lunes, 4 de enero de 2010

Blog vs. libro

Una de las principales virtudes del blog en su versión literaria es que permite publicar sin la intermediación de una editorial. Si el blog tiene éxito el número de lectores puede ser elevado, con lo que se cumple el deseo de la práctica totalidad de los escritores de que su obra sea leída. Ciertamente se trata de un género peculiar, con textos poco extensos y donde tiene difícil cabida la narrativa medianamente larga, pero a cambio permite una gran diversidad y frescura, y hay géneros como la poesía que se adaptan especialmente bien al formato. En mi opinión se puede hacer literatura con mayúsculas a través del blog.

Comparemos ahora la publicación en el blog con la publicación tradicional en el soporte de un libro, salvando las diferencias de género e inmediatez. Cabría pensar que si el número de lectores que se consigue es similar no debería haber demasiadas diferencias en cuanto a la preferencia por uno u otro medio. Sin embargo, o mucho me equivoco o la mayoría de los blogueros con pretensiones literarias “matarían” por publicar en un libro (los que aún no lo han hecho). Mi diagnóstico de esta “enfermedad” es claro: afán de reconocimiento y afán de prestigio. En definitiva vanidad, perfectamente legítima por otro lado.

51 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Qué buena entrada, Ridao. Estoy muy de acuerdo. Sin embargo se me ocurre que escribir sólo si ya tienes editor seguro... implica menos riesgo. No sé, vanidad siempre, seguro, del que publica en abierto textos largos (o cortos, en general el blog es exhibición de una forma u otra), pero también atreverse a ver lo que da una historia de si, al día, jugar, exponerse a hacerlo fatal y en público y en directo.

El blog puede parecerse algo a esas entregas de folletín diarias en los periódicos de antaño, no sé.

Conocemos el blog de entradas cortas, fenomenal, es una opción. Pero como herramienta puede dar más de si, en literatura y en otras cosas, tanto porque te permite comprobar algo con algún lector -escribir es una tarea solitaria y en algún caso no tiene por qué ser así- como por otro lado, ver si eres capaz de crear algo al día, mantenerlo, comprometerte. No sé. Es todo muy variado.

Un abrazo

Aurora

Joaquín dijo...

... Porque el libro se ve, se toca, se huele (y no digo yo, todavía, que se pueda mascar...), se oye el crujir de sus páginas... Pero el ebook, o las bitácoras, son inodoras, incoloras e insípidas... ¡Dónde va a parar!

Un abrazo,

Cita Franco dijo...

SI, la poesía se adapta a la perfección a este formato, me atrevería a decir incluso que es mas leída de esta manera.
Quizá también se debaa la cercania que el blog te proporciona con el autor.
En mi caso, siendo gran consumidora de libros, el blog me proporciona algo que los libros no. Yo lo llamo "realidad inmediata"

Besos Ridao

Cita

Máximo Silencio dijo...

Yo personalmente creo que el blog y el libro son cosas muy distintas. Mientras cuando escribes en un blog, la calidad del texto está condicionada por el reconocimiento de los lectores, el libro, por lo menos en la buena literatura, suele salir tras la obra escrita. Es como lo que dice Schopenhauer: La vulgaridad esta en utilizar nuestras capacidades intelectuales para un auto reconocimiento.

Por supuesto, no es nada malo intentar publicar textos en un blog, cosa que puede abrir te al mundo de la crítica, de lectores más o menos exigentes, etc. Cosas que en un libro de papel no pueden darse.

Por supuesto también entra el factor comodidad. A lo mejor no se cumple e generaciones más adultas pero ¿no es más fácil leer un blog que un libro? Esta comodidad se da por la facilidad de acceso y por la extensión. Un texto de extensión quijotesca no puedes publicarla en un blog. Es cierto que en poesía, en narrativa, incluso en ensayo, se puede expresar mucho en pocas palabras, pero el desarrollo de una novela, de la psicología de los personajes, de un ensayo político o filosófico... es necesario también.

Conclusión Son cosas muy diferentes. La cuestión está en que las excepciones son siempre la sal de este mundo. Hay blogs de libro, y son libros de hecho, y hay libros que más fácilmente cabrían en un blog.

Un saludo

AdP dijo...

Pues sí, tiene que resultar interesante encontrarte en una librería algo que has escrito tú.

También, sin contar a los que recurren a las bibliotecas o a los préstamos personales y regalos, que alguien se interese por algo que has escrito representa que hay interés hacia ti de esa persona o que a algún crítico le ha parecido un buen texto.

Por otro lado, leer un blog es gratis.

Saludos.

América dijo...

Interesante post,Blog vs.libro,en todo caso el blog es un medio inmediato que te va abriendo puertas,la publicación es una aspiración como bien dices válida ,la comunicación directa con el autor es irremplazable y el placer de un libro también.

Opciones de los nuevos tiempos,para los escritores debe ser un debate permanente esn sus aspiraciones.

Un cordial saludo.

maile dijo...

Con estas cosas pasará como con todas, que cada una tiene su propia razón de ser y su utilidad.
Hay quien, durante toda la vida, va llenando diarios y diarios, que nunca nadie lee, y que son atesorados con recelo. Nunca entendí esto porque soy de las que creo que lo que se escribe, y porque se escribe, es para que sea leido, ya por los amigos, por los hijos o por un millón de lectores anónimos. Escribir para poder leer y releer lo propio me llega
a la autocomplacencia.
Pero si lo que gustas es de ser leído, el blog podría ser el primer paso, o el único, porque no todos los que escribimos, y nos gusta hacerlo, gozamos del arte y la calidad suficiente como para publicar abiertamente con una editorial y vivir de ello. Y eso lo sabemos.
Ser leido en tu blog, aprobado o aplaudido, comentado o no, no siempre te conduce a la vanidad.
De todas formas el equilibrio entre la autorrealización y la necesidad de ser aceptado por otros nunca es fácil... alguna vez oí que era un arte.

Un abrazo mi señor Ridao.

Er Tato dijo...

¿Matar por publicar un libro? ¡Quia!

Un abrazo

P.S.: Psssst... ¿A quién habría que matar?

Olga Bernad dijo...

Pues podría estar en parte de acuerdo con todos. Quizá con Rafael con el que más. Supongo que lo importante es hacerlo igual de bien sin importar el soporte. Utilizar el que tengas y que sea lo que Dios quiera.
Como lectora prefiero el libro, pero he encontrado por aquí algunas cosas impagables. Sin embargo, reconozcamos que el blog tiene también sus trampas, como todo, y hay quien sabe usarlas muy bien.
De todas formas me alegro de no haber tenido que matar a nadie (estoy pensándome si lo haría, si a quién, etc;-) pero el día que le regalé mi libro a mi hijo fue un momento precioso, uno de los más serenamente felices de mi vida.
Eso no significa despreciar otras vías, una cosa no va contra la otra.
Abrazos y muy feliz año, Ridao, que aún no te lo había dicho;-)

Liliana G. dijo...

Aquí hay cantidades de pro y de contras que ya hemos visto en varias oportunidades, José Miguel. Mientras la inmediatez no se convierta en estupidez, el feliz poseedor de un blog se complace en interactuar con sus fans. Pero la delicia de publicar un libro de papel es similar a la de leer un libro de papel... ¡Genial! Y genial aunque sigamos siendo unos intrascedentes literarios.

Besos mil :)

José Miguel Ridao dijo...

Disculpad mi tardaza en contestar, estoy en Alájar con el pinganillo de los cojones, y encima apenas puedo meterme en vuestros cuadernos. Servidumbres de la vida rural...

José Miguel Ridao dijo...

Gracias, Aurora. Estoy de acuerdo en que el blog puede dar más de sí como herramienta, habrá que ver su evolución. Todo cabe en él, incluso relatos largos, aunque por el uso que se le da tendrán inevitablemente menos lectores, lo que no merma su interés y utilidad.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Estoy de acuerdo contigo en que el libro es un objeto más precioso, Joaquín, pero un escritor siempre podría fabricarse un único ejemplar de lujo para disfutar de él, y nadie lo hace. Todos quieren publicar con grandes tiradas. Sigo pensando que aquí interviene la vanidad, el prestigio que otorga publicar en papel.

Un abrazo, y feliz año.

José Miguel Ridao dijo...

Es verdad, Cita. Eso que llamas, en afortunada expresión, "realidad inmediata", es quizá el mayor atractivo del blog.

Un beso.

José Miguel Ridao dijo...

Antonio, yo no creo que la calidad en el texto de un blog esté condicionada por el reconocimiento de los lectores. Un texto tiene calidad o no la tiene, en un blog o en un libro. Por otro lado, la frase de Shopenhauer es una verdad como un templo, y en los blogs hay mucho de eso. En cuanto a la comodidad, coincido plenamente contigo, y con el e-book irá en aumento. Por último, pienso que como soporte blog y libro son muy diferentes, pero los contenidos son otro cantar.

Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

AdP, pones el dedo en la llaga al decir que leer un blog es gratis. Ahí hay una gran diferencia. Veremos qué pasa con los e-books pirateados.

Abrazos.

José Miguel Ridao dijo...

Qué bonito, América, "opciones de los nuevos tiempos". Hay que evitar el antagonismo, y no creo que sea bueno estar opuesto al cambio.

Un fuerte abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Qué buen comentario, Rafael, y magníficamente expresado. Te felicito. ¿Qué nos mueve a esa meta envidiada? Creo que la búsqueda de reconocimiento.

Otro abrazo para ti.

José Miguel Ridao dijo...

Maile, ser aplaudido en tu blog no siempre conduce a la vanidad, es cierto, aunque muchas veces sí. De todos modos, lo que yo digo es que es precisamente la vanidad (en el buen sentido) la que te conduce a escribir en un blog y, aún más, a publicar en un libro.

Me ha gustado mucho el último párrafo de tu comentario. Un abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Pssst: Tato, te contaré un secreto. No hace falta que mates a nadie, basta con que amenaces de muerte a algún editor. Si quieres te proporciono datos confidenciales...

Un abrazo mafioso.

José Miguel Ridao dijo...

Es verdad, Olga, no es comparable regalar un libro a tu hijo con otra cosa, y ahí no hay vanidad, sino amor. Una vez más me has sorprendido.

Un abrazo, y feliz año 2011;-) (por si se me olvida más adelante).

José Miguel Ridao dijo...

Ni tú ni yo somos intrascendentes, Liliana. Te lo digo yo, que te conozco. Faltaría más...

Un abrazo trascendental.

Marisa Peña dijo...

To publish or not to publish, that's the question" :) Crear, esa debe ser la cuestión, y no venderse al mejor postor y ser feliz y allá cada uno con sus miserias y sus mentiras....besazos

Olga Bernad dijo...

Venga, por favor.
La duda supone posibilidad de elección. Y publicar no es venderse, vaya manera de llevar todo a la misma serie asquerosa de frases manidas. Ya me gustaría ver los saltos que daban algunos (y con razón) en el hipotético caso de poder publicar. Y estoy de acuerdo con Ridao, la diferencia es que algunos matarían y otros no.

José Miguel Ridao dijo...

Bueno, por fortuna aún no ha muerto ningún editor, aunque como se me ponga a tiro alguno... Un fuerte abrazo, Marisa y Olga, y que los Reyes sean generosos con vuestros hijos.

¡Habrá algo más bonito que el amanecer del 6 de enero en una casa con niños...!

Marisa Peña dijo...

¿? He notado cierta acritud en algún comentario. Con lo de "venderse" me refería a los escritores de best sellers y a los que escriben por encargo de cosas que no les gusta, o son capaces de cambiar aspectos de su obra sólo por publicar, no a los escritores honestos que publican porque tienen calidad y se lo ofrecen.
Simplemente quería dejar clara mi postura ya que se ha hecho referencia a algo que yo apunté sin la menor intención de iniciar ninguna polémica.Pido disculpas si alguien se ha sentido molesto con mi generalización.

Olga Bernad dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Olga Bernad dijo...

Mira guapa, tonterías, las menos posibles. A mí no se me nota "cierta acritud", a mí cuando la gente tiene por costumbre rematar sus discursos sin que venga a cuento con vagas lecciones morales autoconsolativas como una lavativa, de tal manera que, si alguien se enfada, se puede recular y, si no se enfadan, ya han tocado los cojones, me entran muchas ganas de decir lo que pienso. Que me lo calle generalmente, no significa que no lo tenga claro.
No me vengas con best-seller ni tonterías, de los que, por cierto, podrás decir que son malos, pero la gente tiene el mismo derecho a comprarlos que los que tú te editas a ti misma, por lo que he visto en tu blog, y que además no vendes gratis. Si quieres publicar, me parece muy lícito, es lo mismo que les pasa a los de los bestsellers, sólo que a ellos se los publica un editor y, además, los venden.
De todas formas, cómo sabes tú quién es honesto y quién no, vaya humildad más altiva. Debes saber muchísimo. Si algún día alguien te publica un libro, ya me contarás cuántas veces te preguntas por la noche "publicar o no, he aquí la cuestión". Las cuentas y luego nos lo cuentas. Y ya te contaré lo que pienso.

Mery dijo...

Pues si, somos testigos de que en muchos blogs hay alta literatura, si está permitida esta expresión.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Mi blog tiene 'pretensiones' literarias. Porque me gusta la literatura, porque yo misma dediqué unos años al relato corto, con algunos premios por aquí y por allá, y bla y bla y bla. Según tú, yo estaría cumpliendo todos los requisitos para hacerme acreedora a esa tara, tan humana por otro lado, de la vanidad. Es demoledora tu entrada, ris, ras, todo el mundo al saco, sin fisuras, todo el mundo por el mero hecho de tener un blog de las citadas característica, ya es un vanidoso, un mediocre, un arribista. Pues vaya... A mí me han publicado alguna vez, la cosa no dio para mucho más, pero eso no es óbice para que mi adoración por la literatura no me lleve a 'cultivar' una página gugueliana (uso tu expresión), en donde pueda recordar a mis autores y, de vez en cuando, incluso, qué osadía, ¿verdad?, colocar algún relatito de los míos. Por cierto, me encanta que me los lean, me encanta que me digan que les ha gustado, me encanta que muchos de ellos hayan sido primeros premios. Me encanta porque soy humana, porque soy así de sencillita.

Tus dos últimas frases producen vergüenza. ¿Quién eres tú para diagnosticar nada, generalizando tan libérrimamente? Y además, ¿no te parece que existe una contradicción salvaje entre tu crítica y la afirmación final de la que vanidad es perfectamente legítima? Si lo es, repito, qué haces aquí diciendo estas cosas? Ojalá tuviera un blog con pretenciones literarias, ojalá fueras lo suficientemente vanidoso para tenerlo. Porque esto que haces, además de ser muy feo, es que no hay por dónde cogerlo...

José Miguel Ridao dijo...

Jamás pensé que esta entrada fuera a levantar tantas pasiones. Desde luego se presta a muchas interpretaciones, pero yo no considero algo malo el afán de reconocimiento y de prestigio, por eso digo que la vanidad es legítima. De hecho, aunque pueda no parecerlo mi blog tiene "pretensiones" literarias, y yo también soy un "enfermo" de la literatura.

Hoy he estado tentado de borrar comentarios, por primera vez en más de un año. Lo único que pido es respeto, y que no se "use" mi blog. Yo, por mi parte, intento no herir a nadie, y si alguna vez lo he hecho fue sin intención. Se me dice, pido disculpas y todos amigos.

José Miguel Ridao dijo...

Mery, gracias por tu amable comentario, que contribuye a rebajar tensión. Un beso.

Er Tato dijo...

Bueno, qué ¿vienen esos datos confidenciales o no? Que me he visto todos los capítulos de CSI Las Vegas y sé cómo hacerlo sin que me pillen.

Un abrazo y una copita de Arenas pal frío.

José Miguel Ridao dijo...

Es verdad, Tato. Se me había olvidado. Te doy las instrucciones en clave, que hay mucho público.

1. Teclea en google "telechichi".

2. En la primera página del buscador enra en el sitio que más te suene.

3. Una vez dentro, deja el siguiente mensaje: "Tú no me conoces, pero yo a ti sí. Tienes un mes para publicarme un libro de relatos cortos titulado "De la taberna al cielo". Como no tenga el libro en mis manos para esa fecha te corto un huevo y la mitad del otro".

Un abrazo y gracias por el Arenas, en Alájar estamos bajo cero. Ya me devolverás el favor...

Arturo Seeber Bonorino dijo...

Por azar he descubierto este blog, y con curiosidad he seguido esta nota hasta el final. Me ha movido el deseo de contestarle a Olga, no por darle mi opinión, sino para informarla, pues soy editor.
He nacido en un ambiente cultural, amo profundamente la literatura, pero jamás publicaría por mi cuenta un libro de poesía, con muchos reparos uno de relatos y acaso me arriesgaría –y lo he hecho- con una novela. ¿Por qué? Porque la poesía y el cuento se leen muy poco, es un mal negocio. ¿Pensarás que sólo me mueve el vil metal? Hay un dicho en el ambiente que afirma que el editor que fracasa es aquel que publica lo que le gusta.
Publicar cuesta dinero, y hay que recuperarlo. Podrás fracasar con un libro, con dos, con tres… pero si todos son fracasos, a cerrar la editorial y a dedicarse a otra cosa, eso, si no te la han cerrado antes los acreedores.
Cuando Marisa habla de venderse, tiene toda la razón del mundo. Difícilmente un editor publicará poesía, a no ser que le paguen la edición, ya sea el autor o una cooperativa de poetas, como suele hacerse. Pero si hablamos de las grandes editoriales, o mejor dicho, los grandes grupos editoriales, como Prisa o Planeta, allí la cosa cambia, allí no interesa la literatura ni nada, ahí sólo se va a las pelas. Y para publicar allí, poco importa que no se sepa escribir, basta que el editor te invente y te promociones de todas las formas –porque es dueño de los medios para hacerlo-. El escritor debe hacer lo que el editor le manda. ¿Te parece que a mi comentario lo mueve sólo la envidia? Te pongo un solo ejemplo: Javier Marías. ¿Te parece que una persona que ni siquiera maneja discretamente su idioma pueda ser inflado de la manera en que lo está?

Un abrazo, y perdona mi intromisión

Arturo Seeber

El Garaje Ediciones

Olga Bernad dijo...

Querido Arturo, si usted vende y compra, es su problema, cada uno vive de lo que puede, usted lo hace a más grande escala, y Marisa a más pequeña con sus autoediciones. No me meto con eso, sino con la manía de dar lecciones morales vagas que no dicen nada a los que ni conocemos ni sabemos cómo han llegado donde están. Es fácil meterse con los que realmente salen rentables a los editores, total, ni nos van a leer ni les importa un pimiento. Puestos a hablar, hablo de mí y punto, ni siquiera necesito meterme con Javier Marías (que a usted no le gustará, pero a lo mejor a otros sí). Yo llevo toda la vida escribiendo y no tocando puertas, si me ofrecen una publicación, o dos, o las que sea, las acepto, las disfruto y las celebro. Y lo demás me la refanfinfla bastante. No me dedico a juzgar la moral de las personas (ni siquiera su calidad literaria, que eso sería lícito, me parece) porque si no, no escribiría de otra cosa. Me preocupo por la mía propia y por lo que escribo, y ya me da bastante trabajo. De todas formas, a quien le parezca vanidad, puede, en el caso de que alguien le propongo publicar alguna vez, renunciar a ello y punto, y ser por una vez consecuente con la pureza de las palabras que se manosean.
Saludos, y sepa que me encantan las disensiones, pero en esta va usted despistado. Cuando yo le contesto eso a alguien, sé bien por qué digo las cosas.

Arturo Seeber Bonorino dijo...

Querida Olga:

Con mi mejor buena voluntad he deseado sacarla de la ignorancia, pero veo que no está dispuesta a escuchar a quienes saben más que usted, y como
pobre defensa, reacciona usted con muy mala educación.
Sólo me resta desearle que, además de escribir mucho, logre usted hacerlo bien, cosa que ignoro, pues no ha llegado a mis manos su obra.
Un gran beso y hasta siempre

Arturo Seeber Bonorino

Olga Bernad dijo...

OIga, gracias, veo que usted ha abierto su blog precisamente hoy, ¿no será amigo de un tal J.M., que también abrió su blog en otra polémica y dio datos de un escritor que al final no era, resultando ser una personalidad falsa? Lo digo porque a mí me encanta aprender, pero de quien puede enseñar. Y no he sido maleducada, he contestado. Es usted un poco hipersensible. Dudo de que le haya llegado mi obra, puesto que no me dedico a mandarla por ahí a diestro y siniestro, pero está en las librerías. La falta de educación es llamar maleducado a quien simplemente le contesta, si bien sin ampararse en melifluosidades.

Arturo Seeber Bonorino dijo...

Ay, Olga, Olga. Yo no he podido abrir mi blog, porque no tengo ningún blog.
Quisiera seguir esta conversación con usted, aprovechando que estoy de vacaciones, pero no quiero abusar de la paciendcia del Sr. Ridao, que es el dueño del blog.
Sólo me resta, de despedida, mandarle otro beso, que con gusto se lo daría personalmente, si es usted tal como su foto la muestra (tome lo dicho como una simple galantería sin más intención, fruto de mi mejor buen humor).

La besa, pues

Arturo Seeber

Olga Bernad dijo...

Pues muchas gracias, señor Arturo, a mí tampoco me interesa seguir la conversación, no sea que acabemos ligando, y la verdad es que ya tengo quien me bese. Pero aun así le devuelvo ese beso virtual, fruto no sólo de mi buen humor sino de mis ganas de tomar café.

Arturo Seeber Bonorino dijo...

No me malinterprete, yo sí disfruto de la conversación con usted, pero lo que no quiero hacer es usar el blog de otra para cuestiones personales.
Que disfrute de los besos, que seguramente se los merece, pero no abuse del café, que omnubila la mente, y eso es malo para un escritor.

Su servidor

ARturo Seeber

maile dijo...

Creo que me alegro de no tener pretensiones literarias, o de querer publicar... sería extresante.
Suerte a todos aquellos que las tengan que, por lo que se ve, la necesitarán.

Olga Bernad dijo...

Ya me lo he tomado, estimado Arturo, y lo he disfrutado. Insisto en que yo contesto. Si no quieren que lo haga, piensen antes lo que dicen. Usted ha pasado de la tontería al paternalismo, de ahí al yo sé más que usted y de ahí a las bromitas sobre el físico. No le ha faltado más que la sandez del café. ¿Y usted es editor?
Me ha dicho un amigo que no vuelva a bajar a la arena con gente así, y no lo voy a hacer. Creo que he dejado claro lo que pienso y, además, estoy celebrando la próxima publicación de mi nuevo libro.
Suerte con su editorial.

Juan Manuel Macías dijo...

José Miguel, creo que las discrepancias a lo largo de los comentarios son naturales, ya que cuelgas una entrada que puede suscitar un debate. Se encienden los ánimos, vale, pero no veo qué anomalía hay en esto si nadie falta al respeto ni personaliza. Peores cosas se han visto en la blogosfera, política mediante. Sobre este tema ya sabes lo que pienso. Y creo, honestamente, que en esta entrada estás equivocado de medio a medio, pero eso no es el objeto de mi comentario. Si entro aquí es porque me parece intolerable el tono de este presunto editor (¿editor de qué? ¿de quiénes? ¿Qué habrá tras el seudónimo estilo fiera literaria?), faltándole al respeto a una amiga mía y (creo) que también tuya. No voy a referirme a la ignorancia supina que manifiesta en términos editoriales, e incluso literarios, porque no vale la pena. Le recordaré que Olga Bernad tiene un libro de poesía publicado en una editorial de prestigio que sí publica poesía. Una editorial que publica lo que quiere (mecachis, ¡qué excentricidad!). Una editorial con distribución a nivel nacional. Su libro está siendo un éxito de ventas. Pronto será incluida en una antología de poetas aragonesas en otra editorial prestigiosa, Olifante, antología a cargo del poeta Ángel Guinda. Estoy hablando de editoriales serias, editoriales que están construyendo literatura española, editoriales de verdad.
Un saludo.

José Miguel Ridao dijo...

Juan Manuel: tienes razón en que las discrepancias son naturales, y el debate no debe escandalizar a nadie, pero una cosa está clara: la educación debe estar por encima de todo, y mi blog no es el sitio más adecuado para dirimir cuestiones personales ajenas por completo a ese debate.

Arturo Seeber Bonorino dijo...

Estimado Sr. Ridao:

He sido el primero en darle la razón, el buen criterio de su blog -se lo digo a usted sin ninguna ironía- no tiene por qué admitir cuestiones personales de otros, por lo que mi amable conversación con la poetisa Olga la continuaré en su propio blog, que acabo de descubrir.
Un fuerte abrazo


ARturo Seeber

José Miguel Ridao dijo...

Se lo agradezco de veras, Sr. Seeber. Sólo aspiro a que en los comentarios que se hacen en mi blog se hable exclusivamente de la entrada, con crítica o sin ella, y si es posible aportando algo al diálogo. Por mi parte, perfiero el soporte libro, aunque opino que tiene los días contados, y el afán de reconocimiento al publicar en papel creo que lo tenemos todos. Es algo natural e incluso bueno.

Un saludo.

Er Tato dijo...

Bueno, señor Ridao, nosotros a lo nuestro.

Verá, busqué en gúgel eso de telechichi y no encontré al aspirante a interfecto en su casa, así que llamé a las vecinas de abajo quienes, aparte del calentón, me informaron muy amablemente de que ese señor se encontraba de viaje en la City -me sorprendió su soltura con los idiomas-, y que no sabían si había salido huyendo de un escritor furibundo con obsesiones de ser publicado, o simplemente pretendía expandir el negocio mediante franquicias. Después me dijeron, muy bajito y susurrándome al oído -¡Dios, cómo susurran estas chicas!, me dejaron los vellos para colgar llaveros-, que el socio capitalista de Telechichi era realmente él, y que la editorial sólo era una tapadera con la que blanqueaba publicando poesía de la que apenas se vende -vamos, poesía de calidad-, todo lo que ganaba en el negocio.

En fin, señor Ridao, que me temo que tendré que esperar, aunque en algún sitio he leído que a lo mejor se quedaba a vivir en la City. No estaría de más, por si acaso, que me fuera usted buscando otro editor a quien matar o,al menos, acojonar.

Un fuerte abrazo.

P.S.: Por cierto, ya veo que ha habilitado la moderación de comentarios. Es usted un cobarde. ;-P

José Miguel Ridao dijo...

Se equivoca usted, Mr. Tato. Es la antigüedad de la entrada lo que he hecho que salte la moderación, cosa que tiene activada casi todo el mundo para no perderse los comentarios de entradas antiguas. ¡Con dos cojones!

Y volviendo a lo nuestro, efectivamente nuestro hombre está londoneando mucho últimamente. Tendrás que cambiar el mensaje, algo así como: "You don't know me but I know you well. If I don't have in a month a book titled `from my tavern to the sky´ you will be in serious trouble; I'll beguin by cutting you off an egg and a half". De lo de los eggs seguro que se entera. También puedes decirle: "I know about telechichi...".

Un abrazo cortahuevero.

Juan Manuel Macías dijo...

José Miguel, pues si hablas y pontificas de educación, podrías empezar por recordársela a ese tal supuesto presunto editor, que nos ha dado a todos una perfecta lección de mala educación. Si tú no lo ves así, no voy a insistir. Es tu blog y eres libre de moderar los comentarios a tu antojo. Yo ya no volveré más. De todas formas, esta bitácora no me despierta interés ninguno.

José Miguel Ridao dijo...

Muchas gracias, Juan Manuel, por tus educadas palabras.