratito.
De lo que rodea a este caso me impresiona mucho el esfuerzo que están haciendo sus padres para que se endurezcan las penas. Te habrás dado cuanta de que es imposible dar un paso por Sevilla sin encontarte con uno de los miles de impresos que hay para recoger firmas.
Lo de la televisión a mí también me da asco. Veo poco la tele pero admiro la tranquilidad con la que ese padre se dirige a los medios.
Yo en su caso de cada 5 palabras que pronunciase 3 serían "hijos de puta".
Es verdad, todo ese aparato moviendo sus engranajes a un ritmo tan tétrico. Y hay cosas inevitables, ¿cómo evitar buscar a la muchacha, si el asesino dice que la tiró al río? Pienso que ahí el estado hace lo que debe pero luego, debería cargárselo a él. Eso debería tener una repercusión penal de algún tipo. En cuanto a la tele... es fácil juzgar el interés como morbo y, sin embargo, yo creo que hay un dolor auténtico también (por lo menos en origen) en todos esos ojos que miran la pantalla. Otra cosa es que eso se dirija y se desvirtúe, precisamente porque se conoce. La indiferencia social aún sería más cruel.
No sé, es complicado.
No se me ocurre dolor más hondo que el de un padre enterrando a un hijo. O sin poder hacer ni siquiera eso. No sé qué pensarán de todo el revuelo, si les servirá de compañía o de tortura.
De ilusión también se vive; a estas alturas de mi vida, lo siento mucho. No soy una ilusa.
Qué pena me da de la ¿información?.
El día que me llene de ilusión de verdad, será, cuando desde Andalucía cambiemos la Ley Electoral y desde luego se llene de Empresas.
Saludos
Es verdad, Álex, que impresiona la entereza del padre y su lucha por hacer la justicia más justa.
Olga, es verdad que hace bien el Estado en gastarse ese dinero, y que hay dolor auténtico en los espectadores, pero me indigna que eso genere tanto dinero. ¿De verdad es necesario tanto revuelo? Son recursos malgastados, noticias estériles; al fin y al cabo la chica ya está muerta. Así lo veo yo, al menos.
Pasión, hay tantas leyes que cambiar... Al menos nos puede hacer ilusión que alguna vez haya un cambio. Otro refrán: la esperanza es lo último que se pierde.
Un abrazo.
Respecto al espectáculo televisivo, y aunque entiendo la perspectiva que aporta Olga, soy pesimista y con toda honradez creo que las televisiones solo quieren carnaza: sea la que sea. Les importa solo la audiencia a cualquier precio.
No he visto en mi vida peor calidad humana que la que hay en televisión. Pero tienen razón quienes dicen que viéndola se refrenda sin querer el tratamiento que dan a estas cosas. Difíci cosa porque a la vez mucha gente buena está horrorizada y quiere "enterarse".
En fin, perdón por esto, pero lo único sano que se me ocurre es rezar por sus pobres padres, acordarte también de otras víctimas como la hija del monstruo de Amsteten. Cerrar los ojos y pedir no sé muy bien qué ni a quien. Proteger con la mirada, el gesto y el pensamiento a quienes amas.
Totalmente de acuerdo contigo. Yo incido hoy en mi entrada en este asunto de la impunidad y la necesidad de cambiar las leyes, aunque sea en caliente, como has leído. Un saludo.
Hoy, José Miguel, voy a ser muy escuesto: qué asquito todo.
Un abrazo, querido amigo.
Yo sigo pensando que está en el río y ahora esos niñatos quieren despistar a la policía, básicamente porque si no hay cuerpo y abundan los culpables sin pruebas, la condena no será tan fuerte.
Consecuencias económicas y emocionales: un asquito, como dice Juanma.
Besos
¡Qué razón tienes José Miguel!
Comparto plenamente tu escrito.
Es, miserable. Y la criatura sin aparecer.
Cada día que pasa los únicos beneficiados son los medios.
Un abrazo.
Los medios de comunicación siempre me han producido : Asco , y me pregunto : ¿ hacía donde vamos como civilización ? Nos manupilan , nos tratan como máquinas , solo interesa conseguir que el hombre se convierta en un ser automatizado , sin mente , sentimientos ni alma y transformarnos en robots que cumplen órdenes , salir de esta maquiavélica conspiración de destrucción dependerá de la capacidad espiritual de cada uno .
Un cálido abrazo para Tod@s .
Rosna
Aurora, es difícil dedidir dónde está el problema, si en las televisiones que emiten carnaza o en los que la ven con agrado. Lo único cierto es que es un problema.
Juan Antonio, estoy de acuerdo en que hay que actuar en caliente; no queda otra.
Juanma, Parsimonia, Javier, Rosna, vosotros lo habéis dicho: un asco. Como bien apunta Rosna, la salvación está en la calidad espiritual de cada uno.
Un abrazo.
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