Este poema es uno de los más estremecedores que he leído nunca, se palpa la figura del capitán, se le añora, se llora su muerte. Hacia la mitad hay un grito desgarrador tratando de que vuelva a la vida - Rise up! -, y al final viene la resignación, la pena, el homenaje, y sobre todo la tristeza.
No soy partidario de las traducciones en poesía, aunque reconozco que son la única forma de hacer llegar la obra de un autor a quien no domina el idioma en que fue escrita. En el caso del poema de Whitman es especialmente recomendable leerlo en inglés, pues gran parte de su fuerza viene del ritmo trepidante y emocionante, que inevitablemente se pierde en la traducción, junto con la rima. Ofrezco el original y la traducción al castellano, y al final su recitación, que aconsejo oír aunque no se sepa inglés, pues este poema es especialmente musical.
O Captain! my Captain! our fearful trip is done,
The ship has weathered every rack, the prize we sought is won,
The port is near, the bells I hear, the people all exulting,
While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring;
But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
O Captain! my Captain! rise up and hear the bells;
O Captain! my Captain! rise up and hear the bells;
Rise up--for you the flag is flung--for you the bugle trills,
For you bouquets and ribboned wreaths--for you the shores a-crowding,
For you they call, the swaying mass, their eager faces turning;
Here Captain! dear father!
This arm beneath your head!
It is some dream that on the deck
You've fallen cold and dead.
My captain does not answer, his lips are pale and still,
My captain does not answer, his lips are pale and still,
My father does not feel my arm, he has no pulse nor will,
The ship is anchored safe and sound, its voyage closed and done,
From fearful trip the victor ship comes in with object won;
Exult, O shores, and ring O bells!
But I, with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
***
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro espantoso viaje ha terminado,
la nave ha salvado todos los escollos, hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace,
frío y muerto!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas, para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
28 comentarios:
Es un gran poema Ridao, exquisito, pero muy fuerte.
Gracias.
Fantástica la recitación, Jose Miguel.
Hoy se me ocurren muchas personas a las que yo dedicaría este poema. Muchas.
Gracias por traerlo a mi dia, clma un poco mi rabia.
Un abrazo.
Miguelito, gracias por la cita, y como te dije ayer conocìa el poema pero parcialmente, que nos lo traigas hoy me permite leerlo y es magnífico ciertamente
No te comàs todo el jamón, deja algo para los demàs
A mi también me ha gustado siempre este poema, lo puse en una de mis primeras entradas de http://jesusfidelis.blogspot.com/
Excelente.
Un saludo.Vicky
El señor Whitman fue un poeta poderoso, con una sensibilidad distinta a la habitual.
Y esos versos fueron más leídos gracias a aquella película de "El club de los poetas muertos". Película que, para mí, no ha superado bien el paso del tiempo, por cierto. Claro, es que tampoco soporto al actor protagonista.
Un abrazo, querido José Miguel.
José Miguel:
"Vi un océano en la noche oscura del mundo y unos labios cercanos, contemplando, sin verlas, nuevas tierras, cercanas y extrañas a la vez, al final de las aguas. Vi unas montañas cercanas con una grieta inmensa, dolor de la tierra y de los mineros que cantan coplas de luz en la oscuridad; más arriba, un santuario milenario, al que acudía un sabio, consejero de un rey, a rezar a una virgen antiquísima y al dios del agua, entre castaños y helechos de un frescor y un verdor paradisíacos. A sus pies, un pueblo dormido en forma de lagarto y una casa con un león atravesado por una flecha en una de sus ventanas".
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¡Toma ya! Para tu curiosidad, te diré que este texto forma parte de mi primera novela, aún inédita. Me imagino que sabes cuál es ese pueblo con forma de lagarto, pero ¿tienes idea de lo que significa ese león? Te agradezco de antemano tu búsqueda de información. Un saludo de
Pepepincho.
Tienes razón, Javier, y ésa es una combinación muy difícil de lograr, sólo al alcance de los grandes.
Un abrazo. Como ves, sigo tu consejo y leo buena poesía.
Fíjate, Maite, que me acabo de enterar del atentado a raíz de tu comentario. Es tal mi hastío que no veo televisión ni leo periódicos. Quizás no es la mejor opción, hay que luchar, y que sepas que soy de los que te admiro por esa entrada que hiciste en tu blog y tus comentarios de respuesta.
Un fuerte abrazo para ti.
No hay de qué mi capitán. No te preocupes, que si me como todo el jamón me compro otro para invitaros.
Jesús, coincidimos en gustos, en este caso no es difícil. Abrazos.
Lo mismo te digo, Vicky, excelente el poema y la recitación. De lo mejor. Gracias por tu visita.
Juanma, es cierto que se pusieron de moda con esa película. Creo que el protagonista se hacía llamar Capitán. De lo que no estoy seguro es de que el poema se recitara en la película, creo que no.
Un abrazo, estoy seguro de que la emisión de ayer fue un éxito. ¿Arreglasteis el problema educativo?
¡¡Te pillé contestándome!! Todo arreglado con la educación. Paga el profe.
Y no se recita en la peli. El profe se hace llamar "oh capitán, mi capitán"
Precioso, José Manuel. Si el resto es así merece de sobra el papel. En cuanto tenga tiempo la leeré y te daré mi opinión.
Te escribo desde la cabeza del lagarto. No sé el significado del león, pero preguntaré en el cuerpo y en la cola.
Un abrazo, mantenedor.
No sabía que el profe estuviera en el taco, Juanma. Seguramente está recibiendo anticipos de sus editores.
Ridao, Juanma, el profe guarda muchos secretos inconfesables, muchos.
Sólo hay que verlo por Nervión...
Ya me contarás, Javier...
Este poema tiene un algo de grandioso ya en su primer verso.
¡Oh capitán, mi capitán! es el preludio magnífico de un gran poema, en el fondo y en la forma.
Se te agredece que nos lo muestres en ambas versiones y con sonido. Estás en todo, caballero. No es de extrañar que te seduzcan estas maravillas...
Un beso
Esta es la gran poesía, la única, razón de vida.
¡Qué genialidad! De una fuerza arrolladora que incita a los sentidos a dedicarle la atención que sólo se le permite a los grandes...
Un lujo José Miguel, un lujo.
Cariños.
Aquí bajo la garúa (sirimiri) porteña.
Mery, ya te echaba de menos. Estas maravillas están ahí para quien quiera dejarse seducir, como tú, pero no todos lo hacen. Un beso.
Coincido plenamente contigo, José María. No sé bien qué es poesía, pero este poema seguro que lo es.
La fuerza del poema es lo que más me impacta a mí también. Creo que eso es lo más difícil, lo que sólo consiguen los elegidos.
Envidio tu garúa porteña. Aquí tenemos el infierno andaluz, no bajamos de 40º desde hace cuatro días.
Un abrazo, Liliana.
Precioso, Ridao. Yo hice un poema que glosaba est otro hace años. Si Jusn Antonio, memoria de elefante, lo encuantra, te lo envío.
Gracias, Julio, lo espero. Yo estoy en una traducción de éste, más libre pero tratando de mantener el vuelo del poema. La llevaré a la próxima tertulia. Un abrazo.
José Miguel, muchas gracias por la mención y perdona por no entrar hasta hoy. La semanita ha sido dura.
El poema es acojonante y el vídeo una auténtica maravilla.
Un abrazo tardío
No hay de qué Miradme, a ti por recordarlo. Muchas veces prestamos demasiada atención a lo contemporáneo, y creo que es importante sacar a los clásicos a pasear de vez en cuando.
Un abrazo.
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