domingo, 8 de noviembre de 2009

Las virtudes del capitalismo

Hace poco leí una frase del antiguo presidente polaco Wojciech Jaruzelski que me llamó mucho la atención: “Lo que más me gusta del capitalismo son las tiendas llenas de cosas”. Esta afirmación, puesta en boca de un dirigente comunista, tiene mucho valor. Es el reconocimiento de la primacía del sistema de economía de mercado frente al sistema de planificación centralizada vigente en los regímenes comunistas. Y, al margen de esta obviedad, saca a la luz la principal virtud del capitalismo: la eficiencia en la producción. Gracias a este sistema económico se ha alcanzado un nivel productivo tan grande que, en los países donde existe estabilidad democrática, las tiendas están llenas. Y eso sucede incluso en aquellas naciones que se han incorporado recientemente al sistema capitalista, como es el caso de Polonia.

Antes de que los críticos del sistema se me tiren a la yugular, me adelantaré con las críticas, que a mi juicio son dos principalmente:

1. Las tiendas están llenas, pero no todos tienen (el mismo) dinero para comprar.

2. Gran parte de los habitantes del planeta vive en territorios donde las tiendas están vacías.

El primer problema que apunto es la desigualdad en la distribución de la renta, la gran falla del capitalismo y por donde primero se le atacó a través del marxismo. El segundo es el de la pobreza extendida por gran parte del planeta, con el argumento, difícil de demostrar, de que la opulencia de los ricos del Norte se ha conseguido a costa de los pobres del Sur.

Ante estos fallos evidentes del sistema, se me ocurren las siguientes reflexiones:

- En los países desarrollados, aunque hay desigualdades, el hambre es prácticamente inexistente (otra cosa es la marginalidad).

- Una de las causas principales de la pobreza en el mundo es la falta de cultura, oportunidades, libertades y, sobre todo, democracia, de los habitantes del Tercer Mundo, cuyos gobiernos son corruptos hasta un límite inimaginable.

- Los países que se han ido acercando al mundo capitalista finalmente han ganado en prosperidad.

- El capitalismo tiene muchos fallos, pero es un buen marco para construir una sociedad más justa.

- Desde que España se incorporó al capitalismo, aproximadamente con la llegada de la democracia, existe más riqueza y más igualdad entre las clases sociales que en ningún otro período de nuestra historia.

- Si a alguien se le ocurre un sistema mejor, soy todo oídos.

27 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Querido amigo, ese tema tiene mucha miga, y los que sabéis del tema no os ponéis del todo de acuerdo, así que los que sólo podemos acercarnos desde una perspectiva menos especializada únicamente dejamos una opinión.Yo creo que cuando se busca el máximo beneficio al mínimo coste sea como sea, la injusticia está servida.Sólo un capitalismo, digamos "humanitario" que no olvide a la mano de obra y sus necesidades, y que no deje a un lado las necesidades de salvaguardar los recursos naturales del planeta, será factible en un futuro. Políticamente está claro que la democracia , real claro, es la única manera de gobernarnos sin abusar del poder y permitiendo las diferencias.Pero la corrupción viene por la necesidad de enriquecerse a cualquier precio, y la explotación también.Tal vez deberíamos pensar que la felicidad no está en tener muchas cosas sino en saber compartirlas.
Un beso Ridao.

Joaquín dijo...

Sí, las tiendas están llenas de cosas... ¿pero de qué cosas?

El capitalismo descansa en el postulado de la eficiencia (maximin de recursos, costes y beneficios). Pero en ningún lugar está escrito que un sistema económico deba construirse así.

Los defensores del capitalismo parten de una petición de principio. Pongo en duda, además, que la libertad, prosperidad y felicidad que procura el capitalismo (sobre las que descansa todo el "argumentario" de sus defensores), sean auténticas.

Los pueblos capitalistas viven en la peor de las tiranías, que es hacerse la ilusión de que son felices, libres, etc. Eso es falso, y no hay más que analizar (lo que es un lugar común) las inmensas cuotas de infelicidad y malestar del país más rico (y capitalista) de la tierra.

Perdón, José Miguel, pero por lo visto en esta mañana de domingo debo estar un tanto subversivo.

Máximo Silencio dijo...

El capitalismo es mucho mejor que el sistema de economía centralizada, sobre todo cuando el comunismo (paradigma de este sistema económico) nos ha dejado con cerca de 100 millones de muertes, una represión terrible, unos niveles de miseria tremendos... y el capitalismo solo apela a la libertad individual.

El problema que parte de esa libertad de intercambio, la cooperación vopluntaria, el énfasis de libertad individual... tan positivos en la economía, es que ha perdido los valores propios del comportamiento: Honradez y austeridad.

Cuando el hedonismo, el excesivo individualismo se ceba de nuestros excesos significa que este sistema también esta podrido. Sobre todo cuando esta honradez se ha visto también invadida por el negocio sin ética... (Pero claro lo que va contra este gran gran capitalismo es mentira...)

1º Farmaceuticas, Cosmeticas...: Un mercado de medicamentos y experimentacion que produce muerte de embriones, peligros contra la salud pública...

2º Clínicas abortivas: ¿¿¿No hace falta decir nada no???

(Y algunas más que no me da tiempo a citar ... )

También el problema esta en que todo es comparativo en el capitalismo y no sustancial. "Lo importante no es el brillo sino el resplandor, fuente originaria de la luz"

Tras esta crítica, pesada, aburrida y tremendamente ignorante, solo digo una cosa, frente al individuo hay un dicho de un famoso poeta: "ningún hombre es una isla", lo importante somos las personas no los individuos metidos en un colectivismo mas viscoso que el de la economía centralizada, el colectivismo del placer. Somos engranajes que con nuestra droga parecemos libre... el placer desenfrenado.

Un saludo y sigue planteando estos temas tan interesantes. El debate siempre es bueno.

Juan Antonio González Romano dijo...

Creo, Joaquín, que mucho peores son las tiranías del tercer mundo, y su falta de libertad y de justicia. Habitualmente la democracia se asocia al capitalismo (no se si existe alagún país democrático en los que el capitalismo económico no se dé). No tiene por qué ser así, pero lo es.
Preguntemos a cualquier habitante del tercer mundo si no considera que en Europa se vive mejor. La infelicidad de los países ricos no es comparable a los de peíses pobres. Por entendernos, la infidelidad del primer mundo es una infelicidad "burguesa", no primaria.
Yo coincido con José Miguel en que el capitalismo, visto lo visto, es el menos malo de los sistemas económicos. Por supuesto, debe haber algunos controles, pero creo que desde Adam Smith hemos avanzado mucho en este sentido, ¿no?
Yo también soy todo oídos si a alguien se le ocurre algo mejor.

Un abrazo dominguero.

Er Tato dijo...

Pues esta vez, señor Ridao, estamos bastante de acuerdo. Una lástima.

Un abrazo

Máster en nubes dijo...

Me apasiona este tema porque desde luego tengo dudas en muchos sentidos, pero estoy bastante de acuerdo con lo que dices, la verdad.

1. el tema de que los países pobres lo son porque les hemos explotado es parte mentira y parte verdad histórica (la última no entro porque creo que ya lo sabemos). La parte de mentira es que desde hace mucho sus gobiernos se comen toda la ayuda al desarollo y la corrupción que tienen es el freno más importante a su desarrollo. También lo es que la gente de esos países que estudia y podría ayudar a sacarlos adelante... se van fuera poque lógicamente quieren dar una vida mejor a sus hijos (braindrain, etc.) Hay casos ahora distintos, India, que es apasionante lo que está pasando allí: gente muy formada ... que se queda...

2. una cosa es el capitalismo y el libre mercado y otra, que no tengamos que mirar hacia la sostenibilidad del modelo que ya sé que puede ser un concepto vacío o de cosmética pero que voy a intentar explicar. Creo al menos dudoso que si todo el mundo consumiera y produjera como lo hemos hecho los países desarrollados el planeta pudiera dar de sí. A la vez tampoco me creo a los agoreros eternos y no puedo soportar a Ehrlich. La mayor riqueza de cualqueir país es su gente, las personas, educadas y formadas. Hay mucho ecofascista hoy, en mi opinión. Por otro lado está el tema energético que me parece el más importante de todos y donde honradamente no sé qué pensar. El desarrollo está unido siempre a la existencia de una energía que nos permite calentar, fabricar, transportarnos, etc... que permite la movilidad. Tengo serias dudas sobre las alternativas tant por capacidad de satisfacer la demanda como por el coste.

3. Hay un agente fundamental en el desarrollo que son las empresas, los empresarios, los emprendedores... que desagraciadamente tienen muy mala prensa, y en nuestro país más. Yo creo que la riqueza la crean los empresarios y que en países donde todo el mundo quiere ser funcionario no hay manera de salir adelante o se sale mal. Creo también que las multinacionales no son siempre perversas y que al de Marruecos le gusta trabajar más para una multinacional que para una empresa marroquí, o al indonesio, pongo por caso.

A la vez tengo la idea de que el desarrollo real no pide sólo economía, libertad de mercado y democracia, como dices, creo también que pide un sustrato de valores o, como apuntas, ese algo que se puede llamar no sé si ética o moral, un sentido de comunidad. Perdón, estoy hablando de dos planos pero es que están interconectados. No sé, quizás estoy influida por los comunitaristas que me gustan mucho. También creo que en todo esto el tercer sector (ENL) tiene mucho que decir, más allá del papel de las empresas que es fundamental (grandes, pequeñas, redes, etc...) y el de los gobiernos que yo desde luego no creo que haya que dejar aparte y sin rol.

Perdón. Vaya rollazo. En fin, tengo claro algo y oscuro la mayoría.

José Miguel Ridao dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices del capitalismo "humanitario", Marisa; por eso digo que el capitalismo es un buen marco para construir una sociedad más justa. Lo de las necesidades del planeta está relacionado con el consumismo, que sólo se puede solucionar mediante el desarrollo sostenible. Es el tercer gran fallo del capitalismo, que se me ha olvidado incluir. En cuanto a la corrupción, no creo que venga por el dinero, sino por el poder, como se pudo comprobar en los regímenes comunistas, corruptos en su mayoría. Por último, no puedo estar más de acuerdo en tu afirmación de que la felicidad no está en tener muchas cosas. Creo que es posible un capitalismo sin consumismo, pero para ello hace falta cultura y educación, y en eso no vamos, como sabes, por buen camino. Un ejemplo son algunos países del norte de Europa.

Un beso.

José Miguel Ridao dijo...

Lo que dices no está en contra de mi entrada, Joaquín. Es lo que he dicho a Marisa, puede haber un capitalismo más justo. El sistema no es intrínsecamente malo, y creo que la máxima eficiencia es algo muy positivo.

Es verdad que no está escrito en ningún sitio que deba ser así, pero yo no vislumbro un cambio en el paradigma, y no soy capaz de imaginar un sistema mejor.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Antonio, la honradez y la austeridad son difíciles de conseguir en cualquier sistema económico. Veo que es más un problema de educación. A lo mejor soy muy optimista, pero veo posible hacer negocios con ética (hay numerosos casos). Las empresas no son máquinas despiadadas, sino que están formadas por personas, y si éstas tienen ética las empresas también la tendrán.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Otra vez será, amigo Tato, qué le vamos hacer.

Un abrazo frustrado.

José Miguel Ridao dijo...

Me alegro de que coincidamos, Juan Antonio.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Luego te contesto, Aurora, que quiero leer con tiempo tu comentario.

Joaquín dijo...

Sí, Juan Antonio, hablaba de la tiranía capitalista en gracia al discurso. Es algo así como una tiranía anónima, mental. Otras, en las que pensamos, son tiranías personales y físicas. Pero es cierto que en el primer mundo hay mayores cuotas de libertad deambulatoria y prosperidad material. Pero, en mi opinión, no vale para defender el sistema capitalista. Se pretende vender el libre mercado como el sistema económico "natural", aunque pongo en duda incluso que sea espontáneo. Posiblemente, el libre mercado sea tan natural, en su fase histórica, como el feudalismo o cualquier otra forma de satrapía. Lo que propongo es la validez del slogan "otro mundo (otro sistema, otra economía, otra política) es posible", sin caer por otra parte en ningún angelismo ni ingenuidad al respecto. Aceptemos que el sistema que tenemos ahora (el capitalismo de libre mercado, más o menos socializado) no tiene alternativa mejor, por el momento. Eso no excluye que no podamos ponernos en la tarea de imaginar otros mundos posibles, otros sistemas posibles, porque los principios fundantes del capitalismo, sencillamente, no son una verdad eterna, al modo platónico.

Bueno, corto el rollo.

Saludos.

Er Tato dijo...

Por contribuir un poco al debate. Éstas son algunas de las políticas anticapitalistas y antisociales que pueden hacerse gracias a los recursos obtenidos por un supuesto sistema capitalista. A saber, por orden del señor alcalde-léase presidente del gobierno de turno-, las empresas eléctricas tienen que comprar el carbón nacional, mucho más caro y de peor calidad que el importado, para que 8.000 familias puedan seguir obteniendo unos ingresos decentes. Y todo eso nos va a costar, sólo este año, a todos los que pagamos impuestos más de 1.634 millones de euros. Si ese dinero, el de los años anteriores -desde 1998-, y el de los venideros se hubiesen dedicado a formar a esos trabajadores y a sus hijos en otras profesiones y a impulsar nuevas actividades en esas zonas mineras, ahora no tendríamos que seguir subvencionando una actividad que no es competitiva. Si no protegiésemos, subvencionándola y creando aranceles, a nuestra agricultura y ganadería, los países subdesarrollados podrían vendernos sus productos y prosperar. No nos engañemos, ni en EEUU ni en la UE hay un sistema capitalista salvaje como algunos andan pregonando cuando les conviene, sino uno bastante descafeinado, que subvenciona industrias no competitivas y que se protege de la competencia exterior.

Saludos

José Miguel Ridao dijo...

Bueno, Aurora, al lío:

1. Estamos de acuerdo respecto a la ayuda a los países pobres: el colonialismo del siglo XIX fue una salvajada, pero lo de ahora es muy distinto.

2. El desarrollo de un modelo de crecimiento sostenible es hoy por hoy algo IMPRESCINDIBLE. Ni siquiera sé si estamos a tiempo de evitar un desastre ecológico. Es cierto que hay ecofascistas que se pasan, pero el problema es serio. En cuanto a la energía, yo sí creo que hay alternativas viables y ecológicas. En última instancia, la nuclear no es ninguna barbaridad.

3. La necesidad de emprendedores es una evidencia que no todos ven, y que las multinacionales no son tan fieras como las pintan también es verdad. De todo hay. Lo que sí hay que tener en cuenta es que la gran empresa se ha convertido en un poder que se acerca en importancia al del Estado. Como todo poder, puede actuar bien o mal.

4. Lo de la ética y la moral es fundamental. Lo difícil es inculcarla y encauzarla. No creo que el Estado sea el más indicado (educación pública). Miedo me da. Creo que es más bien una evolución (¿lógica?) de los seres humanos. Iluso que soy.

Una duda: ¿te debo una entrada sobre emprendedores o la hice ya?

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Juaquín, yo espero ansioso alguien que me explique en qué consistirá ese "otro mundo". Mientras tanto, deberemos conformarnos con perfeccionar el que tenemos. Coincido contigo en que se producirá un cambio en el paradigma, pero no se vislumbra. Esperemos que ese cambio sea para mejor.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Muy bien traído el artículo, Tato. Un ejemplo de pésima intervención de un gobierno en la Economía, y una prueba de que ese capitalismo salvaje del que algunos hablan está muy lejos de la realidad.

Un abrazo, hoy te estás librando de las collejas.

Er Tato dijo...

Y tú también, tú también. De momento. Debo estar volviéndome un blandengue.

Otro abrazo, pero que corra el aire.

José María JURADO dijo...

El capitalismo es intrínsicamente injusto, las tiendas están llenas, pero las almas vacías.

En esto no es mejor que el comunismo.

¿Que es el menos malo de los sistemas?

Y qué, lo dijo JRJ, lo bueno es enemigo de lo mejor.

José Miguel Ridao dijo...

Disiento, amigo José María, como no podía ser menos. Si las almas están vacías, no culpes al capitalismo. El capitalismo salvaje sí puede ser intrínsecamente injusto, pero, como muy bien ha apuntado er Tato, ésa no es la realidad actual.

Un placer que hayas traído a JRJ al debate.

José María JURADO dijo...

No culpo al capitalismo, culpo a los hombres, si además el capitalismo, salvaje o no, facilita una excusa materialista, la extinción del alma es casi una consecuencia.

José Miguel Ridao dijo...

Siempre habrá una excusa materialista, en cualquier sistema. Los hombres deben llenar sus almas a la vez que llenan sus estómagos gracias, por ejemplo, al capitalismo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

José Miguel, otra gran entrada.

Sigo diciendo que debes hacer carrera política, debes ser el nuevo ministro de Economía.

Máster en nubes dijo...

Estoy bastante de acuerdo con lo que señala el Tato y por lo que sé de los EEUU desde luego, también respecto a lo de los aranceles. Vas a Francia y piensas que qué bien viven en el campo -cosa que me parece genial- pero ¿a costá de qué? No me gustan en general las subvenciones y creo que al final es peor el remedio que la enfermedad.

Gracias, JM, por este espacio y por tu contestación.

Me ha gustado que señales a la vez lo de sostenibilidad -que no es camelo siempre- y lo de la nuclear, porque en medio de lo poco que sé sobre esto es la vía que también veo (para espanto de todos mis amigos ecologistas). También de acuerdo en que malo cuando el estado se mete a moralista.

La fibra moral o ética más bien de los ciudadanos creo yo que depende de un conjunto de factores que no son solo el sistema libre de mercado que es un campo de juego pero no un absoluto para todo. Que el capitalimo o el libre mercado contribuya o no a la pérdida de valores, a personas más materialistas puede ser, pero es porque hay un vaciamiento de otras cosas previas o durante que no cabe achacar al sistema solo. Es bastante más hondo el tema que el sistema económico, aunque lo acompañe o se solape. El toma el dinero y corre es tan antiguo como el hombre, el escaqueo también, el robar, el matar, el dios mamón, etc. Por otro lado creo ver que otras ideologías digamos que anticapitalistas han tenido unos efectos terribles en la fibra moral de las personas. Para empezar -por debatir algo- un sentido de igualdad que se ha salido por la tangente. Para seguir la cultura de la queja, el reivindicar derechos que no son tales, el diluir la responsabilidad propia en el grupo, etc. Creo yo que el bajo nivel ético actual no es achacable al sistema libre de mercado en bruto. El que roba, roba con éste o haciendo alarde de socialista, creo. El deterioro no viene del sistema, viene de antes.

Máster en nubes dijo...

Y no, creo que no has escrito todavía sobre emprendedores...

José Miguel Ridao dijo...

Es un tema apasionante, Aurora, y veo que coincidimos casi en todo, por lo que no hay mucho que decir (en estos casos se aprende de quien disiente y lo argumenta bien). Me interesa especialmente lo que dices de la ética. Yo también estimo que no está tan influida por el materialismo y que, en cualquier caso, cualquier sistema económico o político (al menos los que ha habido hasta ahora) tiende a desviarnos del buen camino.

Disculpa lo de la entrada de los emprendedores, recuerdo incluso que te dije que caería más pronto que tarde. Intentaré que caiga esta semana.

José Miguel Ridao dijo...

Se me olvidaba, Javier, hagamos un trato: cuando tú llegues a presidente del gobierno por el partido independiente caletero me nombras ministro de Economía, aunque te advierto de que me voy a dar de baja por depresión en poco tiempo.

Un abrazo, y disfruta de los carnavales.