
Cuando amaneció, Mario se levantó de muy buen humor y salió al bosque a dar una vuelta. Bruno disfrutaba pensando en el susto que se llevaría al sentir la pérdida en su patamen, pero para su sorpresa volvió del paseo tan sonriente como salió. Bien pensado, de cien a noventa patas tampoco se nota mucho al andar, y como los ciempiés no son capaces de dirigir la vista hacia abajo Mario no se había dado cuenta de nada. Furioso porque su plan había fallado, Bruno fue a informarle de su pérdida, y dijo a su amigo que le faltaban diez pies, pero éste no le creyó, pensando que lo decía para zaherirle. Bruno fue a buscar las patas que había cortado, pero habían volado con el viento, y no tuvo modo de demostrar a Mario que lo que decía era verdad. Durante el resto de sus cortas vidas ambos quedaron con diez pies de menos, uno contento y otro triste y enfadado.
Moraleja 1: no eches de menos lo que no necesitas.
Moraleja 2: si alguien se ríe de ti cágate en sus muertos, pero no le ataques.