viernes, 9 de septiembre de 2011

La escritura o la vida (y 2)



Todos tenemos dos vidas:
La verdadera, que es la que soñamos en la infancia,
Y que continuamos soñando, adultos, en un substrato de niebla;
La falsa, que es la que vivimos en convivencia con otros,
Que es la práctica, la útil,
Aquella en la que acaban por meternos en un cajón.
Álvaro de Campos
La vida soñada en los libros, o simplemente en las ensoñaciones que tiñen de colores vivos nuestra existencia gris, tiene tanto o más valor que ésta. ¿Qué importa que el poeta nunca haya surcado mares remotos, ni se haya encontrado con gentes extrañas? Si lo ha soñado, lo ha vivido. Pero dejemos que hable el genio portugués:
Quien ha cruzado todos los mares ha cruzado tan sólo la monotonía de sí mismo. Ya he cruzado más mares que todos. Ya he visto más montañas que las que hay en la tierra. He pasado ya por ciudades más que existentes, y los grandes ríos de ningunos mundos han fluido, absolutos, bajo mis ojos contemplativos. Si viajase, encontraría la copia débil de lo que ya había visto sin viajar.
Y aún hay quien dice que Como se vive de verdad no es leyendo, ni escribiendo, sino viviendo. Sólo un ser zafio desprovisto de sensibilidad, un hombre de las cavernas contemporáneo que apura la vida a garrotazos, puede pensar de esta manera. En fin...

5 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur RIDAO
Entonces, ¿para "vivir" de verdad un asesinato tengo que matar o me bastaría con leer una novela de Agathe Christies?
Salu2 vivificantes.

La de la ventana dijo...

Separar la vida en compartimentos es un error, estoy de acuerdo contigo, Ridao. Tan vida es la soñada, como la leída, como la inventada por uno que escribe, como la que se vive por aquí, que también se suele contraponer a la "vida real". Reducir la vida a uno sólo de sus aspectos es triste y empequeñece un mundo infinito de posibilidades.

L.N.J dijo...

He leído varias veces tus entradas "La escritura o la vida", la reflexión de Álvaro de Campos de la que no estoy muy de acuerdo. Pero la experiencia me dice que deducir a veces es ta fácil como complicado.
La verdad que el título da a elegir, una cosa o la otra. José Miguel, me quedo con la vida, a partir de aquí "casi todo es posible".

Besos.

L.N.J. dijo...

Por cierto, ese _en fin_ me deja con dudas.

José Miguel Ridao dijo...

Es mejor la novela, Dyhego, más que nada porque te evitas el trullo.

¡¡Justo, Teresa!! Eso es lo que quería transmitir. No es que Pessoa fuera insincero, pero él contaba su experiencia subjetiva, cada uno tenemos la nuestra, hasta los vividores que les da por escribir, que hay unos pocos. Siempre se olvida que la generalización es un error.

Buena elección, Lourdes, no todo el mundo juega esa carta. En fin...

Abrazos "enfinitos".