En el poco tiempo que llevo navegando por cuadernos propios y ajenos he observado que se cumplen ciertas normas y que más o menos se llega a ciertos consensos. Por ejemplo, observo con curiosidad la forma en que el dueño de un blog reacciona ante los comentarios que se hacen a una entrada. Hay quien se esmera en responder prontamente y uno por uno a todos los comentarios que su público tiene a bien dejarles, mientras que otros responden de modo general o bien lo hacen sólo de vez en cuando, e incluso hay quien no responde nunca. Es evidente que un medio como éste, hecho para adaptarse a cualquier uso, no se presta a reglas fijas, pero el asunto no es baladí, pues están en juego las expectativas de los comentaristas de turno.
Otro juego de cortesías que se suele observar en el blog es la "devolución de visitas". Así, es muy normal que, al encontrarnos con un nuevo comentarista, accedamos a su cuaderno y dejemos un comentario de retorno, agradeciendo el interés mostrado. También se observan algunas veces actitudes de rechazo ante los anónimos, moderación de comentarios, aparición de intrusos que buscan notoriedad... y es que a nadie le gusta que en su casa entre cualquiera.
Me llama poderosamente la atención cómo esta maravillosa realidad virtual va creando sus propias reglas de juego, por supuesto no obligatorias pero que, en caso de inobservancia, pueden hacer que nos veamos excluidos de ciertos ámbitos.
Anton Bruckner
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*Anton Bruckner. Caricatura de Pablo Morales de los Ríos *
Parece que actualmente Anton Bruckner (1824-1896) no está muy de moda.
Tiene detractores y es...
Hace 23 horas
16 comentarios:
Sí señor, de acuerdo en todo. Yo soy de los que contestan, procurando no ser mecánico en ello...y espera, que no me deja seguir mi gordito de dos años (hoy es su cumple). Luego vengo.
Abrazos.
¿Qué decir? Yo soy de las que respondo a todos siempre de manera individual, salvo en ocasiones en las que esté preocupada o no tenga tiempo. Es una manera de agradeceros el detalle de dejar un comentario creativo, elaborado, interesante, amable.
Todavía no he tenido anónimos, pero en mi blog anterior me llegaron varios desequilibrados, je, je.
Me gusta que cualquiera se sienta libre de expresar sinceramente sus opiniones, dentro del respeto y de la buena argumentación.
Como comentarista también me gusta que me respondan porque es una manera de interactuar y aprender de los demás, además de ser un acto de cortesía.
Buena y necesaria reflexión.
¿Todavía no has contestado? Imperdonable, imperdonable...
¡Cachis en la mar, Juanma! Acabo de volver de llevar al cole a mis tres pequeñuelos, y me he levantado a las siete porque mi mujer, que espera el cuarto, se ha ido antes a trabajar. Pero aquí está el tío, contestando, ¡con dos ...!
Gracias, Parsimonia, yo pienso como tú. He tenido algún anónimo amable pero ningún desequilibrado. A ver cómo sigue esto...
Un abrazo.
Muy ciertas tus obeservaciones; estoy convencida de que, como en cualquier acto, en el blog se refleja también la personalidad de cada uno, bien sea dueño o comentarista.
Y es curioso ver de qué manera se van estableciendo visitas por afinidades. Uno crea un blog y va a la deriva en los comienzos, picoteando aquí y allá, hasta que va enlazando con sus gustos y pareceres. Un auténtico estudio antropológico saldría de toda esta maquinaria.
Juanma, ya que te leo dale un beso a tu nene de mi parte, hoy es también mi cumpleaños.
Yo intento responder y dar acuse de recibo a todos, pero no siempre lo consigo; a veces acudo al agradecimiento general. Como comentarista, se agradece que se conteste, es cierto; yo el problema que veo es que en ocasiones se acaba el repertorio de agradecimientos y no quiero pecar de pesado.
Buena bloguería de nuevo, José Miguel. La victoria de ayer nos animó, ¿eh?
Es verdad lo que dices, Mery. Dios nos cría y nosotros nos juntamos.
La verdad, Juan Antonio, es que es difícil responder a todo el mundo, por falta de tiempo y, como dices, por no repetirse. ¿Te has fijado en que en nuestro equipo las crisis surgen yendo terceros? Y es que todavía hay clases.
Mucho palangana veo suelto...
Juanma, algún defecto tenías que tener, vaya por Dios.
Ridao san ,usted es una persona asertiva , franca y expresiva , conquista el respeto y nos deleita con esas lluvias de ideas . Ya sabe que soy Borde ... no pienso , reconozco que aprendo cada día nuevas emociones al leerlos a tod@s .
Buena semana para Usted y para Tod@s .
Rosna
Siempre que mis mujeres me dejan, respondo a mis comentaristas. Cuando no, mi silencio es un aplauso ensordecedor.
Lástima lo de Juanma, me sumo a la lista de ilustres sevillistas que circulan por aquí, faltaría más. Se lo debo a mis abuelos.
Buena reflexión, José Miguel. Creo que muchos nos hemos visto identificados.
Y cuidado, que el rayo verde, mi Betis de mi alma, está que se sale. Si no fuera por los árbitros y el Lopera, os ibais a enterar. Y sí, Juanma, mucho palangana hay por aquí.
Saludos
Rosna, yo no veo que tú seas borde, a no ser que en tu isla eso signifique otra cosa. Gracias por tus halagos, no sé si los merezco.
Voy a tener que sacar la bayeta que se están manchando de verde mis andurriales, aunque yo en esto soy bastante tolerante, sobre todo si el Sevilla va delante.
Ya imaginaba yo tus colores, Octavio, a quien es triunfador le gusta triunfar en todo.
Tato, nunca había oído llamar a tu equipo el rayo verde. Poético nombre.
Un abrazo.
Mucho he tardado a decidirme. Y es que el tema me preocupa. Cortesía, sí, pero autenticidad también, por favor. De lo contrario, se puede convertir en un juego absurdo. Dentro de una cierta amabilidad, las preferencias cuentan, supongo. La cortesía es necesaria pero puede ser muy injusta.
No sé, esa impresión tengo a veces.
Saludos.
Olga, el asunto es delicado. ¿Dónde está el límite de la cortesía? A veces es bueno corresponder al interés que se muestra por nuestras entradas con un comentario de respuesta, aunque no tengamos mucho que decir, simplemente por educación y, lo que es más importante, porque no cuesta mucho trabajo subir la moral de alguien: mucho premio para poco esfuerzo.
Otra cosa: mis comentarios a tus entradas son auténticos, y mi interés también. Si alguna vez lo hago por cortesía te lo haré saber;-)
Jeje. Lo mismo le digo. Pero no hace falta, las cosas se notan. No siempre desde el principio, pero casi siempre.
Yo me esfuerzo, aunque si alguna vez no merezco su interés, será muy bienvenida su cortesía. De vez en cuando hay que ser sólo amable, lo malo es cuando siempre se trata de lo mismo...
Saludos, José Miguel.
Buen día.
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