martes, 31 de marzo de 2009

Misoginia filosófica


Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre”

Sófocles (siglo V a.C.)

No me negaréis que eran sabios estos griegos antiguos. Para ser políticamente correcto podríamos poner hoy “Cásate o arrejúntate...”; el caso es arrimarse a una hembra. Ignoro si la sentencia funciona también en sentido contrario o es que los griegos eran tan machistas como nosotros hasta hace treinta años, pero desde mi punto de vista varonil no puedo estar más de acuerdo con el dramaturgo ateniense. Tengo comprobado que la familia proporciona la felicidad cuando es bien avenida, y por lo que he visto, aquellos infortunados que han dado en juntarse con, digamos, una arpía, se han visto abocados a tomarse la vida con filosofía: eso o la muerte a pedacitos.

Y por cierto, no sé si interviene mucho o poco la casualidad en esto de encontrar mujeres, pero debo confesar que yo he dado con una muy, muy buena, a la que debo mi felicidad y que me ha librado de la carga filosófica.

P.S. Ahora que no nos oye: últimamente le ha dado por curiosear en mi blog. ¿Se ha notado mucho?

27 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¡Qué buen filósofo está hecho, José Miguel!

Sófocles, estaba sofocado, tú en cambio, felizmente casado.

Un fuerte abrazo.

Juan Antonio González Romano dijo...

Alguien afirmó que, de no ser por las mujeres, los hombres morirían creyéndose que son perfectos...

Mi mujer no suele husmear en mi blog ni en los comentarios que dejo en los de los demás. Y, sin embargo, qué haría yo sin ella.

(¿Te gusta, cariño, lo que he escrito en el blog del tronero Ridao? ¿Cambio algo o puedo darle ya al botón de "publicar"?).

Un abrazo, José Miguel.

Alejandro Muñoz dijo...

Un beso para ella (seguro que hoy vuelve a husmear en tu blog).
Para tí, un abrazo de otro pésimo filósofo (mi mujer husmeará dentro de un rato)

Anónimo dijo...

Bien, bien... Yo no tengo mujer, si se me permite la paradoja. Quiero decir, ni esposa ni esposas. La tuve, pero esa es otra historia.
A lo mejor el secreto está no en arrimarse a una hembra, sino en arrimarse a muchas.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Magnífico Juan Antonio, magnífico.
¿Pulsastes el botoncito después de la censura?

Un abrazo a todos porque sois geniales.

José Miguel, ¿ves lo que consigues, con ayuda fémina y sin ella? ¿O es siempre con ella?

Ricardo dijo...

José Miguel, espinosa entrada la de hoy, observo, y me temo será tónica general, corrección y mesura en las respuestas, por si acaso, todas muestran una filosófica retórica que refleja cuanto tem…, digo amor, en qué estaría pensando, hay en ellas.

Me temo que más de uno dormirá hoy en el sofá, condenado cual Fineo, a ver sin tocar.

El comentario de Ale, nominándose como pésimo filósofo, es clara muestra de ello, eh?

Afortunadamente en mi caso no cabe duda de que jamás seré un filósofo mesurado, muestra clara de mi felicidad plena junto a mi mujer.

Anónimo dijo...

¡Qué malos sois¡
Si husmean, es porque vuestros escritos son una delicia
Ángeles

Fernando dijo...

Querido José Miguel:

¿Se puede frivolizar sobre un tema tan serio? Si es así, digo:

"Cásate, con suerte te saldrá mal y tendrás ya una pose poética-amarga para ir por la vida y escribir en el blog, como el que perdió una guerra, como el que perdió una vocación, como el que fue injustamente condenado".

Pero es por hacer broma, no porque yo crea esto en serio; en realidad, lo mejor, lo importante, es ser feliz.

(Hablando en serio: no deberías haberle dicho a nadie conocido que tienes un blog: si temes que ellos, que ella, te lean, es inevitable la auto-censura)

Juanma dijo...

Lo de "tronero Ridao" es de antología, eso hará fortuna.

A mí me llama la atención lo de "si por casualidad" da uno con una buena mujer. Tiene tela de guasita.

Líbranos, Señor, de arpías y otros despropósitos.

Y un saludo a tu señora, ¿sabe ella que nos has invitado a todos a jamón y variedades en Alajar?

Un abrazo, querido José Miguel. (¿me escuchará usted mañana?

Liliana G. dijo...

Hola José Miguel:

Creo que sí funciona al revés, si no ¿de dónde vendría el "detrás de cada gran hombre hay una gran mujer"...? O quizá uno complementa al otro o como dicen ustedes están "arrejuntados".

No sé si seré una arpía, por lo menos a mi esposo, que tenía una vastísima cultura, nunca se le dio por ejercer de filósofo (creo).

Por mi parte puedo ejercer de cuánto quiera, pues al no estar "arrejuntada" con nadie, a nadie debo explicación alguna y si se me antoja filosofar de vez en cuando es por puro deporte.

Celebro que tu mujer curiosee por tu blog, ¡ella sí que se toma la vida (y la tuya) con filosofía!

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Vaya, me tomo un respiro en mi trabajo y me encuentro con un aluvión de comentarios. Parece que mi entrada ha levantado am-pollas (me refiero al chiste de I am pollas, yes you are, no seáis mal pensados).

Por orden de aparición, agradezco a Javier que celebre mi vida matrimonial.

A González Romano, que me agarre.. (perdón por el lapsus, se me va la lengua)... agradecerle lo de tronero, me merezco yo más ese apelativo que su mismísima Majestad de los Reinos Hispanos (... otra vez el banano).

A ti, Álex, qué decirte, igual de pelota que yo; te advierto que es la postura más inteligente.

Contigo, Octavio, se ilustra perfectamente la diferencia entre el verbo tener y el verbo conocer (en el sentido bíblico), y puede pasar que seas hiperfeliz o hiperfilósofo, o mitad y mitad en los menages à trois, dependiendo del grado de iniquidad de tus conquistas.

Javier, siempre con ella, por supuesto.

Tú, Ricardo, has puesto el dedo en la llaga, a ver quién tiene cojones de escantillarse lo más mínimo, con tantos ojos rasgados mirando ávidamente, esperando el más mínimo desliz. Y no procede la comparación con Fineo, que a ese rey le puteaban las arpías, y nosotros no tenemos arpías en casa, sino ángeles celestiales y musas etéreas (¿a que sí, cariño?).

Qué bien, Ángeles, por fin entra una fémina, esto se estaba convirtiendo en un mariconeo, y gracias por deleitarte (¿os dáis cuen, los demás, de lo bien que lo estamos haciendo? si así habla quien no conocemos, qué no dirán nuestras medias naranjas?)

No es que se pueda, es que se debe frivolizar, Fernando, si no lo llevamos claro. Lo de mi blog se iba a saber antes o después, así que es mejor que lo sepan por mí, y mi reto es autocensurarme lo menos posible; a ver si lo consigo.

¡¡Calla, Juanma, que se va a enterar y vas a echar por tierra mi trabajo de hoy!! Tenía pensado colaros por la parte de atrás y decir luego que nos habían robado el jamón... Y por supuesto que te oiré mañana, cuidadito con lo que dices que me he quedado con tu cara.

Liliana, lo que he dicho sólo vale para los hombres; las mujeres podéis ser felices, filósofas o lo que sea, arrejuntadas o sin arrejuntar, somos nosotros los necesitados, como ya dijo Sófocles hace 2500 años (no sé si creerme del todo lo que te acabo de decir, pero yo te lo suelto a ver si cuela).

Un abrazo untuoso (a todo el género femenino y a mansalva).

Liliana G. dijo...

José Miguel, en los comentarios del anterior post te dejé "mi fe de erratas". Claro que tu diccionario no mentía. Jajaja

Me encantan que se asuman como necesitados. (El Edipo tira)

¡Ah! Cuela Miguel, cuela.

Gracias por el abrazo untuoso.

Olga Bernad dijo...

Desde que me he enterado de que hace 2500 años que las féminas podemos ser felices, estoy más contenta que unas castañuelas.
De todo lo demás, no sé si opinar.
Me daba corte entrar, tan sin chicas.
Mi marido dice que se va a abrir un blog para que le manden besos, que somos todos muy besucones y muy abrazadores:-) Fíjate, yo matándome con cada entrada y ya ves... Pero como se lo abra, voy a hacer como la mujer de Juan Antonio, aconsejarle;-)
Saludos (y abrazos y besos, hala.-)

Anónimo dijo...

Te lo acepto si tan bien funciona a la inversa.
Yo estoy casada con un buen hombre y soy una buena mujer (aquí la modestia es estúpida), con lo que somos felices y filosofar, creo no tiene nada que ver con eso, pero como supongo que hablas con ironía, pues nada.
Un saludo a tu atenta y paciente esposa, ja, ja.
Besos

Ricardo dijo...

Queridos, parece que duermo en el sofá, resulta que no es mi mujer sino que yo soy su marido, y además me dicen que se me ve el plumero, aunque presuma de no saber nada de filosofía, ¿quién lo entiende?. Sólo sé que no sé nada.

Por cierto Olga B., yo tengo la misma opinión que tu marido, demasiados besos y abrazos por aquí.

José Miguel Ridao dijo...

Aclarado lo de orgástula, Liliana, ya estaba empezando a pensar malamente.

Pero Olga, mujer, ¿qué haces aquí el día de tu cumple? Corre con tu marido que verás como se entere de los nuevos besos y abrazos;-)

¿Ironía, Parsimonia? A Dios pongo por testigo... no sé muy bien de qué, hasta a mí se me ha ido el hilo.

Pues claro que se te ve el plumero, Ricardo, a ver si te crees que tu mujer es tonta, y no intentes despistar citando a Sócrates que no cuela, sé de buena tinta que ella no es ninguna arpía. Dale besos y abrazos de mi parte. Adiós, Otelo.

Castos y puros abrazos para todas.

H dijo...

Filósofos, filósofos, lo que se dice filósofos no conozco ninguno por estos andurriales (viene que ni pintao´), aunque algunos presumen (aún sin presumir de ello) de serlo. ¡¡¡En fin.. la vanidad masculina!!!
A mi me espian por la espalda mientras escribo ¡llegó la censura! y eso que soy una "ella" (lease fémina).
Por cierto veo y constato que a día de hoy Miguel no se siente ni cohibido ni censurado, mas bien se siente Miguel.
¿Cómo te lo pasas L (según mi censura debería decir ángel celestial y musa etérea?

Manuel G. dijo...

¿Puede haber arpías? -me pregunto sorprendido después de leerte- porque en el orden del discurso todas las mujeres son unos ángeles, y unas criaturas inofensivas, y los que son malos son los hombres, por definición.

¿No es machismo pensar que todas las mujeres son algelitos inofensivos?

José Miguel Ridao dijo...

H., L. se lo pasa pipa. Y no te dejes censurar.

Hola, Manuel. No profundices tanto en mi discurso que levantas la liebre;-)

Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sí, se ha notado en lo circunspecto y caballero que te muestras.

Manuel G. dijo...

Bien.

Ya que estamos con filósofos. Según Aristóteles, en una de sus obras sobre ciencias naturales, "la naturaleza ha creado las uñas para que los animales y las mujeres se defiendan".

H dijo...

Mi censura quiere dictarme mi próxima entrada, así que abandono el barco, que se está poniendo un poco caliente el asunto.

José Miguel Ridao dijo...

Circunspecto, sí; caballero, no tanto. Y vaya guasa la de Aristóteles, eso no tiene cojones de decirlo en el siglo XXI, al menos en mi casa, de una patada en el culo le mandan de vuelta a Estagira.

Un abrazo a todos, y buenas noches.

Mery dijo...

QUé cosas se te ocurren, siempre acabo riéndome a estas horas intempestivas en que te leo. Debo parecer una loca.
Por cierto, la palabreja arpía está perfectamente empleada para el caso que reflejas. Cuántos amargados por haber elegido mal.

Porque yo no creo que sea cuestión de suerte, sino de buena o mala elección.

Un abrazo y viva la Sofía de los Clásicos.

Pasión dijo...

Buenas noches:

Su punto varonil, José Miguel, no puede ser más políticamente correcto.

Mi marido sabe que tengo una libreta, confía en mí. No le gusta la política, pero a "mí sí", me duelen mis hijos/a.

Hasta mañana.

Máster en nubes dijo...

No me atreví a comentar ayer cuando todavía no había mujeres, ay, la timidez.

No tengo ni idea de lo que tienen que hacer los hombres. Aunque me parece muy interesante lo de Sófocles y bastante curioso el comentario a Liliana de JM diciendo que son los hombres los necesitados. Aportaré la nada feliz y original idea de que se es feliz casi por decisión propia. Una felicidad a la cual se le puede añadir mucha otra felicidad, pero mucha más, dónde va a parar, si la compañía es buena, estoy convencida.

Todo menos buscarla, a la felicidad digo.

"La felicidad es una cuestión de educación" dice Nancy Mitford. Pero era una niña bien inglesa, qué le vas a pedir...

José Miguel Ridao dijo...

Estoy de acuerdo contigo en que no es suerte, Mery. Y viva la Sofía.

¿A que sí es correcto, Pasión? Hoy en día no llegamos muy lejos de machotes, así que toca adaptarse a los tiempos.

Hola, Aurora. Lo de Nancy Mitford tiene delito, aunque viendo a los hooligans bebiendo cerveza, parecen felices los tíos, y no los he visto peor educados.

Un abrazo.