Hoy estreno cuaderno de papel, no de píxels. Cien o doscientas páginas en blanco, esperando tinta que no sea blanca, con la que buscaré palabras escondidas entre la celulosa.
José Miguel, cuando quiero escribir algo nuevo, me compro uno de esos libros en blanco. Haces bien garabateando en papel. En papel las cosas las pienso mejor que en la pantalla. Como luego hay que pasarlas al ordenata, pasan un doble filtro. La prueba casi refinitiva es cuando lo imprimes.
Me gusta tu triple filtro, Jesús. Yo casi siempre escribo directamente en pantalla, a ver cómo salen las cosas con el cuaderno.
Pero hombre, Dyhego, si los borradores son lo mejor. Si spieras las barbaridades que escribo y que luego tacho...
Es verdad, Ángeles, el papel estrenado huele de una forma especial. A diferencia del libro, creo que el cuaderno de papel sí va a sobrevivir a la revolución e-book.
Ya me gustaría que lo hubieses estrenado el fin de semana para ver las notas, ya.
Y fíjate que yo creo que los cuadernos caerán antes que los libros. Yo ya sólo los uso para hacer cuentas y para tomar notas de reuniones, y los más jóvenes ya van con el portátil a las reuniones y jamás han hecho cuentas.
Pues yo debo confesar que sólo escribo, y sólo quiero hacerlo, sobre la pantalla del ordenador. Como lo habitual es que no me ponga a pensar cuando escribo, el teclado es para mí lo más rápido, lo que mejor se adecúa a mi ritmo. Aparte la letruja que tengo, claro está...
Dicho lo cual, me das envidia. Un cuardeno debiera ser algo insustituible. Para mí ya no, pero ése es mi problema. Ya nos contarás, ¿no?
No habrías visto esas notas, Capitán, las habría destruido. ¿No se os cayó ningún anillo al suelo durante el fin de senana? Haz memoria, sobre todo el sábado por la noche...
Muy bien, Libros gratis, será un cuaderno gratis.
Esperemos que sean almejas de Carril, Juan Antonio.
Pues yo no creo que un cuardeno sea insustituible, querdio Juanma. Eso es algo muy pesronal (gracias por indicarme la errata, no la había visto).
Los cuadernos son unas de mis inexplicables manías. La última compra masiva que que hice da para una entrada (¿no me dirás que hemos venido a Portugal a comprar cuadernos?, dijo quien tú imaginas). Lo que me ha gustado del tuyo cuando lo he visto este fin de semana es que suena ¡chop! al pasar la página.
Podrías escribir unos haikus al otoño en la segunda página. Digo yo.
No sabía yo de tu manía cuadernera, Álex. A ver cuándo te compras un Moleskine. Respecto a mi cuaderno, tú tienes información privilegiada; viste estos alejandrinos (en tu honor y sin premio) con sus tachones y todo.
¿Un Moleskine comprado? Prefiero que me lo regalen. Vi sólo lo que me enseñaste. Soy muy respetuoso con los cuadernos ajenos. ¿Alejandrinos? No los taches, home.
Adoro los cuadernos, bien grandes, bien blancos, con o sin renglones, eso no importa, parece que siempre me llaman y siempre los tengo conmigo. Es mucho más fiel que el pistrolo (estoy en una puja feroz con Movistar, mi pistrolo está de huelga y no hay forma).
Cuando encuentres esas palabras escondidas, por favor, unite nuevamente al mundo blogueril. El cuaderno de papel no se comparte, el de píxels, sí...
Toda una aventura abrir la primera página. Me has recordado esos cuadernos de mi infancia, de espiral y tapas azules. Que la inspiración te visite oportunamente. Un beso
No seas rata, Álex, y cómprate el Moleskine. Ya puestos, compras dos y me regalas uno a mí, que para eso somos amigos.
Tú lo has dicho, América, nada como un cuaderno. Gracias por tu elegante comentario.
Parece que te estoy viendo escribiendo en tus cuadernotes, Liliana. ¡Abajo pistrolos y pinganillos! Eso sí, para compartir no hay nada como los píxels; en el cuaderno sólo quedará lo más íntimo, que es bien poco.
Qué bonito recuerdo te he traído, Mery. Espero que las musas te oigan, mi racha actual no es buena.
Un abrazo a todas (bueno, y a Álex también) y muchas gracias.
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19 comentarios:
Mucha suerte con el Cuaderno, y que lo disfrutemos todos.
Un abrazo.
José Miguel, cuando quiero escribir algo nuevo, me compro uno de esos libros en blanco. Haces bien garabateando en papel. En papel las cosas las pienso mejor que en la pantalla. Como luego hay que pasarlas al ordenata, pasan un doble filtro. La prueba casi refinitiva es cuando lo imprimes.
Monsieur RIDAO
Monsieur RIDAO:
¡Sólo pido que no nos haga usted leer los boradores! ¡Pásenos únicamente los resultados!
Salu2
Que bonito es estrenar, huele tan bien el papel.
Un beso
Eso espero, Javier. Muchas gracias.
Me gusta tu triple filtro, Jesús. Yo casi siempre escribo directamente en pantalla, a ver cómo salen las cosas con el cuaderno.
Pero hombre, Dyhego, si los borradores son lo mejor. Si spieras las barbaridades que escribo y que luego tacho...
Es verdad, Ángeles, el papel estrenado huele de una forma especial. A diferencia del libro, creo que el cuaderno de papel sí va a sobrevivir a la revolución e-book.
Cuatro abrazos.
Ya me gustaría que lo hubieses estrenado el fin de semana para ver las notas, ya.
Y fíjate que yo creo que los cuadernos caerán antes que los libros. Yo ya sólo los uso para hacer cuentas y para tomar notas de reuniones, y los más jóvenes ya van con el portátil a las reuniones y jamás han hecho cuentas.
En fin, es ley de vida.
Mucha suerte! Lo esperaremos ansiosos más de uno xD
Saludos,
Ya iremos viendo la evolución de tu cuaderno. Y algún día valdrá su peso en almejas...
Un abrazo.
Pues yo debo confesar que sólo escribo, y sólo quiero hacerlo, sobre la pantalla del ordenador. Como lo habitual es que no me ponga a pensar cuando escribo, el teclado es para mí lo más rápido, lo que mejor se adecúa a mi ritmo. Aparte la letruja que tengo, claro está...
Dicho lo cual, me das envidia. Un cuardeno debiera ser algo insustituible. Para mí ya no, pero ése es mi problema. Ya nos contarás, ¿no?
Abrazos.
Un "cuardeno" no lo vayas a usar, siempre fue mejor el cuaderno...pero sin parangón ni dudas, vaya.
No habrías visto esas notas, Capitán, las habría destruido. ¿No se os cayó ningún anillo al suelo durante el fin de senana? Haz memoria, sobre todo el sábado por la noche...
Muy bien, Libros gratis, será un cuaderno gratis.
Esperemos que sean almejas de Carril, Juan Antonio.
Pues yo no creo que un cuardeno sea insustituible, querdio Juanma. Eso es algo muy pesronal (gracias por indicarme la errata, no la había visto).
Otros cuatro abrazos.
Los cuadernos son unas de mis inexplicables manías. La última compra masiva que que hice da para una entrada (¿no me dirás que hemos venido a Portugal a comprar cuadernos?, dijo quien tú imaginas).
Lo que me ha gustado del tuyo cuando lo he visto este fin de semana es que suena ¡chop! al pasar la página.
Podrías escribir unos haikus al otoño en la segunda página. Digo yo.
No sabía yo de tu manía cuadernera, Álex. A ver cuándo te compras un Moleskine. Respecto a mi cuaderno, tú tienes información privilegiada; viste estos alejandrinos (en tu honor y sin premio) con sus tachones y todo.
chop chop
¿Un Moleskine comprado? Prefiero que me lo regalen.
Vi sólo lo que me enseñaste. Soy muy respetuoso con los cuadernos ajenos.
¿Alejandrinos? No los taches, home.
Nada como un cuaderno,siempre a la mano,hasta con la luz de una vela,las cosas de siempre....
Un cordial saludo.
Adoro los cuadernos, bien grandes, bien blancos, con o sin renglones, eso no importa, parece que siempre me llaman y siempre los tengo conmigo. Es mucho más fiel que el pistrolo (estoy en una puja feroz con Movistar, mi pistrolo está de huelga y no hay forma).
Cuando encuentres esas palabras escondidas, por favor, unite nuevamente al mundo blogueril. El cuaderno de papel no se comparte, el de píxels, sí...
Besos.
Toda una aventura abrir la primera página.
Me has recordado esos cuadernos de mi infancia, de espiral y tapas azules.
Que la inspiración te visite oportunamente.
Un beso
No seas rata, Álex, y cómprate el Moleskine. Ya puestos, compras dos y me regalas uno a mí, que para eso somos amigos.
Tú lo has dicho, América, nada como un cuaderno. Gracias por tu elegante comentario.
Parece que te estoy viendo escribiendo en tus cuadernotes, Liliana. ¡Abajo pistrolos y pinganillos! Eso sí, para compartir no hay nada como los píxels; en el cuaderno sólo quedará lo más íntimo, que es bien poco.
Qué bonito recuerdo te he traído, Mery. Espero que las musas te oigan, mi racha actual no es buena.
Un abrazo a todas (bueno, y a Álex también) y muchas gracias.
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