jueves, 10 de septiembre de 2009

Divagaciones blogueras

Hoy iba a colgar un poema antiguo, pero no me apetece. A veces el blog juega malas pasadas, lo usamos de escaparate de nuestras vanidades, o de piedra de toque de nuestro talento, o de nuestra falta de talento, y no es que eso sea malo, pero a veces cansa, o más que cansar da un poco de respeto. Hay veces que uno se desnuda aquí, y otras lo único que hace es pasar de refilón, como diciendo aquí estoy yo pero sin mojarse mucho. Supongo que depende de la personalidad de cada uno, pero también del estado de ánimo; el blog es un termómetro de nuestra vitalidad; yo a veces tengo fiebre de 40, y otras no llego a 36, y eso se ve en las entradas, vaya si se ve. Se equivoca quien dice que oculta su personalidad en el blog, que tiene "engañados" a sus lectores. Más bien se engaña a sí mismo, cuanto más trata de ocultar más se le ven las vergüenzas. ¿Para qué enseñarlas? Es mejor mostrar lo que tenemos de bueno, y eso se consigue escribiendo con sinceridad. Quien es sincero consigo mismo encuentra lo mejor que hay en él, y si tiene un blog lo muestra a los demás sin complejos. Se desnuda, sí, pero lo hace porque no tiene nada que ocultar.

No sé por qué, pero no me apetecía colgar ese poema. Lo dejaré para otro día.

20 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Creo que el engaño es posible, pero no sé si a todos o por mucho tiempo, depende.

En cualquier caso el tiempo es siempre bueno, acaba por colocar a veces algunas cosas, creo. La fiebre me pasa igual, y hay días que tirarías todo por la borda.

Oye, JM, mira, te mando un abrazo, yo a veces en algunos sitios no comento por no ser pelmaza ni estar omnipresente, pero me gustan.

Pues eso, un abrazo.

Aurora

Olga Bernad dijo...

Ay, Ridao, estás en periodo reflexivo. Yo no soy muy partidaria de darle muchas vueltas. Con el blog, como con casi todo, la gente hace lo que hace (diga lo que diga), y es que hay cosas que no se hacen diciéndolas, se hacen haciéndolas(jeje, viva la lengua y sus trabas:-)
Yo me planteo una entrada, una detrás de otra, y procuro que sean buenas. Lo que acaban mostrando no se puede planear o no merece la pena. No se sabe muy bien por dónde irá, como una conversación.
Un beso.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Lo que tú quieras, siempre será lo que tú desees.

José Miguel Ridao dijo...

Otro abrazo para ti, Aurora. Se agradece tu presencia y tus comentarios. Ah, y yo creo que a los que engañan se les ve el plumero; o, al menos, se os nota la sinceridad a los que sois sinceros.

Olga, con tantos dichos y aciones me he hecho un lío. Yo no es que le dé muchas vueltas a las cosas, pero de vez en cuando se me ocurre algo y lo escribo en el blog. Fíjate que ayer por la noche, como no sabía qué escribir, me puse delante del teclado y dije: voy a divagar, escribiendo lo que me salga. Es parecido a la escritura automática, y me salió esto. Será que lo tenía dentro, y gracias al blog salen cosas. Eso es bueno, creo yo.

Sí, Javier, pero no es tan fácil. Acabo de leer la entrada de Cotta, y la veo muy acertada. Ya hablé yo hace tiempo, aquí, de lo que condicionan los lectores del blog; a mí, por lo menos. No digo que todo, pero sí algo. A lo mejor tengo que "maurar" una mijita entoavía...

Abrazos maúros.

Dyhego dijo...

Pepemíguel:
éste es tu bitácora y nadie te puede decir lo que has o no has de hacer. ¡Faltaría más!

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno, en parte sí, y en parte no.

La Literatura es totalmente ajena al lector, totalmente.

Si creas condicionado, mejor será que vendas naranjas en la rotonda de la SE-30.

Hay que pensar. La elegancia, la educación y la disciplina son los tres mandamientos de respeto al prójimo, lo demás es eterno.

Lo demás es creación. Y eso es algo tan personal, como la vida misma.

Un fuerte abrazo.

América dijo...

Buenos días...Yo lo denomino bajón Blogueril,pero hablando de divagaciones blogueras me recuerdas el post de un querido amigo, Restos de un diccionario Mundo blog.
BLOGUERO: Loco/a. Sujeto extravagante e incomprendido por sus parientes y amigos (salvo que también sean blogueros).... En consecuencia totalmente comprensible tu entrada.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Eso por supuesto, Dyhego, ¡until here we can arrive!

Yo no me refiero a literatura con mayúsculas, Javier, sino a entradas en el blog. Yo tengo entradas puramente literarias, y ahí desde luego no me condiciona nadie, ni mucho menos. Y si alguna vez escribo una novela, o publico un poemario, en lo último que pensaré es en los lectores, pero es que para la mayoría de las entradas del blog es distinto.
Por cierto, ¿conoces algún puesto libre en la SE-30 para vender naranjas? Si lo ves bien, podemos ir a medias...

Abrazos ventambulanteros.

José Miguel Ridao dijo...

América, he echado un vistazo al blog de tu amigo. Tiene muy buena pinta, lo leeré con más tiempo. En cuanto a lo que dices, yo tengo la suerte de que mi mujer, que no es bloguera, me entiende y disfruta con mi blog. Si no fuera así lo llevaba claro...

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Oye, Javier, he estado pensando en lo del puesto y la SE-30 me parece un sitio muy peligroso. ¿Por qué no lo ponemos mejor en una rotonda de la carretera de Coria? Pasa mucha gente, y el Romano nos puede recomendar a sus compañeros...

Dyhego dijo...

Josemíguel, no tengo ni repajolera de inglés, si hace usted el favor de traducir...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Vaya, colega, otra vez hemos vuelto a coincidir ligeramente en el asunto de la entrada sin ponernos de acuerdo. Hago mío el consejo que te ha dado Javier.

José Miguel Ridao dijo...

Es muy fácil, Dyhego:
- Until = Hasta
- Here = aquí
- We can = podemos
- Arrive = llegar.
Hay un libro genial titulado "From lost to the river" para aprender inglis pitinglis. Por ejemplo, "tiene huevos la cosa" se diría "it has eggs the thing".

Es curioso, Jesús, somos a la vez almas gemelas y antagónicas. Te digo lo que a Javier: es un buen consejo para escribir un libro, pero un blog es distinto, tú mismo lo dices en tu entrada de hoy.
Por cierto, tendrás razón en lo de que los niños deben estar más tiempo con su familia, pero... ¡no veas lo que estoy respirando hoy!

Abrazos inglispitingleros.

Alonso CM dijo...

José Miguel, me parece una entrada muy didáctica. Creo que somos muchos los que mostramos nuestras interiorides en un blog e intentamos hacerlo con autenticidad, independientemente de que se firme o no con pseudónimo, como es mi caso. Si no es así, prefiero no publicar nada, cosa que me está ocurriendo en la actualidad. Sinceramente, renuncio a la vanidad de ser leído por más gente y escribir cuando realmente me apetece.

Marisa Peña dijo...

Pues como ya apuntaste alguna vez, o alguien apuntó, o vaya usted a saber, los blogs son como las personas que los llevan, y no pasa nada...Es difícil contentar a todo el mundo pero lo más importante es no defraudarte a ti mismo. Yo tengo la teoría de que aquello que te hace feliz, siempre y cuando no le toques a otros las narices o algo menos pudoroso, bien hecho está. Que escribes una entrada fabulosa, pues muy bien, que es más mediocre, pues vale también.En la vida no estamos siempre maravillosos y exultantes, tenemos nuestros días, ¿no? Hoy he estado en la exposición de Matisse y algunos de los cuadros no estaban a la altura de sus mejores obras, pero estaban ahí y eran parte de él y nos ayudan a conocerle mejor.
PD. Yo es que procuro ser indulgente en estas cosas de los blogs, porque la vida de por sí ya nos da bastantes problemas.
Yo te leo y paso un buen rato, y cuando "te sales" pues te lo digo, faltaría más. Besazos

Alejandro Muñoz dijo...

Si los sacos de naranjas pesan mucho puedes vender clines en un semáforo. Yo me lo estuve planteando el otro día e, incluso, me di una manita de betún. Tuve mala suerte porque no quedaba ninguno libre. Crisis? What crisis?

Liliana G. dijo...

Coincido plenamente José Miguel, imposible no saber quién se esconde detrás de un blog, sólo hace falta leer entre líneas y ver más allá del texto. Las imágenes, los colores, las entradas, la dialéctica, los comentarios y sus contestaciones... todo nos es mostrado como en una vidriera. Si alguien cree que puede engañar está equivocado, por eso la sinceridad y la espontaneidad, se notan...

Un cariño grande.

José Miguel Ridao dijo...

Coincidimos, Miradme. Y lo que te ocurre ahora creo que tiene que ver con el largo parón que has tenido, Cuando se pierde la inercia de algo, por muy gratificante que sea, cuesta ponerse de nuevo en movimiento.

Sí, Marisa, tú me dijiste una vez en un comentario que un blog se parece a su dueño, y una bloguería que colgué rezaba "El blog es el espejo del alma". Oye, y eso de que Matisse también tuviera días bajos de inspiración reconforta algo, ¿eh? Tú tienes una filosofía bloguera y, por extensión, de vida, que yo comparto: indulgencia y no buscar problemas donde no los hay.

Álex, verás como te coja alguien del Gobierno diciendo eso del betún. Te meten en chirona como mínimo...

Tú eres la que más comparte mi opinión, Liliana. Se nos ve el plumero bien visto (aunque no todos tienen ojos...).

Abrazos plumeriles.

Mery dijo...

Pues si, esto del blog acaba siendo una especie de dietario donde se reflejan nuestras grandezas y pequeñeces.
Divagar es también sanísimo, sobre todo si se hace con elegancia.

Un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

Más nuestras grandezas que nuestras pequeñeces, Mery. O eso espero...

Abrazos.