Me resultan graciosas, por lo patéticas, las declaraciones de mucha gente famosa y adinerada, del tipo de "... En estos tiempos duros de crisis nos toca apretarnos el cinturón", como si la crisis fuera con ellos. Y cuando esta declaración la hacen los gerifaltes de la confederación de empresarios españoles desde sus butacones de cuero y fumándose un veguero ya es que me mondo. Y cuando es Emilio Botín quien lo dice, que lo hace mucho, me da tal ataque de risa que temo por mi vida.
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Cuando un religioso comete un delito que atenta contra la ética más cercana a su credo, como por ejemplo una comunidad de monjas que atesora cientos de miles de euros debajo de una losa del patio de la clausura (el delito es presunto y doble: manejo de dinero negro -se atenta contra la ley- y atesoramiento -se atenta contra la ética cristiana-), se le señala con el dedo mucho más que si se tratara de un delincuente común, lo que por lo general levanta airadas protestas entre los fieles de esa religión. Una reacción lógica, la primera, y poco justificable, la segunda.
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El libro de Murger Scènes de la vie de Bohème es ameno y, a ratos, ingenioso. No parece escrito hace casi doscientos años. Su lenguaje es actual y las situaciones que narra podrían darse hoy en día, salvando las diferencias en las costumbres. Lo mismo sucede, ahora que lo pienso, con el Lazarillo de Tormes. Y es que la picaresca es inmutable e inmortal.
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Ayer por la mañana, amago de tragedia. Gonzalo dio un manotazo a la cafetera grande recién hecha y le cayó encima todo el café hirviente, gracias a Dios no en la cara, sino en el brazo. Salimos corriendo hacia el hospital, y la quemadura, como sospechábamos, era importante. Le curaron, y el pobrecito no se quejó en todo el tiempo. A mí se me cortó el cuerpo viendo su bracito en carne viva y las ampollas en la mano. Habrá que hacerle sus curas y no dejar que le dé el sol en el brazo durante un año. Doy gracias; podía haber sido peor.
El libro de Murger Scènes de la vie de Bohème es ameno y, a ratos, ingenioso. No parece escrito hace casi doscientos años. Su lenguaje es actual y las situaciones que narra podrían darse hoy en día, salvando las diferencias en las costumbres. Lo mismo sucede, ahora que lo pienso, con el Lazarillo de Tormes. Y es que la picaresca es inmutable e inmortal.
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No recuerdo la última vez que reí a carcajadas.
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Ayer por la mañana, amago de tragedia. Gonzalo dio un manotazo a la cafetera grande recién hecha y le cayó encima todo el café hirviente, gracias a Dios no en la cara, sino en el brazo. Salimos corriendo hacia el hospital, y la quemadura, como sospechábamos, era importante. Le curaron, y el pobrecito no se quejó en todo el tiempo. A mí se me cortó el cuerpo viendo su bracito en carne viva y las ampollas en la mano. Habrá que hacerle sus curas y no dejar que le dé el sol en el brazo durante un año. Doy gracias; podía haber sido peor.
20 comentarios:
Me alegro de que sólo haya sido un amago. Me gustan los amagos. Son saludables porque siempre nos enseñan de la mejor forma posible: mostrándonos con crudeza las posibles consecuencias de nuestros actos, pero sin hacernos demasiado daño.
Un abrazo para Gonzalo y una tila para el poeta
Monsieur RIDAO:
1) Más que "gracioso" me parece indignante que un ricachón hable de apretarse el cinturón. Por lo menos que tengan la decencia de no exhibir su poderío.
2)Es cierto que se ve antes la paja en el ojo ajeno etc, que errar es humano, que antes de tirar la primera piedra etc, pero también lo es que el que se atribuye la tarea de dar ejemplo, debe darlo y ser juzgado con más severidad: un cura follaniños, una monja defraudadora, un socialista malversador, un demócrata que se dedica al nepotismo...
3) Hay libros que antes de ser publicados ya están anticuados. Hay libros antiquísimos que parecen retratar la rabiosa actualidad.
4) Me reí a carcajadas el domingo pasado cuando me regalaron un fotomontaje de toda mi familia. ¡Sin desperdicio!
5) Entre burros mordedores y cafeteras que se vuelcan... no ganas para sustos. Que todo vaya bien.
Salu2.
Ridao,chiquillo,te veo un poco envidiosillo,de los que tenemos parné,y durante la crisis,nos vamos de compra al Loewwe,pa mové un poquillo el dinero,y ayudaros,¡que buena gente semos los poderosos!,me alegro mucho de que lo de tu niñ,sea leve,yo también me achicharré la mano de niña,con una plancha,hasta se me peló la piel,pero ahora ni rastro,eso si,aún recuerdo que dolía mucho,así que dale un besito a tu niño de mi parte.
Por cierto,hay que ver,la e calvos que entran por tu blog,vamos que teneis menos pelos,que los guevos de un robot,que barbaridad de pelones,ale a daros friegas.
Un beso para Gonzalo y una tila para los papis.
Vaya susto os llevaríais con lo de Gonzalo.
A cuidarlo mucho y a alegrarse por que no haya sido más.
Un abrazo bloguero.
Un beso para tu niño Ridao , seguro que es fuerte y al final se le olvida la quemadura.
Yo también me voy al Loewe para paliar la crisis,jajaja.
Mi hermano pequeño, trece años menor que yo, se quemo la cara siendo bebé. Aún recuerdo a mi madre bajando la escalera a toda leche camino del hospital. Uff, semanas enteras con la cara llena de ampollas, los brazos, y parte del pecho. gracias a Dios y a la medicina, no quedaron secuela.
Ánimo José Miguel, un abrazo pa toda la familia.
Indignación, risa literatura y dolor, todo de una tacada, Ridao, que no sé como puedes.
Lo del "cinturón" de esos fulanos pretotentes es para partirse el culo: o mejor, para partírselo a ellos.
Lo de las monjitas -con esas caras de inocentonas que ponen cuando son pilladas en renuncio- de juzgdo de guardia. Pero ya verás como se queda en nada.
Lo del libro, pues eso; que mejor nos iría a algunos si escribiéramos como se escribía.
En cuanto a Gonzalo, un campeón: me pasa a mí y se oyen los gritos hasta en la Conchinchina.
Que vaya todo bien.
Abrazos.
Un besito para Gonzalo y recuerdos para la familia. Como ves te sigo leyendo a diario aunque menos proactivo por mi parte.
Que susto animo
Tus hijos están hechos de muy buena materia prima... de la mejor que pueda conocer, que sois Lola y tú.
Todo quedará en el susto, ya lo veréis.
Me alegro que todo haya quedado en un susto, como lo de Platero. En cuanto a la risa a carcajadas, simplemente ve un vídeo de campaña de cualquier político prometiendo el oro y el moro. A mí me da muy buen resultado. Me paso como media hora tirado y pataleando en el suelo. Saludos.
Me alegro de que lo de tu hijo se quedara en un susto.
Eso si permíteme un consejo.Vigíla sus comportamientos a partir de ahora. Con menos de año y medio , cuentan que un cazo repleto de agua hirviendo fue a parar a mi pecho,-aún guardo una pequeña cicatriz del incidente.
Los efectos de la quemadura a veces se trasladan al cerebro, en forma de tetomanías y patologías divresas..., Si con el paso del tiempo observa, notas que tu hijo que se queda sin ojos al paso de una buena delantera, excúsalo.Es el calor, que aún permanece dentro de su cuerpo.
Un abrazo para todos los Ridao.Que cesen los sustos de una vez.
Un beso fuerte para Gonzalo,y me alegro de que todo se haya quedado en un susto.Ridao,cariño si hay algún abogado por el blog,quiero hacer una pregunta,tengo una amiga,muy cabezona,que no quiere,que llame a ningún abogado amigo,ni a nadie,el caso es que ayer,la llamaron por tlf,de la comisaria,y se presentó por su propio pié,y al llegar la detuvieron,¿es legal?,o se puede poner una denuncia,esa es mi pregunta.
Está detenida por omisión de auxilio,cuándo dió un golpe con su coche,a un chico en bici,ella lo llevó al hospital,dejó allí sus dats,llamó a su familia,y luego se fué,anoche pasó a los calabozos de la plaza de castilla,y ahora tendrá que hablar con el juez,yo salgo para allí ahora,pero se ha negado a tener abogado,ni nada,por favor,que alguien me diga si puedo denunciar este hecho,gracias.
Gracias, Tato, se lo doy de tu parte. Se me olvidó la tila, pero no creo que me hubiera servido. Me temo que no ha aprendido, sigue dando manotazos, y cuando le he enseñado la cafetera no se ha inmutado, el tío.
Dyhego: me quedo con tu comentario al punto 2. No puedo estar más de acuerdo contigo.
Los calvos al poder, Rocío. Somos la esperanza de este país, mira los pelos que tienen los líderes políticos.
Muchas gracias, Ángeles, de tu parte.
Gracias, Jesús, ya pasó el susto.
Abrazos.
A ver si te dejas caer, Bea, y me compras algo, aunque sea un cinturón de serpiente.
Gracias, Ramón. En mi caso la cosa estuvo más controlada, gracias a la profesión de Lola.
Pero campeón, Elías. Hoy le han curado en el hospital y no ha dicho ni mu. Acojonado me tiene...
Un abrazo, Pitusa. Estoy perdío, yo más que tú.
Gracias, José María. ya pasó.
Más abrazos.
Eso de la materia prima me ha gustado, Álex, aunque me suena como a petróleo y carbón.
José María (2): ahora estoy en una fase en que los políticos no me hacen mucha gracia. Será por lo de las setas. Como coja a Platero por banda le meto una coz que lo mando a la Peña.
Tomo nota, Escasso. Es curioso: a mí se me debe de haber caído algo hirviendo de chico también, los síntomas coinciden.
Vaya marronazo, Paqui. Yo no tengo ni idea. Ojalá algún abogado lo lea, aunque podrías llamar a uno que tu tengas en el seguro. Mira que es cabezona tu amiga, a veces los abogados sirven para algo.
Abrazos agradecidos.
Paqui me lanzo al ruedo sin tener ni puta idea de nada. tengo amigos abogados. si necesitas algo mi mail es chema_quince@hotmail.com.
sé que aquí solo entra gente buena, por eso doy mi mail.
si te ves agobiada, ponte en contacto conmigo ahí.
Pobre Gonzalito, ya tiene su primera cicatriz de guerrero fortachón. Menos mal que ahí quedó todo.
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Y ¿cómo que no te acuerdas de tu última carcajada? Cuando Botín habló...ya sabes ;-)
Un abrazo
Que haya suerte, Escasso. Gracias.
Ésas no valen, Mery. Son carcajadas en el fondo tristes.
Abrazos.
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