viernes, 2 de marzo de 2012

Libertad encadenada



Me dispongo a leer el afamado ensayo de Stuart Mill On Liberty, que tenía en cola desde hace tiempo, y antes de entrar en materia me topo con estas palabras del autor en la dedicatoria:
To the beloved and deplored memory of her who was the inspirer, and in part the author, of all that is best in my writings —the friend and wife whose exalted sense of truth and right was my strongest incitement, and whose approbation was my chief reward—I dedicate this volume. Like all that I have written for many years, it belongs as much to her as to me; but the work as it stands has had, in a very insufficient degree, the inestimable advantage of her revision; some of the most important portions having been reserved for a more careful re-examination, which they are now never destined to receive. Were I but capable of interpreting to the world one-half the great thoughts and noble feelings which are buried in her grave, I should be the medium of a greater benefit to it than is ever likely to arise from anything that I can write, unprompted and unassisted by her all but unrivalled wisdom.

A la bienamada y llorada memoria de aquélla que fue la inspiradora, y en parte autora, de todo lo que pueda haber de bueno en mis escritos -la amiga y esposa cuyo exaltado sentido de la verdad y de la rectitud fue mi mayor motivación, y cuya aprobación fue mi principal recompensa- dedico este volumen. Como todo lo que he escrito durante años, pertenece a ella tanto como a mí; pero la obra ha tenido, si bien en grado insuficiente, la ventaja inestimable de su revisión, habiéndose reservado algunas partes importantes para un examen más a fondo, que ya nunca podrán recibir. Si al menos yo fuera capaz de descubrir para el mundo la mitad de las grandes reflexiones y los nobles sentimientos que están enterrados en su tumba, sacaría de ello más beneficio del que pueda ahora surgir de cualquier cosa que escriba, desasistido y huérfano de su impar sabiduría.
Poco más se puede decir de este hombre que amaba la libertad, pero cuya alma noble quedó para siempre encadenada a la de su compañera.

7 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
¿"Libertad encadenada" no es una "antítesis" como el nuevo título que le ha encasquetado uno de los seguidores de su blog, "Ridao bacalao"?
Saludos sintéticos

José Miguel Ridao dijo...

Po zi, aunque poniéndome pejiguera es más bien un oxómoron. de ahí surge un nuevo significado: libertad encadenada no es libertad ni encadenamiento, es algo más elevado, porque conjuga lo mejor de ambas. Con Ridao bacalao el oxímoron se queda cojo, porque soy Ridao, pero no bacalao, pero como tengo buen talante, por detrás y por delante, me lo tomo como un cumplido.

Abrazos oximorónicos.

Mery dijo...

Qué bellísimos pensamientos, me ha encantado esa parte de las cualidades que están encerradas en su tumba.
Un beso

Er Tato dijo...

¿Ves como se puede ser una persona sensible y liberal al mismo tiempo? Por ejemplo, a mí me gusta la poesía y soy de lágrima fácil... ;-)

Un abrazo preocupado

P.S.: Tú sigue leyendo según a quiénes, y terminarás siendo un asqueroso liberal. Aunque Mill es de los moderados, ten cuidado.

José Miguel Ridao dijo...

Es verdad, Mery, es precioso y muy humano.

No te apures, Tato, que leo a este personal para poder criticarlo con fundamento. Y no te lo pierdas, que tengo en la cola a Marx y a Hitler.

Saludos -no hitlerianos-.

Er Tato dijo...

¿En la cola...? ¡Empuja, Ridao, empuja...! ;-P

No sé si darte un abrazo o pegar el culo a la pared

José Miguel Ridao dijo...

Quita, quita, que a esos dos me da asco, los voy a leer con la nariz tapada.

¡Uhagggg!