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Autómatas
Vas con prisa a todos lados. Llegas tarde, te saltas un semáforo, en el siguiente no tienes más remedio que parar. El vendedor de pañuelos toca en tu cristal y niegas con la cabeza. Los conductores te miran con cara de pocos amigos, y en una parada de autobús una multitud espera entre malhumorada e impaciente. Los ciclistas tienen cara de frío, y los que van andando aprietan el paso tratando de arañar unos minutos al reloj. Unos niños se apresuran para llegar al colegio de la mano de su padre. La ciudad es un circo en continuo movimiento, y los artistas son autómatas. La red de los trapecistas llega hasta el asfalto, donde yace un gato atropellado por un tropel de coches.Y mientras todo esto sucede, allí en lo alto reina la paz. Alguien nos contempla con un ojo enorme y se ríe divertido, sin asomo de compasión, como si todo obedeciera a unas leyes naturales; unas leyes que tienen escrito nuestro trágico destino.
22 comentarios:
Es la sociedad que tenemos que, por otra parte, es de las sociedades mejores conocidas, si las comparamos con las del tercer mundo. No sé si habrá alguien ahí arriba con un ojo o es una paranoia que nos hemos montado. Creo que el problema es la alta demografía. Somos muchos y no hay sitio para todos. Por eso todos vamos corriendo, compitiendo unos contra otros.
Saludos.
Es que es Cuaresma...
Buena reflexión.
Monsieur RIDAO:
Lo mesmico, lo mesmico que en la película de "El show de Truman" (en esta peli el Jin Carri está más comedido, pero no puedo soportar los humoristas con tantos aspavientos).
¡No m'extraña que te vayas p'a Alájar en cuanti que puedas!
Salu2 andurrialeros
Interesante reflexión.
Son curiosas las circunstanicas que envuelven a uno en un atasco en el centro de la ciudad. El otro día me ocurrió algo que os propongo hacer como ejercicio de relajación.
Por motivos que no vienen al caso,ahora tengo alguna mañana libre cada semana. Como llovía, llevé en coche a mi mujer a su trabajo y volví a casa.
Me encontré sin prisa ninguna en un atasco de gente desesperada, pero yo estaba totalmente relajado. La sensación de bienestar parecía acrecentarse al ver las caras de desesperación de los que tenía a mi arededor.
Pocas veces me he sentido más cómodo y más a gusto. Probadlo, o sí sin quererlo os encontrais en esa situación, recordad lo que os digo y disfrutad del momento.
PD: Llegando a casa, a escasos 50 metros, uno de esos conductores torpes o egoístas (o ambas cosas a la vez) se quedó cruzado en un semáforo, sobre la red amarilla que pintada sobre el asfalto quiere decir "NO BLOQUEAR EL CRUCE" y me sacó del estado de relajación.
"Po va a se que no",José Miguel; de nuestro trágico destino como que no. En "too" caso como "nuestro destino" sin calificar. Destino al fin y al cabo.
Un abrazo.
Pues yo discrepo contigo en esta ocasión.
Estamos en el mundo que queremos estar, vamos al ritmo que queremos ir, y lo peor, dejamos que otros nos lo organicen a su manera y su velocidad.
¿Qué pasaría en una guerra que no fuese nadie?
¿Qué pasa cuando se pulsa el boton rojo del teléfono que pone off?
¿Qué pasa cuando se levanta un niño para el colegio con dos horas de adelanto, como hacíamos antes, y le da tiempo de desayunar en condiciones y todo?
Seguro que seríamos más felices pero no podríamos chulear del último modelo de móvil, ni nuestros niños podrían ver el hormiguero o similar pues se acostarían a las 10 de la noche, ni nos dejaríamos el culo para llevar a nuestros hijos al colegio de curas o monjas en el que después no queremos que le den clases de religión.
En fin, para que seguir. Vivimos en la mierda que queremos vivir.
En Alhajar, tu pueblo, seguro que corren menos que aquí, ¿o no?
Un abrazo
Pues ¡no te agobias tú con poco, Ridao¡...o es que ¿a perdido el Sevilla?...
Y al mirón, déjale que se ria, total...¡¡no se le oye¡¡¡...
Besos
Me voy sin rechistar al rincón...ha perdido,ha perdido, ha perdido....
Me parto. Eres el Matt Groening de Alájar.
“No es lo que vivimos lo que forja nuestro destino, sino lo que sentimos por lo que vivimos.” (No consigo recordar quien lo dijo y San Google no me ayuda, pero es la frase que vino a mi cabeza cuando te leí)
Un beso.
Hija, Paloma, que cosas más bonitas dices.
Pues, comparto lo que dices y sin dudas, estamos destinados a ello, más con la velocidad que se mueve el mundo en la actualidad.
Saludos,
Pues yo creo que vamos corriendo porque somos así de tontos, Paco. Fíjate si hay sitio en el campo...
Hasta en Cuaresma atropellan a los gatos, José María.
No me acuerdo bien del show de Truman, Dyhego. A lo mejor ha sido mi inspiración oculta.
Abrazos jimcarrieros.
Perdona José Miguel, no te puedo comentar que tengo prisa.
Shuuuuuuuunnnnnnnn.
Antonio: yo empleo esa técnica muchas veces, y me despiertan de mi nirvana los niños peleándose en los asientos de atrás. Sé bienvenido, por cierto.
Hay mucha ficción en el relato, Ramón, pero ojalá tengas razón.
Pero si estamos de acuerdo, Rafael; nos lo hemos buscado solitos... Alájar es un oasis de paz espiritual.
El Sevilla HA ganado últimamente todo, mangeles. Ea, sal del rincón...
Abrazos palangeneros.
Ése es el de los Simpson, ¿no, Julio? Homer es mi ídolo.
Como dice Julio preciosa frase, Paloma. Es muy curioso, acabo de leer una frase de Pessoa en el mismo sentido, y tengo previsto sacarla en una entrada. Quizá mañana.
Mal lo pintamos, Marcelo. Espero que tarde el acopalipsis.
Me voy a montar en el coche pa casa, Fernando, que ya es hora.
¡¡Vruuuuuuuuum!!
La prisa, el hacer demasiadas cosas, el abarcarlo todo, abandonando el ritmo de la naturaleza.Somos así, inquietos, voraces, esclavos de los horarios.Ay quién tuviera un Alajar cerquita para dedicarse al "beatus ille" un poquito, al menos.
Besos, que "me voy a hacer las mil cosas que me quedan..."
Joder José Miguel... Vale lo de los autómatas, pero espero que nuestro destino no tenga que ser tan trágico...
Por cierto, se te ha olvidado que lloviendo como llueve son más complicadas las leyes "naturales".
Un abrazo.
Si no fuera por Alájar probablemente yo sería otro, Marisa. A lo mejor no escribiría, o lo haría de otro modo.
Bueno, Alegre, pero esas leyes no las marcamos nosotros, y no tienen por qué ser uniformes. Seguramente estaba escrito que este año llovería mucho, y quién sabe si nuestro destino no está en nuestras manos.
Abrazos apocalípticos.
El de arriba se ríe al ver tanto gilipollas suelto.
Un abrazo, José Miguel.
¡Aquí estoy! ¡Tengo Internet! :)
Vaya, un par de días que no te leo y te me descolgás con un escrito existencialista que de pensarlo dos veces me hace rebelar de ser "uno más" en este mundo de ciencia ficción que nos hemos inventado. Visto de esta manera, me siento observada por ese alguien que nos hace "pito catalán"...*
Besazos
* ¿Por allí también se dice "pito catalán"? Porque si no se dice no se comprenderá...
Se descojona más bien, Álex. Como no tiene que aguantarlos...
Liliana: ¿¿Pito catalán?? Eso me lo tienes que explicar, que promete...
Abrazos intrigados.
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